jueves, 13 de noviembre de 2008

¡Cosas de chiquillos…!




Por los pasillos del instituto no se hablaba de otra cosa: se estaba preparando una gran fiesta de Halloween, y Pedro, cabizbajo e invisible como un patético fantasma, se deslizaba entre sus compañeros recogiendo con envidia retazos de conversación. ¡Nada desearía más que asistir a aquella fiesta! Pero no le habían invitado; sólo se acordaban de él para hacerle blanco de sus bromas, para burlarse de sus gafas de culo de vaso, de su leve cojera, de aquel tartamudeo incontrolable que le dominaba cuando tenía que hablar.
—Pedro—dijo de pronto Samuel, el gallito de la clase— ¿Quieres venir a la fiesta?
Los ojos de Pedro se abrieron como platos tras los gruesos cristales de sus gafas, ¡no lo podía creer!
—Ss..sí…cla…clar…claro. Gra…gracias—respondió lo más rápido que pudo.
La excitación le impidió pegar ojo en toda la noche, y la tarde siguiente, pasó dos horas rondando impaciente la casa de Samuel, aguardando el momento de poder llamar a su puerta. Sabía que no se libraría de alguna broma pesada, pero no le importaba, la daría por bien empleada si podía participar de la fiesta, ser uno más entre sus compañeros.
Sin embargo, la noche transcurrió sin contratiempos. Pedro acabó solo en un rincón con una copa tras otra en la mano sin que nadie le prestara atención, observando como los demás bailaban y se divertían. Tal vez fuera mejor así, se decía, al menos, le habían permitido estar allí.
Cuando la fiesta ya declinaba Samuel tuvo una idea que todos acogieron con entusiasmo:
— ¿Por qué no vamos a dar una vuelta por el cementerio? Es el día de los muertos. ¡Tenemos que celebrarlo con ellos!
Pedro dudó, pero no podía rajarse ahora…
Armados con las botellas que quedaban y presos de una creciente excitación, provocada por el alcohol y un inconfesable temor, asaltaron los muros del camposanto, y, pese a los vapores etílicos que nublaban su mente, Pedro presintió que su momento de protagonismo había llegado.
Descubrieron entre las tumbas una fosa vacía, y decidieron que sería divertido que Pedro se metiera allí y se hiciera el muerto; él se prestó resignado y trató de contener su risa nerviosa para desempeñar mejor su papel, entonces alguien sugirió que había que tapar la tumba para “velar al difunto” en condiciones; Pedro no tuvo tiempo de protestar, la oscuridad dominó el reducido espacio y las risas del exterior ahogaron sus súplicas. Pedro sentía que le faltaba el aire y el pánico se apoderaba de él.
— ¡Ya está bien!—gritó, golpeando la dura piedra— ¡Sacadme de aquí! ¡Esto no tiene gracia…!
No obtuvo respuesta. Siguió golpeando y gritando mientras trataba de empujar la pesada losa sin lograr moverla un sólo milímetro; lloraba, gritaba, suplicaba, pateaba...todo en vano; no llegaba a vislumbrar el ansiado resquicio de luz que anunciara el final de la macabra broma.
Las voces y las risas se atenuaron hasta hacerse inaudibles y a Pedro le invadió una oleada de terror ¡No podían dejarle allí!
Golpeó el granito hasta dañarse las manos, empujó con desespero hasta quedarse sin fuerzas, gritó hasta perder la voz, respiró hasta que se le acabó el aire…

Los chicos declararon consternados que no hubo premeditación. A Samuel le daba pena aquel pobre chaval del que todos se burlaban, y en un impulso, decidió invitarle. Habían bebido mucho aquella noche, alegaron, y, simplemente, se olvidaron de él.

15 comentarios:

  1. Ya te lo dije pero lo repito...un gran relato

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  2. joder me has dejado sin aliento, es tremendo.

    Muy bueno y muy inquietante, pq ademas toca uno de los tabús que todos llevamos, ser enterrados vivos....!!

    Al final es una metafora de la vida, que hay unos que siempre se llevan los palos y se los llevan siempre, siempre, y se salvan los mismos.... que no?

    Bezos

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  3. joder...no tenia que haberlo leido...es... no se...me...lo siento

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  4. Hola Didac,
    bueno, ya ves que lo he retocado un poquito...¿está mejor así?

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  5. Pues también tienes razón, Thiago. No lo había mirado desde ese punto de vista.
    En realidad lo que trataba de denunciar es el tema del "mobbing" en la escuela o el instituto y las consecuencias que puede acarrear una "inocente" broma.

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  6. Arwen ¿no habíamos quedado en que no lo leerías?
    Bueno, leete ahora un comic de Mafalda para compensar.

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  7. Terrible, pero, puede pasar en cualquier instituto, en el momento dado con la persona adecuada, es jodido, pero no por eso menos crudo, el acoso es un tema muy serio, y no se cuando los que nos mandan, (da igual el color), van a zanjarlo.

    Por otro lado me ha gustado mucho el relato.

    Un beso

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  8. es que me sabia mal no leerlo despues de que tu leistes el mio, por eso, de todos modos me ha gustado felicidades

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  9. Gracias Halatriste, me alegro de que te haya gustado.
    De todas formas creo que este es más un problema de educación y de la sociedad en la que vivimos que politico.

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  10. Arwen, me alegro de que a pesar de todo te haya gustado.
    Gracias por leerlo.

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  11. Cariño, no tengo tiempo, ahora de leer, me tengo que ir a comer fuera, pasaré a leerte y gracias por tu apoyo .

    Besitos

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  12. Me ha gustado tu relato, la verdad. Y lastimosamente el tema del "bulling" está a la orden del día, aunque afortunadamente no llega siempre a estos extremos. Pero te lo digo de primera mano, que conozco como funcionan hoy en día los institutos.

    En cuanto al relato, inquietante, realista y muy bien escrito. Y el pobre al que siempre dan de lado pagando los platos rotos.

    Un saludo

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  13. Armando, gracias por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado.

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  14. bien bien es un buen relato con un interesante final, a ver cuando haces uno de drogas y jovenes jeje
    sta luegoo

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  15. Bueno, ahora veo que ya leí el relato en su momento y que lo comenté con la gracia que me caracteriza, jajaaj Pero quería dejar constancia de que yo si que pincho los enlaces que me proponen, que casi nadie lo hace, jaaja

    el relato me sigue pareciendo igual de atractivo.

    Bezos.

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