sábado, 27 de febrero de 2010

1908 punt de partida


Hace un par de días asistí a una lectura dramatizada en la que tres actrices: Gemma Julià, Susana Egea y Rosa Nicolàs se ponían en la piel de tres mujeres excepcionales: Simone de Beauvoir, Mercè Rodoreda y Anna Magnani.

El nexo de unión entre ellas es su año de nacimiento: 1908. Una en Francia, otra en España y la tercera en Italia. Y a partir de ahí se inicia un recorrido a través de sus vidas, sus vivencias personales, sus ideas sobre el amor, la muerte, el papel de la mujer en su época y su pasión creadora.


Simone de Beauvoir nos habla, entre otras cosas, de la enorme influencia que tuvo Jean Paul Sartre en su vida y de los problemas a los que se enfrentó por sus opiniones y denuncias sobre la situación de la mujer, particularmente desde que publicó "El segundo sexo".


Mercè Rodoreda empezó a escribir porque no tenía amigas y se aburría; se sentía más feliz en su propio mundo, inventando historias. Así nació, por ejemplo, "La plaça del diamant". También nos habla de su tiempo en el exilio, en París y Suiza, como consecuencia de la guerra civil.


Anna Magnani nos cuenta que sentía adoración por su madre que vivía en Egipto, una figura siempre distante y añorada; adoraba a su abuela, que fue quien la crió, y tuvo una difícil relación con su único hijo, Luca. Actuar le servía de evasión y le permitía soñar.


Fue una grata velada y una estupenda oportunidad de conocer un poco más a estas tres grandes mujeres a través de una sencilla puesta en escena y la magnifica interpretación de tres buenas actrices.

¡Feliz finde!

miércoles, 24 de febrero de 2010

Efemérides: Anaïs Nin


El pasado domingo se cumplieron 107 años del nacimiento de la escritora Anaïs Nin (21 de febrero de 1903); escritora francesa de la "avant garde", conocida, sobretodo, por sus famosos Diarios, compuestos por ocho tomos (aunque ella escribió 35.000 páginas a lo largo de toda su vida).

Esos diarios cayeron en mis manos siendo yo muy jovencita y Anaïs Nin se convirtió en todo un mito para mi: una mujer liberal, adelantada a su tiempo, sin prejuicios, bohemia, enamorada de la vida y de la literatura.
Leyendo sus diarios soñé con una vida tan intensa como la suya y de su mano conocí París, Nueva York, las tertulias literarias y a sus amigos: Henri Miller, Antonin Artaud, Gore Vidal y Lawrence Durrell entre otros.

Se dice que empezó a escribir en un viaje de Francia a los Estados Unidos cuando sus padres se separaron, y dirigía largas cartas a su padre, Joaquin Nin, célebre pianista cubano de origen español, con el que tenía una fijación enfermiza, hasta el punto de mantener con él una relación incestuosa cuando se reencontraron, años después, a su regreso a Francia.

Antes de dedicarse de lleno a la literatura fue modelo y bailarina de flamenco.

También fue la primera mujer que se atrevió a escribir literatura erótica y a firmarla con su nombre; "Delta de Venus" es su obra más conocida.
Fue amante de Henri Miller con quien escribía relatos eróticos por encargo para un coleccionista que les pagaba a dolar la página. Con él y su esposa June mantuvo un curioso triángulo amoroso.

Se interesó por el psicoanálisis de la mano de Otto Rank, discípulo de Freud, quien influyó notablemente en su escritura al animarla a que plasmara sus sentimientos en sus escritos con absoluta sinceridad como forma de desahogo.

Su reconocimiento como escritora fue tardío, ya que no se produjo hasta la publicación de sus Diarios que encontraron ciertas trabas por considerarse escandalosos.

Murió en Los Ángeles en enero de 1977.

Las feministas la tomaron como abanderada de su causa, aunque ella jamás pretendió tal cosa. Era simplemente una escritora, una mujer independiente y libre que se bebía la vida a grandes tragos.

domingo, 21 de febrero de 2010

Aula de escritura creativa de la Agencia Sandra Bruna


Transcribo nota de prensa:

"Primer aula de escritura promovida por una agencia literaria.
Escribe es un aula de escritura abierta a todo el público que busca en las palabras un medio para expresar su creatividad. Para quién quiere hacer de su pasión, un oficio. El objetivo de Escribe es la enseñanza de la escritura, tanto en el aspecto más creativo como en el de su aplicación al mundo profesional y empresarial. El plus de Escribe es su origen, la agencia literaria Sandra Bruna, todo un referente en el sector literario. Para esta agencia situada en Barcelona es una nueva forma de descubrir talento y sobretodo de ofrecer los instrumentos necesarios para garantizar una formación sólida y completa . Los profesores son los propios autores de la Agencia. Todos ellos con un gran recorrido en cuánto a libros publicados y una gran experiencia como docentes y en el oficio de escritor. Además, todos los alumnos podrán disfrutar del particular "Vívelo de cerca", un espacio dónde podrán compartir unas horas con los autores, pudiendo interactuar con ellos y compartir sus experiencias. Escribe es descubrir la magia del oficio de escribir.
Los cursos se iniciarán en Marzo. Hay 7 programas de escritura creativa y 2 de escritura para profesionales, uno de ellos inédito, exclusivo para el sector médico. Los cursos tienen una capacidad máxima de 10 alumnos y se admiten por orden de inscripción.

Descripción de los cursos:

Escritura creativa:
• Escribe: iniciate en las técnicas de escritura
• Escribe tu novela y descubre sus diferentes géneros inédito
• Escribe un cuento
• Escribe para niños
• Escribe un guión cinematográfico
• Escribe la autobiografía: mi vida es una novela

Escritura para profesionales:
• Escribe textos científicos inédito
• Escribe para tu profesión

Cursos a medida para empresas, instituciones y universidades:
• Cómo escribir lo que realmente quiero decir. La escritura, una herramienta fundamental en la empresa."


Más información en: www.escri-b.com

jueves, 18 de febrero de 2010

El timo de la superwoman


"¿Qué es un superman?", pregunta una amiga, y ella misma responde: “Es un hombre guapetón, cachitas, defensor de la justicia, que no se despeina ni cuando lucha contra la muerte. Es un personaje de ficción”. "Y una superwoman es una mula multitarea y sin superpoderes, es una loca estresada y despeinada, que llega a todo como puede, intentando no perder la dignidad. Un ser imperfecto, pero real”.

Así comienza el artículo de Mujerhoy.com que podéis leer completo visitando su página.

El pasado martes asistí a la presentación del libro de Esther Casademont, psicóloga y experta en recursos humanos, y Mar Galtés, periodista.
El salón de actos de la Librería Bertrand estaba a tope...de mujeres, pero hay que decir que también había bastantes hombres, cosa poco habitual en estos actos en los que los hombres parecen creer que la cosa no va con ellos.

En "El timo de la superwoman" se reunen testimonios de mujeres con carreras profesionales de éxito (y una familia que atender) que, con sentido del humor, cuentan sus experiencias, sus dificultades para conciliar ambos mundos y sus renuncias. Y apoyan la idea de que si la conciliación fuese cosa de todos (hombres y mujeres) la superwoman ya no sería un timo.

Como dice el subtítulo: "un libro que no les gustará leer a muchos hombres", y yo añadiría: "pero que todos deberían leer".

(Fotos: Susana Villafañe)

lunes, 15 de febrero de 2010

Lovecraft; su método de trabajo.


1) Preparar una sinopsis o escenario de acontecimientos en orden a su aparición. Describir con vigor los hechos como para hacer creíbles los incidentes que van a tener lugar. Los detalles, comentarios y descripciones son de gran importancia en este boceto inicial.

2) Preparar una segunda sinopsis o escenario de acontecimientos con descripciones detalladas y amplias, y con anotaciones a un posible cambio de perspectiva, o a un incremento del clímax. Cambiar la sinopsis inicial si fuera necesario, siempre y cuando se logre un mayor interés dramático. Interpolar o suprimir incidentes donde se requiera, sin ceñirse a la idea original aunque el resultado sea una historia completamente diferente a la que se pensó en un principio. Permitir adiciones y alteraciones.

3) Escribir la historia rápidamente y con fluidez, sin ser demasiado crítico. Si el desarrollo de la historia revela nuevos efectos dramáticos, añadir todo lo que pueda ser positivo; repasando y reconciliando todas y cada una de las adiciones del nuevo plan. Insertar o suprimir todo aquello que sea necesario o aconsejable; probar con diferentes comienzos y diferentes finales. Asegurarse de que ensamblan todas las partes del relato. Corregir toda posible superficialidad -palabras, párrafos, incluso episodios completos.

4) Revisar por completo el texto, poniendo especial atención en el vocabulario, sintaxis, ritmo de la prosa, proporción de las partes, la efectividad del comienzo, del final, del clímax, el suspenso y el interés dramático, la captación de la atmósfera y otros elementos diversos.

5) Preparar una copia esmerada a máquina; sin vacilar por ello en acometer una revisión final donde sea necesario.

El primero de estos puntos es por lo general una meta idea mental una puesta en escena de condiciones y acontecimientos que rondan en nuestra cabeza. De forma que a veces comienzo el bosquejo antes de saber cómo voy a desarrollarlo.

La atmósfera y no la acción, es el gran desiderátum de la literatura fantástica. En realidad, todo relato fantástico debe ser una nítida pincelada de un cierto tipo de comportamiento humano. El énfasis debe comunicarse con sutileza; indicaciones, sugerencias, creando una ilusión brumosa. Hay que evitar descripciones inútiles de sucesos increíbles que no sean significativos.

¡Feliz semana! (Eso lo digo yo, no Lovecraft :))

viernes, 12 de febrero de 2010

Madame Bovary, de Gustave Flaubert


Esta novela, inscrita dentro del realismo literario del siglo XIX, es considerada una de las más grandes obras de la literatura universal, y sin duda, la mejor de su autor, Gustave Flaubert, a quien le supuso cinco años de trabajo y un gran escándalo que lo llevó ante los tribunales de justicia, al ser tachada la obra de inmoral.

En ella Flaubert hace una critica social de la burguesía de la época y de la perniciosa influencia de la novela romántica en mujeres como Emma, la protagonista, casada con un médico de pueblo, bondadoso y conformista, que le ofrece una vida tranquila en la que Emma se ahoga mientras sueña con aventuras amorosas y grandes pasiones como las que viven las heroínas de las novelas que lee. Lo que la lleva a enamorarse repetidamente y a cometer adulterio, a arruinar su propia vida y la de su familia, arrastrada por la fuerza de su imaginación.


Es una narración exquisita y cuidada (Flaubert era un perfeccionista), con una gran precisión de detalles y una riqueza de vocabulario que la hace imprescindible para cualquier lector/a (y escritor/a) que disfrute realmente con la literatura y no sólo con que le cuenten una buena historia.

Buen finde.

martes, 9 de febrero de 2010

Soplan vientos de cambio


Si el 2009 fue un año importante para mi, el 2010 no parece que vaya a serlo menos; veré mi primera novela publicada y seré una escritora de verdad, de hecho ya lo soy, más que nada porque ya no soy otra cosa. Ya no soy una vendedora que escribe en su tiempo libre, ahora soy escritora a tiempo completo, porque desde hoy mismo disfruto de "vacaciones indefinidas".

Que no cunda el pánico. Yo estoy encantada. Tengo mi economía resuelta por un periodo razonable de tiempo y, entre tanto, espero que sigan pasando cosas buenas para que no tenga que preocuparme en el futuro.

Este era mi sueño: vivir de un modo u otro de escribir. Se ha adelantado un poco a mis previsiones, pero no importa; es un estímulo para que los "me gustaría" se conviertan en "lo quiero ya", para que lo que pensaba hacer "mañana" lo haga "hoy", "ahora".

Me gustan los cambios, me fascinan los retos. Y seguramente las cosas llegan cuando tienen que llegar. Probablemente nosotr@s mism@s lo provocamos, conscientes de ello o no.


Inicio esta nueva etapa de mi vida con alegría, con optimismo, con ilusión y energía. Y estoy segura de que será muy positiva.

Ahora necesito unos días para adaptarme al cambio, para reorganizarme, pero me siento bien.

(PD: Si alguien tiene trabajo para una escritora: colaboraciones, artículos, talleres, etc, deje razón aquí, jeje...).

viernes, 5 de febrero de 2010

Noticias frescas de Katmandú


Ayer estuve en la Editorial Viceversa y conocí a mi editora y parte del equipo.
Fue una reunión muy agradable y me sentí enseguida como en casa. Tanto Montserrat, la directora, como el resto del equipo me parecieron gente muy abierta y cercana y con mucho amor por el trabajo que realizan.
Hablamos de "Nunca fuimos a Katmandú": les gusta, confían en ella, no ven necesidad de hacer cambios (salvo los mínimos en la corrección de estilo); el título también les gusta (¡menos mal...!), y definitivamente, se publicará entre finales de septiembre y primeros de octubre.
Me llevé deberes para casa, de pensar, más que nada: pensar en la portada, en lo que diré en un vídeo de presentación, en una carta a l@s lector@s...Ell@s, por su parte, le darán una relectura y empezarán a enviarme el texto con muchas anotaciones en rojo para que lo corrija.
Estoy deseando meterme de lleno en el proceso; todo es nuevo para mí y seguro que será muy interesante.

Y ya es hora de que os hable un poco de la novela, porque todo el mundo va a comprarla pero nadie sabe de qué va, jeje.

Creo que ya os he adelantado en alguna ocasión que es una historia de mujeres, lo que en el mundo editorial denominan "women fiction".

Se podría decir que es una novela coral: sus protagonistas principales son cinco mujeres, cinco amigas con personalidades muy distintas; actuales, urbanas (Barcelona es el telón de fondo), mujeres con sus problemas, sus penas y sus alegrías y que, como la mayoría de nosotr@s, intentan ser razonablemente felices.
Todo ello contado en el tono irónico y desenfadado que me caracteriza (¡jajaja!), aunque también hay momentos sentimentales e incluso dramáticos.

Y hasta aquí puedo leer. Ya os iré contado las novedades según se vayan produciendo.

Disfrutad el finde.

miércoles, 3 de febrero de 2010

UNA MISTERIOSA DAMA (II)


(Continuación. 1ª parte, post anterior)

Lo primero que hice al día siguiente fue ir al banco. No es que estuviera ansioso por cobrar, sólo quería demostrarme a mi mismo que todo aquello no había sido más que una broma y olvidar el asunto. Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando la cajera empezó a contar billetes y a alargármelos, era como si hubiera acertado un pleno en la mejor apuesta de mi vida. Así que, siguiendo las instrucciones de la misteriosa dama en las que me daba su dirección y hacía una breve descripción de sí misma, me aposté frente a la puerta de su casa y esperé.
Cuando la vi aparecer me quedé sin aliento. Vestía un elegante sastre negro combinado con un sombrero que cubría parte de su rostro, y, pese a que el día era gris y amenazaba lluvia, ocultaba sus ojos tras unas enormes gafas oscuras; la única nota de color la ponía el rabioso carmín de sus labios. La seguí, tal como ella me había indicado, sin tomar demasiadas precauciones; sabía que querría comprobar que me encontraba allí. Y, en efecto, de vez en cuando giraba levemente la cabeza por encima de su hombro y yo me sentía azorado como un colegial, clavando la mirada, pertinaz, en sus vertiginosos tacones.
Entró en un banco, después en un par de tiendas de las que salió sin ningún paquete, y más tarde, se sentó en una cafetería junto a un gran ventanal, encendió un cigarrillo y estuvo hablando por su teléfono móvil unos minutos; parecía discutir con alguien. Después colgó y se quedó allí largo rato fumando impasible, sin tocar la consumición que había pedido, sin mirar a su alrededor, pero plenamente consciente de que era observada. Juraría que disfrutaba de aquel momento, que actuaba para mí. Por fin, dejó unas monedas sobre la mesa y regresó a su domicilio.
Cuando entró en el edificio puso especial cuidado en que la puerta no se cerrara tras ella; la seguí hasta su piso y me agazapé en la escalera. La tarde se alargó terriblemente mientras yo me debatía entre el sueño, el hambre y la curiosidad por saber qué estaría haciendo ella. Entretuve la espera en un duermevela mientras mil fantasías (no del todo confesables) desfilaban por mi mente, hasta que el sonido del telefonillo me despabiló.
Oí el zumbido del ascensor y apenas tuve tiempo de distinguir la figura del hombre que entró en el apartamento. Me acerqué a la puerta y pude escuchar sus voces contenidas. De pronto, sonó un disparo. Me lancé sobre la puerta con la intención de derribarla (siempre había deseado hacer aquello), pero un dolor insoportable en el hombro me paralizó. Entonces, la puerta se abrió y el hombre apareció ante mí, pálido, con el rostro desencajado y un revolver en la mano.
— ¡Suelte el arma!—grité sacando mi pistola.
—Yo…—balbuceaba el individuo al tiempo que el arma caía a sus pies—ella…se ha disparado ella misma...
—Eso tendrá que explicárselo a la policía—dije entrando en el apartamento.
La mujer, embutida en un largo camisón de raso, yacía inmóvil sobre la moqueta mientras sus rubios cabellos se teñían con la sangre que brotaba de su sien. Llamé a la policía.

Ya en mi oficina, las desesperadas declaraciones de aquel pobre diablo todavía martilleaban mi cerebro: “ella me llamó pidiéndome que viniera, me amenazó con suicidarse si no lo hacía…Si, fuimos amantes, pero yo había decidido volver con mi mujer… Cuando llegué parecía tranquila…de pronto sacó la pistola, creí que iba a dispararme, pero en lugar de eso se apuntó a sí misma…quise detenerla, logré arrebatarle el arma, entonces ella cogió mi mano y apretó el gatillo…Se lo juro, agente ¡yo no la maté! ¡Me tendió una trampa la muy…!”

Al día siguiente recibí otro cheque junto con una nota: “Gracias por su ayuda. Ya tiene a su asesino; haga que pague su crimen”.
Entonces me vino a la mente aquella desconcertante sonrisa de triunfo en los labios inertes de la mujer. Ahora lo comprendía todo: ella decidió poner fin a su vida, pero antes, elaboró un plan para convertir la de su amante en un infierno. Y de alguna manera, también la mía, ya que era el único que conocía la verdad…
En todo caso, razoné, la policía me citaría como testigo, no como investigador; yo sólo tenía que declarar lo que había visto. Si a alguien le debía un detallado informe de mi investigación era a mi cliente, y, lamentablemente, había fallecido…
Decidí entonces que había llegado el momento de atender a los sabios consejos de mi madre y replantearme mi futuro, muy lejos de allí.

(Relato original de Lola Mariné publicado en el libro colectivo "Dejad que os cuente algo").

lunes, 1 de febrero de 2010

Una de detectives


Para celebrar la Semana Negra de Barcelona (del 1 al 6 de febrero) os dejo un relato que escribí para un taller. Fue todo un desafío porque nunca había escrito nada de ese estilo ni leído mucho tampoco. El resultado final me gustó tanto que lo incluí en el libro colectivo de relatos "Dejad que os cuente algo".
Como es un poco largo os lo pondré en dos partes para que no os canséis.
Ahí va la primera:


UNA MISTERIOSA DAMA (I)
El timbre del teléfono me sobresaltó. No estaba acostumbrado a oírlo en el minúsculo habitáculo que tenía por despacho; de hecho, solía levantar el auricular de tanto en tanto para comprobar si funcionaba. Solté de inmediato el periódico que tenía en las manos y carraspeé antes de responder.
—Investigaciones Puigbó ¿dígame?—respondí tratando de contener mi excitación y dar a mi voz un tono aburridamente profesional.
— ¿El señor Puigbó?—preguntó una voz femenina tras vacilar unos segundos.
—Yo mismo. ¿En que puedo ayudarla?
—Verá. Quisiera encargarle una investigación…
— ¿De que se trata?
—De un asesinato—respondió.
Me erguí en el asiento y volví a carraspear en un intento de ganar tiempo mientras trataba de pensar con rapidez.
— ¿No debería acudir a la policía?—dije sin demasiado entusiasmo, a sabiendas de que si aceptaba mi sugerencia me quedaría sin caso.
—No—respondió sin vacilar—Todavía no se ha cometido el crimen.
— ¿Podría explicarse mejor?—pregunté temiéndome lo peor.
—Sólo puedo decirle que la víctima…soy yo—dijo con voz serena.
— ¡Vaya! ¡Menos mal! —Bromeé— Por un momento temí que fuese usted la asesina...
Se produjo un embarazoso silencio y me arrepentí de inmediato de mi propia estupidez. Temí que colgara, pero no lo hizo. Suspiré resignado. ¡Otra loca…! pensé, los pirados y los cornudos eran los únicos que marcaban mi número de teléfono. ¡Lástima! Aquella mujer tenía una voz misteriosa, sensual… y yo llevaba meses sin trabajar en ningún caso. Empezaba a pensar que tal vez mi madre tuviese razón: “Has visto demasiadas películas”, decía, “prepara unas oposiciones y déjate de bobadas”. Pero yo siempre había soñado con ser detective.
—Disculpeme, señora—acerté a decir— Continúe, por favor.
—Es inevitable —dijo al fin—Lo único que me importa es que el asesino no salga impune.
—Pero señora, yo…
—Si le parece bien—me cortó— esta misma tarde le enviaré un mensajero con un cheque y las instrucciones precisas.
La palabra “cheque” actuó como un resorte en mi cerebro que me impulsó a ponerme en pie y carraspear de nuevo (aquello empezaba a parecer un tic).
—Como usted desee, señora. ¿Me permite preguntarle quien le ha hablado de mí?
—Las páginas amarillas—respondió tajante, y añadió—: Cuando todo haya terminado recibirá otro cheque.
Colgó antes de que pudiera responder. Ni siquiera me había dicho su nombre. Suspiré y encendí un cigarrillo. Bueno, probablemente no volvería a saber de ella, me dije, antes de que tras la primera ansiosa calada, me acometiera un ataque de tos de tal magnitud que me vi obligado a aplastar el pitillo con fastidio en el cenicero, ante el inminente peligro de morir asfixiado.
Aquella tarde, sin embargo, un mensajero llamó a mi puerta.

(continuará)

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