jueves, 26 de julio de 2012

El placer de escribir

Hace más o menos un año  que empecé mi cuarta novela. Desde entonces, la he ido dejando y retomando en un sinfín de ocasiones hasta abandonarla por completo hace algunos meses, ya fuera  porque tenía otras ocupaciones como mis talleres de escritura, por estar pendiente de la promoción de Nunca fuimos a Katmandú y sus subidas y bajadas en Amazon, por problemas personales, o por puro desánimo ante la falta de respuesta de las editoriales con respecto a mi segunda novela.

Cierto que he estado escribiendo otras cosas, pero tenía la mente demasiado dispersa como para embarcarme en la aventura de llevar a buen puerto una novela, que requiere una disciplina y un compromiso de trabajo diario de por lo menos un año.

La verdad es que no me sentía muy satisfecha conmigo misma. Me pasaba todo el día en Internet y por la noche me acostaba con la sensación de haber perdido el tiempo. Me decía que no era así, que si había vendido 60 o 70 ebooks era porque estaba haciendo un trabajo productivo de promoción, que leía mucho, que escribía otras cosas... pero la sensación de descontento no desaparecía.

De pronto se ha obrado el milagro (¿será cierto aquello de las musas?). La novela ha vuelto a ocupar el primer plano de mi mente y los personajes y las situaciones no paran de desfilar por ella; le doy vueltas, tomo notas, y siento la inaplazable necesidad  de ponerme a escribir. Me marco un horario, me siento cada día en mi rincón, y todo se pone en marcha otra vez. Recupero el placer de escribir. Me encuentro en ese momento creativo maravilloso en el que no puedes pensar en otra cosa que en la trama que estás componiendo,  en los personajes que se van definiendo y van tomando vida propia.

Y me siento mucho mejor.

miércoles, 18 de julio de 2012

Vídeo de la Generación Kindle


Hace un par de meses os hablaba de la Generación Kindle, y hoy os traigo este precioso vídeo que ha elaborado una de las integrantes del grupo, Antonia Romero, cuya novela, La tumba compartida, estuvo durante semanas en el nº 1 de los más vendidos.

Aquí podréis conocer a varios de los miembros del grupo (no están todos porque habría sido demasiado largo) y reconocereis a muchos de ellos.

Aprovechad para tomar nota de futuras lecturas y futuros grandes valores de la literatura. Como decía una amiga mía: "algún día se hablará de la Generación Kindle como se habla del la Generación del 27", salvando las distancias, añadiría yo, y con todo el respeto del mundo y un cierto rubor al repetir sus palabras.

Pero de lo que no cabe duda es de que vivimos una época de grandes cambios en el mundo literario, e, independientemente de la calidad o la trascendencia de estas obras, lo que es indudable es que somos los pioneros y el punto de inflexión que marcará  un antes y un después en la literatura del siglo XXI.

¡Felices lecturas!

lunes, 9 de julio de 2012

¿Vacaciones?

Descubro que cuando se trabaja por  cuenta propia ( y más si es escritora) la palabra vacaciones es una entelequia

Al suponer que se tiene más tiempo libre se quiere recuperar aquello, terminar lo otro, revisar lo de más allá, planificar nuevos proyectos...

Quiero hacer tantas cosas que al final no hago nada porque no acabo de decidir por dónde empezar :/ Y cuando consigo ponerme a la labor siempre tengo la sensación de que se me han quedado muchas cosas por hacer, siempre quedan un montón de tareas pendientes para mañana. ¡No se acaba nunca!

Vosotr@s me diréis: organízate, lleva una agenda. Ya lo hago, queridos y queridas, incluso me dejo un tiempo libre para disfrutar del verano, ir a la playa, a conciertos al aire libre, salidas con amig@s y todas esas cosas  que hace la gente normal. Pero ni  así me libro de esa desazón, de esa ansiedad de tener mucho trabajo por hacer.

Claro, esto no es como cerrar la oficina o el negocio y olvidarse. Mi oficina es mi propia casa, el material de trabajo lo llevo siempre incorporado (en el coco) y el instrumental necesario (PC) siempre está a mano.

La única solución es irse lejos y sin ordenador, que es lo que pienso hacer en septiembre. Lo estoy deseando. Cuando viajo es cuando consigo desconectar de verdad. Por supuesto, me llevo libros y libreta, pero al menos no estoy todo el día pegada a la pantalla, al contrario, incluso me produce un cierto rechazo.

Mientras llega septiembre leo manuscritos, preparo un bonito proyecto para el próximo curso (ya os contaré), escribo, y leo libros y ebooks como una descosida, ¡solo nos faltaba el ebook en nuestras ajetreadas vidas!

Pero también me diréis: "sarna con gusto no pica", y tendréis toda la razón :))

¡Felices vacaciones!

domingo, 1 de julio de 2012

Microreseñas de mis lecturas

Con todo el ajetreo de los últimos meses no he podido comentar todos los libros que iba leyendo, por lo que hoy aprovecho para hacer una pequeña reseña de los que quedaban pendientes.

Los enamoramientos, de Javier Marías:
Esta novela reflexiona sobre el estado de enamoramiento, que parece justificarlo casi todo: las acciones nobles y los mayores desmanes.
Es también un libro sobre la inconveniencia de que los muertos pudieran volver, por mucho que se les haya llorado; también sobre la imposibilidad de saber nunca la verdad, ni siquiera la de nuestro propio pensamiento.
Lo que más me ha gustado del libro es la magnífica prosa de Javier Marías y sus reflexiones filosóficas, aunque a veces me parece que se enrolla demasiado y se hace un poco pesado.

Habitaciones cerradas, de Care Santos:
La historia de los Lax, una poderosa familia de la burguesía catalana, desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.
Violeta quiere convertir en museo la antigua residencia de su padre, un célebre pintor. Lo que la llevará a descubrir los misterios y   miserias familiares, desde los rumores de que la abuela Lax se fugó a Venezuela con el dueño de los grandes almacenes El Siglo, hasta los que ensombrecen las figuras de la matriarca del clan, y de su propio padre,  con el escenario de fondo de una Barcelona cambiante y moderna que explosiona con la llegada de la II República.

El tiempo mientras tanto, de Carmen Amoraga:
María José ha sufrido un accidente de tráfico que la ha dejado en coma. En torno a su cama del hospital, aguardando el  fatal desenlace, sus seres queridos irán desgranando la historia de la joven y la de ellos mismos a traves de  pensamientos y  recuerdos. Sueños perdidos, deseos no cumplidos, frustraciones y rencores que los han convertido en extraños.
Pese a la dureza del tema, Carmen Amoraga le quita hierro usando un tono irónico que relativiza y resta dramatísmo.
Aun así, mejor leedla cuando os encontréis en un buen estado de ánimo.

¡Hala! ¡Ya tenéis lectura para el verano!
Y si éstas no os convencen tengo otras recomendaciones para vosotr@s:
Nunca fuimos a Katmandú y Gatos por los tejados.

¿Os suenan? jeje...

¡Feliz semana!



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