viernes, 29 de agosto de 2014

Cuatro años... toda una vida...

Presentación de Nunca fuimos a Katmandú

En septiembre se cumplirán cuatro años de la publicación de Nunca fuimos a Katmandú, cuatro años desde que mi vida dio un cambio radical y me convertí en escritora a tiempo completo porque la crisis me dejó sin mi trabajo de nómina mensual.


Pero no me importó demasiado, de hecho, incluso me alegré. Tengo alma bohemia, y pocas veces en mi vida he tenido un trabajo fijo. Me gustan los trabajos que no parecen trabajos, hacer cosas distintas cada día  y tratar con gente diferente; disfrutar con lo que hago, divertirme, sentirme realizada y satisfecha.
Presentación de Gatos por los tejados


Sé que para muchos ese es un sueño poco menos que imposible y me siento afortunada.

También hay que decir que hace falta cierta dosis de valor y/o de locura para lograrlo, y por fortuna, ambos ingredientes forman parte de mi personalidad. Por supuesto, vivir como a una le da la gana tiene un precio, pero a mí me ha merecido la pena pagarlo; pesan más en la balanza los momentos felices que los que no lo fueron tanto.
Presentación de Habana Jazz Club


Si lo pienso bien, el cambio, el paréntesis, se produjo en realidad en esos años en los que trabajé, forzada por las circunstancias, como todo hijo de vecino, es decir, con horario y sueldo fijos (más o menos...). Después recuperé mi estilo de vida, el que elegí con apenas 17 años cuando decidí que había venido al mundo a vivir, no a trabajar.

Y estos últimos cuatro años han sido tan intensos, tan productivos, que parecen toda una vida.
Presentación de Nepal, cerca de las estrellas


Aquel primer libro hace tiempo que no está solo: al año nació Gatos por los tejados, después le siguió Habana Jazz Club, más tarde una novela erótica firmada con seudónimo que pulula por ahí... y este año han sido dos los títulos que se han sumado a mi bibliografía: el libro de viajes Nepal, cerca de las estrellas, en español y en inglés y, este mismo  mes, un cuento infantil, Aburrilandia, el país sin libros.

(Casi) Todos mis libros




Pero ahí no acaba la cosa. Ya hay otra novela buscando editorial y estoy escribiendo la que será mi octava obra.

¡Uf! Solo de pensarlo me mareo...

Lo dicho: cuatro años tan intensos que parecen toda una vida.




lunes, 18 de agosto de 2014

Aburrilandia, el país sin libros

¡Niños y niñas! Os presento el libro definitivo, el que os hará amar a los idem por el resto de vuestra vida (y si no, vosotros os lo perderéis).

Bromas aparte, hoy estrenamos Aburrilandia, el país sin libros, pensado para los más pequeños de la casa con el fin de que descubran que la lectura es entretenimiento, diversión,  dejar volar la imaginación hasta limites insospechados y que sepan que con un libro nunca se sentirán solos ni se aburrirán.

Aburrilandia, el país sin libros, nació hace algunos años, cuando trabajaba como monitora de talleres de teatro en varios colegios de Barcelona, y escribía, dirigía y montaba las obras para ser representadas por los alumnos. Me pidieron que preparara algo para  Sant Jordi (día del libro), por tanto, relacionado con los libros. Como anécdota os diré que mi hijo, que tenía entonces ocho años, hacía de Despótikus III, el malvado rey. Lástima que solo tengo la grabación en vídeo (eran otros tiempos), si no, os la pondría.

Con el tiempo, se me ocurrió hacer una adaptación como cuento, pero quedó relegado en un cajón hasta ahora, que de pronto me ha apetecido retomarlo y publicarlo en Amazon.

Me ha llevado una semana entera revisarlo, adaptar dibujitos y colorearlo, pero me he divertido mucho pintando  como cuando era niña, solo que ahora, en lugar de hacerlo con lápices de colores lo he hecho con Paint, ¡Cosas del siglo XXI!

Soy consciente de que el ebook quizá no sea lo más adecuado para niños pequeños, por eso lo he publicado al mismo tiempo en papel y creo que ha quedado un libro bastante mono :)

Los dos formatos están disponibles en Amazon. Y aprovecho para recordaros que Amazon también vende libros en papel, ya que parece que la mayoría de la gente asocia esta plataforma solo al ebook. Sale más económico que en la librería y lo tenéis en casa en un par de días.

Os dejo la sinopsis del cuento: Aburrilandia es un país imaginario en el que gobierna un rey ignorante y malvado que ha prohibido los libros y ha borrado todos los conocimientos de la mente de sus habitantes para que nadie sea más listo que él y pueda quitarle el poder.
Sin libros los niños se aburren,  y están perdiendo hasta la imaginación. Pero un día llega Martina, una niña de otro país a la que no le gusta leer ni ir a la escuela, y cuando ve a los niños tan tristes y aburridos decide ayudarles.
Tras muchas aventuras en las que no faltarán brujas malvadas y magos bondadosos, Martina conseguirá devolver la alegría y la ilusión a sus nuevos amigos.

Pues ya lo sabéis: mamás, papás, abuelos, abuelas, tíos, tías y demás parentela, amig@s y conocid@s, regalad a vuestros niños Aburrilandia para que nunca tengan que conocer ese triste país sin libros :)


domingo, 10 de agosto de 2014

Jimmy, el gato que tenía alma de perro

Se suele pensar que los gatos son independientes, ariscos, poco cariñosos, que no obedecen...por eso muchas personas prefieren los perros, son más fáciles de comprender, y de manejar. Pero quien haya convivido con un gato alguna vez sabe que son seres especiales, únicos, belleza en estado puro, relaja solo mirarlos, y los que los tenemos solo podemos estar agradecidos de que nos hayan aceptado en sus vidas.

Jimmy era un gato muy especial, un gato con alma de perro, para que me entendáis. Mi hijo lo adoptó cuando se fue de casa, lo recogió de los jardines de la Universidad de Barcelona, y por supuesto, al año lo tenía yo porque él se iba de viaje...

En casa ya estaba Lluna, y desde el primer momento le dejó claro con sus bufidos quien era la que mandaba. Pero Jimmy era paciente (y pesado); la observaba, se acercaba despacio, la rondaba, y ella, poco a poco fue bajando la guardia. Primero se mantenían a una distancia prudencial, después Jimmy consiguió sentarse en la otra punta del sofá, y a la semana estaban no solo juntos, sino también revueltos.

Por las noches se volvían locos y se pegaban carreras por toda la casa saltando por encima del sofá sin tener en cuenta que yo no formaba parte de él... Después se relajaban y se peleaban por el mejor sitio encima de mí. Por lo general Jimmy acababa en mis brazos y Lluna en mis piernas, inmovilizándome por completo entre los dos. Nunca olvidaré los ronroneos y la mirada de Jimmy en esas ocasiones: era la viva estampa de la felicidad.


Me seguía a todas partes y acudía cuando lo llamaba; era bueno, obediente, se dejaba hacer de todo sin rebelarse ni rechistar. Y cuando me ponía a leer o a trabajar con el ordenador se sentaba a mis pies y se quedaba tranquilo. Ya digo, como un perrito.

Todavía pienso que está aquí, observándome desde cualquier rincón, y que en el momento en que me mueva aparecerá para controlar lo que hago y me mirará con sus grandes ojos amarillos.

La casa se ha quedado muy vacía sin él. Lluna también lo extraña; está más mimosa que nunca, y de repente parece que se pregunta dónde está su compañero y se pone a buscarlo por todas partes, a rastrear su olor... Supongo que es cuestión de tiempo que los dos nos habituemos a su ausencia, pero nunca le olvidaremos.

Como decía mi hijo: Jimmy era un gato muy especial.





lunes, 4 de agosto de 2014

¡Vacaciones!

Para la mayoría de vosotr@s, aclaro, no para mí, todavía...
Yo me iré en septiembre, cuando tod@s hayáis vuelto y os pueda matar de envidia, jeje. Me voy a Malta, una islita al sur del Mediterraneo pequeña  pero rica en historia, ya os contaré a la vuelta. Y a ver si me inspiro y tengo un invierno productivo (literariamente hablando).

La verdad es que empecé a escribir una novela hace unos meses, pero entre la enfermedad de Jimmy (mi gato, para quien no lo sepa), el verano, la playita, los conciertos a la fresca, las idas y venidas de unos y otros, la preparación de mis propias vacaciones... en fin, que el verano es para disfrutarlo, para "documentarse", jeje, para recopilar material disfrutando de la vida, que nunca se sabe cuando nos puede venir bien (el material, digo, disfrutar de la vida siempre está bien).

Total, que al final decidí, concederme vacaciones de verano (como los maestros) sin sentirme culpable, y empezar a trabajar en serio a partir de septiembre, o sea, cuando vuelva de Malta y me centre un poco. Si Isabel Allende empieza a escribir cada 8 de enero yo empezaré cada 15 de septiembre, que en invierno apetece más encerrarse en casa mientras fuera chaparrea o hace un frío del demonio, ¿no os parece?

Eso no significa que durante este tiempo no esté trabajando. Estoy planificando, tomando notas, dedicándome a la promoción de mis libros, que es un trabajo muy duro e ingrato pero que tenemos que hacer, mis colegas escritores lo saben bien.

Y para los que sí estáis de vacaciones de verdad, os dejo algunas recomendaciones de lectura: por supuesto mis propios libros,jeje, que podéis encontrar en Amazon  tanto en ebook como en papel. Y los de algunos compañeros que he leído últimamente y me han gustado y que podéis consultar en mi lista de lecturas, a la derecha de la página.

¡Felices vacaciones para tod@s!

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