domingo, 26 de octubre de 2014

HABANA JAZZ CLUB en inglés y alemán

¿Una premonición?
Los amigos de FB ya conocen la noticia, pero aunque parezca increíble todavía hay quien no tiene FB y sigue fiel a los blogs, como algunos de los que visitan este tejado. Por eso os cuento aquí el acontecimiento de la semana, que me tiene muy ilusionada y contenta: AmazonCrossing, la editorial de Amazon, quiere traducir y publicar mi novela, Habana Jazz Club, en inglés y alemán.

La semana pasada recibí una solicitud de amistad en FB; tan solo aceptarla me llegó un mensaje en inglés hablándome de AmazonCrossing. Yo pensé: "vale, otra que me pide amistad solo para venderme algo...", y no hice ni caso. Un par de días después recibí el mismo mensaje en mi correo personal, lo leí por encima y respondí, con bastante mala uva, que si me querían vender la traducción de alguno de mis libros, no me interesaba.

Ebook

Al día siguiente llegó un nuevo correo agradeciendo mi respuesta y explicándome el asunto con más claridad: se trataba de una oferta editorial sin ningún coste por mi parte, querían adquirir los derechos para publicar Habana Jazz Club en inglés y alemán y me adjuntaban una muestra del contrato.

Investigué por Internet y descubrí que Amazon llevaba desde el 2010 traduciendo y publicando como editorial a algunos autores de habla no inglesa y parece que se está expandiendo.

Como podéis imaginar, respondí de inmediato que encantada de la vida. Y en esas estamos. Esperando que me envíen el contrato para firmarlo y ver Habana Jazz Club traducida, lo cual ocurrirá en julio del 2015.


Edición impresa

Lo que todavía me estoy preguntando es por qué, de entre los miles y miles de libros y autores que hay en Amazon, se han ido a fijar en mí y  precisamente en Habana Jazz Club cuando se ha vendido mucho menos que Nunca fuimos a Katmandú. Pero no importa, ellos sabrán lo que hacen. A lo mejor la ven más vendible para el lector anglo-parlante, no sé. A mí me encanta que la hayan elegido porque le tengo mucho cariño a esta novela, que sin embargo, no ha tenido tanta aceptación entre los lectores como su "hermana mayor".
A ver si el público anglosajón la valora más.

¡Feliz semana!

domingo, 19 de octubre de 2014

Mi última lectura: El cuaderno dorado, de Doris Lessing

Y hablando de premios Nobel, en el 2007 se lo concedieron a alguien a quien sí conocía y que me alegró especialmente, y creo que también a la mayoría de lectores, puesto que aquella ancianita de sonrisa dulce, la hubiéramos leído o no, nos caía bien a todos.

Se trataba de Doris Lessing, cuya obra cumbre, El cuaderno dorado, ha pasado de generación en generación como símbolo de la literatura feminista. Algo, al parecer, que no era lo que ella pretendía lograr con su novela.

Yo la había leído (o lo había intentado) en la adolescencia, y como es de suponer, no entendí nada, ni siquiera recuerdo si llegué a terminarla. Retomé su lectura el pasado verano y esta vez sí la entendí (y la terminé), y comprendí a aquella adolescente que no pudo superar la prueba.

No es una lectura fácil. Por no tener no tiene ni una estructura de novela que permita seguir el hilo de la historia  con comodidad. Está fragmentada, dividida en cuatro cuadernos, cada uno de los cuales trata asuntos distintos: desde el éxito de la protagonista como escritora con una sola obra hasta una novela que está escribiendo, pasando por el comunismo y sus sentimientos y reflexiones como mujer y como escritora.


No cabe duda de que Anna Wulf, la protagonista es Doris Lessing: una escritora cercana a los cuarenta, divorciada, madre de una niña, feminista y militante comunista, que vivió en África y tiene problemas en sus relaciones personales (especialmente con los hombres).

Creo que el éxito que tuvo en su momento se debió a que hablaba de la sexualidad femenina sin tapujos, de sus sentimientos como mujer, de las contradicciones y el reto que suponía en los años cincuenta ser una "mujer libre", y hacía una dura crítica de la sociedad inglesa de la época, además de mostrar sus dudas sobre el Comunismo.


A mí no me parece una novela feminista. En realidad creo que es una obra intimista, sincera y con un punto de amargura, de frustración. Doris Lessing en estado puro, el retrato de una época. Una de aquellas obras que hay que leer alguna vez.

¡Feliz semana!






domingo, 12 de octubre de 2014

Los que nunca recibieron el Nobel de Literatura


En estos últimos días se ha otorgado el Premio Nobel de Literatura. El galardonado ha sido el escritor francés Patrick Modiano. No sé vosotros, pero yo no tenía el gusto de conocerlo, como tampoco conocía a muchos de los autores que lo han recibido en años anteriores. A lo peor es que soy una inculta, pero me da la impresión de que los premiados son a menudo un descubrimiento para la mayoría de los mortales.

Autores como el propio Modiano, Mo Ya, Tomas Tranströmer, Herta Müller o Jean-Marie Gustave Le Clézio, no me sonaban de nada hasta que se alzaron con el premio. ¿Y a vosotros? ¡Venga! ¡Sed sincer@s! ;)



Y sin quitarles méritos a estos, puesto que no los conozco y seguro que se lo merecen, me sorprende comprobar la lista de ENORMES escritores que jamás lo recibieron, tales como Jorge Luis Borges, Nabokov, Graham Green, Franz Kafka, Tolstoi, Julio Cortazar, James Joyce... ¿sigo?

No entiendo muy bien en qué criterios se basa la Academia Sueca a la hora de concederlos ni que intereses pueda haber detrás (que seguro que los hay), ni tampoco entiendo el prestigio de estos premios que parece que son lo más en el mundo mundial.



Pero creo que el verdadero premio lo dan los lectores, El Nobel del Pueblo, se podría llamar. Ellos son los que de verdad consagran a los grandes escritores, los que los mantienen vivos año tras año, generación tras generación. Y ese es el mayor de los premios que un escritor pueda desear.

Desde aquí, mi enhorabuena a los premiados por la Academia Sueca, y también, y por encima de todo, a los premiados por los verdaderos destinatarios de sus obras: los lectores.

¡Feliz semana para tod@s!




sábado, 4 de octubre de 2014

Viaje a Malta (4)

St. Julian's

Y llegamos a la última etapa de mi viaje. Una semana intensa en un país minúsculo (de apenas 400 kilómetros cuadrados) y sin embargo, repleto de lugares mágicos, increíbles y únicos, varios de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad, como la propia capital, Malta, y los templos megalíticos (siete en total) diseminados por las islas de Malta y Gozo, y con una antigüedad superior a la de las Pirámides de Egipto.




Lamento tener que confesar que pese a que
Vista de La Valleta desde Sliema
estaban en mi programa, no visité ninguno de estos templos. Cometí el error de dejarlos para el último día, y ya estaba tan agotada a causa del calor y las aglomeraciones en autobuses y zonas turísticas que no me sentí con fuerzas. Preferí tomarme el día de relax y pasear tranquilamente por las poblaciones costeras en las que se concentra el turismo de la isla, pero que aún así, conservan todo su encanto. Los templos quedarían pendientes para una próxima visita.



Sliema y St. Julian's, muy próximas a La Valleta, son las poblaciones que concentran mayor cantidad de hoteles, restaurantes, cafés y comercios para cubrir las necesidades del turista. No obstante, mantienen una armonía paisajística y están muy lejos de la masificación y el caos que sufrimos en nuestras costas.


El famoso "LOVE" de St. Julian's

Di un agradable y largo paseo a pie de mar, desde prácticamente las puertas de La Valleta hasta St. Julian's. Después tomé un autobús y acabé la jornada en Buggiba, al norte de la isla, en una de las pocas playas con arena, donde disfruté de mi último baño en Malta y de una hermosa puesta de sol.
Puesta de sol en Buggiba










A día siguiente, de vuelta a casa. Con los ojos y la mente repletos de belleza. Y no quiero acabar este reportaje sin recomendaros visitar este país diminuto e increíble.

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