martes, 19 de febrero de 2019

La influencia de Internet en nuestras vidas



Hoy os quiero comentar una conferencia a la que asistí ayer, impartida por Franco Berardi e Ingrid Guardiola, que me impactó  y me dio qué pensar.
Y aunque no se trate de un tema estrictamente literario, hay que reconocer que Internet ha influido mucho en los escritores de hoy, tanto a nivel de promoción como de la facilidad que nos ofrece para publicar nuestras obras.

Pero no vamos a hablar de escritores sino de la influencia que tiene Internet en la vida de todos los que lo utilizamos.

Voy a comentar de forma muy resumida (para no aburriros), algunos puntos que se tocaron en la conferencia y ahí lo dejaré, para que cada uno le dé al "coco" y saque sus propias conclusiones.

Capitalismo psíquico: se refiere a la acumulación de datos personales por parte de los gigantes de Internet que les permiten manipularnos en todos los sentidos, ya sea político, social, económico, incluso moldear nuestro pensamiento y sentimientos (tremendo, ¿no?).

La soledad del ermitaño hiperconectado: el título ya lo dice todo...


Performance: es la "película" que nos montamos para "vender" a los demás, que muchas veces, poco tiene que ver con nuestra propia realidad.

Voyerismo: es un instinto que tenemos todos. ¿A quién no le gusta meter las narices en la vida de otros? Y eso nos produce una satisfacción, claro.

la opacidad de la transparencia: parece una incongruencia, pero es cierto que cuanto más  nos abrimos (aparentemente), más opacos resultamos porque no ofrecemos una imagen real sino la que queremos transmitir.

Gratificación: los likes son el opio de los internautas. Y está demostrado que recibirlos o no tiene uno efecto en nuestros neurotransmisores (dopamina, serotonina, etc), y por tanto, en nuestra felicidad o desdicha.

Autogratificación y ser cuantificado: a todos nos gusta ser reconocidos y valorados por los demás. Todos y cada uno de nosotros nos sentimos el ombligo del mundo en las redes sociales.

El cuerpo postproducido: damos una imagen tan ficticia en Internet que nos disgregamos de nosotros mismos y luego nos esforzamos por convertirnos en ese "yo" que hemos creado. (¡Alucinante!)

La soledad: nos aislamos del mundo precisamente para estar conectados a él. Nos creamos nuestra propia prisión. Es una soledad autoimpuesta.

La cultura del odio: tras la pantalla parece que todos somos jueces, lo sabemos todo, dominamos todas las materias y estamos en posesión de la verdad absoluta. Por eso nos permitimos criticar sin piedad, juzgar, castigar, incluso unirnos en masa para hundir a otro. Creo que de ese modo (y esto es de mi cosecha) damos rienda suelta a nuestras frustraciones, nuestros fracasos y nuestros miedos.

En definitiva, la gratificación que nos produce Internet, y en particular las redes sociales, nos ha convertido en adictos y seres altamente manipulables.

Es para pensar en ello ¿no?



4 comentarios:

  1. Me resultan muy buen análisis, amiga. Mucha razón en cada punto. Muchos adcitos a la gran red tienen miles de "amigos" cibernéticos, mientras pasan día sin estrechar una mano. Pienso, que Internet es una buana herramienta; pero, hay que saber utilizarla. Siento hasta lástima cuando veo a jóvenes "amarrados a su móvil"...por si fuese poco, muchísimos piensan que la Internet es FB u otra de las grandes redes sociales —al punto de que tengo amigos por el mundo que, aunque se los reitero una y otra vez, que me escriban a mi correo personal: me escriben a través de FB —donde entro bien poco—. Creo que he aprendido mucho en Internet, y me actualizo de cómo va nuestro mundo; pero, pienso yo, que aprendí a buscar lo que deseo. Muchas gracias por presentarnos esta válida entrada, y ojalá sirva a muchos para encontrar el adecuado rumbo dentro del ciberespacio.

    Abrazos

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  2. Hola José, me alegra saber de ti después de tanto tiempo.
    Yo opino como tú que la clave es saber utilizarlo y no dejarse deslumbrar por la satisfacción fácil de conseguir.
    Un saludo.

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  3. Hola Lola.. Muy interesante el contenido de esa conferencia y ayuda a plantearse muchas cosas sobre la influencia de las redes sociales en nuestra vida, pero es tan difícil evadirse de ellas, no se puede vivir sin Internet, y hasta que no lo tienes no te das cuenta de lo dependiente que nos hemos vuelto de ello..
    Es algo parecido a los patinetes, bicicletas y artilugios eléctricos de nuestras calles o mejor dicho de nuestras aceras, ya se ha convertido en cotidiano y no pueden prescindir de ellos, eso si luego hay que apuntarse a un gimnasio para machacarse, así de florecientes están resultando los gimnasios, que cada día hay mas...
    Un abrazo..

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  4. Hola Llorenç,
    pues sí, la verdad es que nuestra vida ha cambiado con Internet y nos resultaría difícil prescindir. Lo importante es saber utilizarlo y desconectar para vivir de verdad.
    Un abrazo.

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