martes, 26 de febrero de 2019

Leer, escribir, viajar



Siempre se ha dicho que leer es una forma de viajar, y no solo en un sentido figurado, sino real. Los libros evocan lugares, o los muestran de forma directa a través de la experiencia del autor, y hacen nacer en nosotros el deseo de conocerlos, de ver con nuestros propios ojos aquello que nos han contado.
Personalmente, me hace mucha ilusión  cuando alguien me escribe para decirme que ha estado en tal o cual país y se ha acordado de alguna de mis novelas que transcurría allí.

Y acabo de darme cuenta de que en la mayoría de los libros que he escrito queda patente mi pasión por los viajes. Algunos los he escrito antes de conocer el país, y como a los lectores, el escribir sobre ellos me ha impulsado a visitarlos; otros, por el contrario, han nacido de una experiencia vivida, a veces por el mero hecho de rememorarla, de revivir ese viaje.



Valga como ejemplo que escribí Nunca fuimos a Katmandú, como queda patente en el título, sin haber estado nunca allí. Lo que me animó a hacer ese viaje y a mi regreso nació  Nepal cerca de las estrellas, narrando mi experiencia.



Habana Jazz Club la escribí a base de documentación, películas y libros. Al final, sabía tanto de esa ciudad que solo me quedaba constatarlo y no me pude resistir. Cuando estuve en La Habana me emocionaba comprobar que era tal y como yo la había descrito sin conocerla y se me saltaban las lágrimas frente al malecón.


En El caparazón de la tortuga se narra un viaje del protagonista que para mi es todavía un deseo por cumplir: recorrer el Sudeste Asiático. Y espero hacerlo pronto.


Con la muerte en los tacones encierra entre sus páginas el
recuerdo de un maravilloso viaje por Sicilia.



En Tras las bambalinas aparece otro lugar que vive en mi recuerdo: Hollywood. Además de Madrid, pero eso ya es más de andar por casa, jeje.





Y en mi nueva novela (en la que todavía estoy trabajando) no me he podido resistir a dar un gran protagonismo a París, ciudad de la que me declaro absolutamente enamorada.

Habrá más libros y más viajes (espero). Siempre soñé con ser una escritora viajera, o una viajera escritora, no lo sé y tampoco importa. Me hace tan feliz lo uno como lo otro y espero seguir compartiendo mis dos pasiones con muchos lectores.




2 comentarios:

  1. !Ah! querida Lola, siempre nos quedara París.. seguro que sera una gran novela con mucho "Glamour".. Que la lecture est propice..
    Un abrazo..

    ResponderEliminar
  2. Llorenç,
    París tiene un algo mágico. Tendré que volver para dar el último repaso a la novela.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Deja la huella de tu pata.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails