jueves, 29 de diciembre de 2016

Adiós 2016/Bienvenido 2017

Estreno del 2016 en Tailandia

Es tiempo de hacer balance de este año que se acaba. 
Para mí ha sido bastante positivo, creo, al menos, no ha ocurrido nada especialmente malo, que ya es mucho. 
En cambio, sí ha habido cosas buenas: viajes, otro libro publicado y mi hijo nómada se ha asentado cerca de mí y parece que de manera indefinida. 
¿Qué más puedo pedir? Pues eso: virgencita, que me quede como estoy.

Presentación oficial de "El caparazón de la tortuga"


Años atrás confeccionaba listas de propósitos; ahora ya no porque me siento satisfecha con mi vida y creo que estoy en la senda correcta, solo me queda seguir avanzando y disfrutando del camino. 



Bueno, sí hay algo en lo que he de seguir trabajando: yo misma. Siempre intentando crecer (no físicamente, claro, eso no tiene remedio) pero sí como persona; puliendo defectos (o

Celebrando mi cumple con mi niño
asumiéndolos) y aprendiendo de los errores. Aunque soy consciente de que, como todo, a vivir se aprende viviendo; así que espero llegar a ser una viejecita sabia y buena persona.



En fin, filosofías aparte, estrené 2016 en Tailandia, lo que no está nada mal. 

En febrero se hizo la presentación oficial de El caparazón de la tortuga en papel, y acaba el año en el Top de ventas de Amazon con más de 700 ebooks vendidos solo en el mes de diciembre.

En mayo acabé una nueva novela

En el Malecón de La Habana
que espero vea la luz en el nuevo año.
 
En octubre pude hacer realidad mi sueño de viajar a Cuba.
 
En noviembre gané un Premio en un Concurso de Relatos. Y así todo un año salpicado de pequeñas y grandes satisfacciones.


Galardonada con un premio de relatos 


Por tanto, como escribió mi hijo en la agenda que me regala cada año: "en el 2017 más y mejor". 

Y eso mismo es lo que os deseo a todos vosotros.




¡Feliz 2017!

martes, 13 de diciembre de 2016

Mis últimas lecturas


Este año he leído un montón. Y no soy una lectora rápida, me gusta recrearme en la lectura, saborearla, releer una frase que me ha llamado especialmente la atención, volver a un párrafo anterior...  Además, casi solo leo por las noches, en la cama. Eso sí, aunque esté muerta de sueño tengo que leer al menos un par de páginas, si no, no puedo dormir. Pues eso, que me ha cundido.

Y mis últimas lecturas han sido:

La carne, de Rosa Montero.
Soledad contrata a un gigoló para dar celos a su ex e inicia con él (con el gigoló) una relación un tanto sórdida. La novela es agridulce, deja un cierto poso amargo; trata sobre la soledad (de ahí el nombre de la protagonista), del declive inexorable hacia la vejez, de la necesidad de amar y ser amado, del fracaso y del temor a la muerte.
El tono desenfadado e incluso humorístico que utiliza la autora, quita hierro a temas tan trascendentales, y a veces duros, e invita a la reflexión.






Lo que esconde tu nombre, de Clara Sanchez.
Un superviviente del campo de exterminio de Mauthausen, viejo y enfermo, dedica los últimos años de su vida a perseguir a sus torturadores nazis y da con ellos en un pequeño pueblo de la costa española en la que disfrutan de una vida apacible y regalada.
Hasta ahí, como veis, la trama resulta interesante, pero va perdiendo fuerza con el paso de las páginas y tiene un final anodino y sin mucho sentido.






Etheria, de Coia Valls.
La autora nos sumerge en la antigua Roma, en un momento de cambio en el que el cristianismo se va imponiendo a las antiguas creencias y divide al Imperio. Ethería es una joven noble e intrépida que emprende un largo y peligroso viaje a Tierra Santa en el que no faltarán peligros y conflictos.
Si os gusta la novela histórica disfrutaréis con esta obra que Coia Valls sabe recrear de forma amena y haciendo fácil la  lectura.










La gente feliz lee y toma café, de Agnès Martin-Lugand.
Esta novela fue autopublicada en Amazon por su autora en 2012 y tuvo tal aceptación que pronto se interesó por ella una editorial y ha sido traducida a varios idiomas.
Trata de una mujer joven que pierde a su marido y a su hija en un accidente y cae en una profunda depresión, de la que logrará salir gracias a su gran amigo Félix y a Edward, un hombre huraño y misterioso que conoce en un viaje a Irlanda y del que acabará enamorándose, ¡cómo no!
Es una novela entretenida y con cierta gracia en los diálogos que se lee con facilidad. Aunque debo decir que no me gusta nada el personaje de Edward y la relación que se establece entre los dos protagonistas: machista y rayando el sometimiento (por parte de la mujer,claro). Pero bueno, parece que eso es lo que gusta a las lectoras...





Desde la sombra,de Juan José Millás.
Como de costumbre, Millás, rizando el rizo, parte de una situación inverosímil que logra hacer creíble y te mantiene en vilo y deseando saber adónde irá a parar.
Damián comete un pequeño hurto en un mercado de antigüedades y se esconde en un armario huyendo de un guardia de seguridad. El armario es vendido antes de que pueda salir de él y acaba en la casa de un joven matrimonio y su hija donde decide quedarse a vivir y convertirse en un "fantasma" que vela por la familia.


Y creo que con esto se cerrarán mis lecturas del año.


¡Felices fiestas y felices lecturas! Y que los Reyes Magos y Papá Noel os traigan muuuchos libros.


martes, 29 de noviembre de 2016

Mis películas favoritas sobre escritores


Se han hecho muchas películas en torno a escritores y el mundo literario. Aquí os dejo una relación de algunas de las que más me han gustado:



LAS HORAS
La historia se centra en un período de la vida de Virginia Woolf (Nicole Kidman) mientras escribía Mrs. Dalloway y se interrelaciona con la vida de otras dos mujeres de épocas diferentes: una esposa infeliz que lee el libro y una editora neoyorquina, una Mrs Dalloway actual que cuida de un amigo escritor con el que tuvo un romance en su juventud y que ahora se encuentra enfermo de sida.








DESMONTANDO A HARRY
Harry Block (Woody Allen), un escritor de mediana edad y con cierto éxito, se ha servido con frecuencia de sus experiencias sentimentales y familiares para escribir sus obras, razón por la cual la mayor parte de sus amigos, parientes y ex-mujeres lo odian. En tales circunstancias, le resulta difícil encontrar a alguien que quiera acompañarlo en un viaje a su antigua universidad para recibir un homenaje. 












MEDIANOCHE EN PARÍS
Un escritor norteamericano algo bohemio (Owen Wilson) llega con su prometida  y los padres de ésta a París. Mientras vaga por las calles soñando con los felices años 20, cae bajo una especie de hechizo que hace que, a medianoche, en algún lugar del barrio Latino, se vea transportado a otro universo donde va a conocer a personajes que jamás imaginaría iba a conocer... 











DESCUBRIENDO A FORRESTER
Conocido en su barrio por su condición de solitario, Forrester (Sean Connery) es un hombre cuyo misterio y excentricidad son casi míticos. Cuando Jamal, un destacado estudiante y atleta negro logra colarse en su apartamento con una cartera repleta de trabajos literarios, de manera inesperada e insólita, se establece entre ellos una relación altamente provechosa.










SHAKESPEARE IN LOVE
Encantadora pelicula que narra la juventud de William Shakespeare, joven dramaturgo de gran talento, que pasa por una mala racha en su carrera. Por mas que lo intenta y, a pesar de la presión de los productores y de los dueños de salas de teatro, no consigue concentrarse en su nueva obra: "Romeo y Ethel, la hija del pirata". Lo que Will necesita es una musa y la encontrará en la bella Lady Viola, con la que mantiene un romance secreto. 



¿Coincidimos? ¿Cuáles son vuestras favoritas?

sábado, 19 de noviembre de 2016

Mis impresiones sobre Cuba: no todo es tan bonito.

Belleza y decadencia

Desde que volví de Cuba he publicado en Facebook fotos preciosas de mi viaje, pero lo cierto es que no todo es tan bonito como parece y no quiero dejar de contarlo.

Pensé en escribir un libro sobre mi viaje porque me parecía que había sido muy especial, pero al final llegué a la conclusión de que con apenas quince días de estancia y habiendo visitado solo la mitad de la isla me faltaban elementos para escribir algo que tuviera un mínimo interés, aparte del meramente turístico o anecdótico.


"Paisaje" desde nuestra habitación en la Habana Vieja
Aun así, quiero compartir algunas impresiones que hicieron de este viaje una experiencia agridulce. La parte dulce la pone la propia isla y los cubanos: paisajes de ensueño, playas paradisíacas, gente maravillosa, alegre y acogedora, a pesar de las condiciones en las que viven.

Y en este último punto, el agrio, es donde me quiero detener.

Cuba se ha convertido en un importante destino turístico, y los turistas, en un "objeto" de deseo y una gran fuente de ingresos para los cubanos.

Lo que queda de las casas coloniales de El Vedado


Me gusta ir bien documentada cuando viajo, y antes de partir había leído varias guías y visitado foros de viajeros. Todo ello me puso en guardia: "los turistas son dólares con patas para los cubanos", "todos intentan sacarte dinero, engañarte, estafarte", "la picaresca está a la orden del día, no te fíes de nadie"...

Por desgracia esas afirmaciones son ciertas. Pero también hay que entender que todo eso ocurre porque sus condiciones de vida son lamentables. Si yo fuera un mandatario de ese país se me caería la cara de vergüenza al ver a la gente pidiendo por la calle una pastilla de jabón, ropa usada, caramelos para los niños, cualquier cosa que para nosotros no tiene el menor valor y para ellos es un lujo.

"Mercado"


Sí, tienen una buena sanidad y educación. La isla está llena de médicos, ingenieros, maestros; cualquier persona con la que hables tiene un alto nivel cultural y todos tienen trabajo, pero tanto un médico como un camarero cobran una miseria, viven en casas ruinosas y tienen que hacer malabarismos para subsistir. Y aunque tengan dinero no pueden conseguir los productos más básicos porque "el bloqueo" impide que entren en la isla, y  por eso se los piden a los turistas.

"Gimnasio"



Sin embargo, nadie se queja (al menos en público), todos sonríen, son amables y cantan y bailan por todas partes (supongo que porque cantando y bailando se olvidan las penas). Allí me dí cuenta de que los extremos se tocan: es tan mala una dictadura comunista como una fascista. La falta de libertades es evidente: de expresión, de movimiento, de progreso. Nadie puede levantar cabeza: todos viviendo en igualdad: en la miseria.

Por eso, aunque vivan en un entorno maravilloso, aunque tengan que separarse de los suyos, aunque mueran en el intento, son muchos los que quieren marcharse.




Cuando me fui, poco antes de las elecciones en EEUU, estaban esperanzados con la
apertura que empezaba a vislumbrarse. Ahora supongo que todo se ha venido abajo. Trump no tendrá que construir ningún muro; el mar es el muro natural que separa a Cuba del mundo y mantiene su realidad oculta.

Podría contaros muchas cosas que he visto allí, que he vivido, pero no me quiero extender demasiado. Solo un apunte más: si vais a Cuba llevad una maleta con todo eso que tenéis en casa y que no usáis y dádselo a la gente. Os lo agradecerán enormemente.

Feliz semana.


sábado, 5 de noviembre de 2016

Retirarse a tiempo


Se dice que retirarse a tiempo es una victoria. Opino, además, que es lo más inteligente que se puede hacer si uno quiere dejar un grato recuerdo, porque de lo contrario se arriesga a que los años, el endiosamiento y/o el deterioro mental le jueguen una mala pasada y el mundo acabe olvidando sus méritos para quedarse solo con la lamentable imagen de un vejestorio decrépito y bocazas.

No me refiero a nadie en concreto (o sí). Son varios los personajes que en estos momentos acuden a mi mente: actores, políticos, escritores...



Por fortuna los escritores no tienen necesidad de retirarse, pueden seguir escribiendo  en  tanto  y cuanto su mente y su imaginación se lo permitan ( o el gobierno de turno no les quite las pensiones y las ganas de seguir creando), pero quizás algunos sí deberían moderar sus apariciones públicas y comentarios.

Pasar de escritor de culto a playboy de pacotilla y decir entre otras lindezas que un canta/AUTOR como Bob Dylan no debe recibir premios literarios sino musicales no deja en muy buen lugar a un "escribidor" de la categoría de Vargas Llosa, a quien un día admiré y supongo que muchos de vosotros también.

Bob Dylan es un poeta, señor mío, y ha escrito (y musicado) grandes poemas a lo largo de su carrera. Es perfectamente merecedor de un premio literario. Como otros muchos compositores, como Joaquin Sabina, por ejemplo, el poeta urbano por excelencia.


Y me aparto del tema literario para recordar a otro personaje que estaría más guapo callado y lejos de los focos: don Felipe Gonzalez, a quien también admiré y seguí en su momento. Pero este es otro a quien los años le  han pasado factura y se ha olvidado de cuando era "Isidoro" y defendía a muerte los ideales socialistas. Ahora, ni su propio partido lo reconoce.


Marilyn Monroe o James Dean siempre serán jóvenes y bellos, aunque convertirse en mitos no entrara en sus planes; Greta Garbo y otras actrices tan inteligentes y realistas como ella, eligieron apartarse del mundo y dejar el grato recuerdo de su esplendor. Otras y otros pueden permitirse el lujo de seguir ahí con dignidad y  regalándonos los frutos de su conocimiento y experiencia. Los hay, en cambio, que deberían retirarse cuando todavía están a tiempo.


Pero supongo que no es fácil aceptar que uno ya no es lo que fue, renunciar al éxito y al reconocimiento que se tuvieron antaño. La vida es cruel...


En fin, después de estas reflexiones domingueras, os deseo una feliz semana.

jueves, 27 de octubre de 2016

¡Y por fin Cuba!




Me enamoré de Cuba cuando empecé a documentarme para escribir mi novela Habana Jazz Club. Entonces me propuse hacer un viaje a la isla lo antes posible, pero han tenido que pasar cuatro años hasta poder ver cumplido mi deseo.




Cuando tuve ante mí el Malecón de La Habana, tantas veces imaginado, me embargó la emoción, ¡no podía creer que estuviera allí por fin! Y no me resistí a la tentación de hacerme una fotografía muy parecida a la de la portada de Habana Jazz Club.




Desde allí, era fácil imaginarse a Billie paseando con sus amigas, sorteando las salpicaduras de las olas entre risas; a Orlando admirando la belleza de la muchacha y dedicándole requiebros; a ambos abrazados, sentados sobre el muro, como hacen tantos cubanos a diario, contemplando el mar y soñando con un futuro mejor, con un mundo que está tan cerca y tan lejos a la vez. Separados de él por la infranqueable barrera del océano y unos ideales arcaicos, obsoletos.


"De niña, Billie, creía a pies juntillas que la vida tenía banda sonora, como las películas, porque no podía recordar un solo día de su infancia en el que la música no hubiera acompañado cada uno de sus gestos cotidianos. Incluso cuando salía a la calle, la asaltaba un mambo, una guaracha o algún bolero, que se encontraba agazapado en cualquier esquina."



No recuerdo cómo ni por qué se me ocurrió este párrafo de la novela, pero he podido comprobar que es completamente cierto. La gente canta y baila todo el tiempo, por todas partes. Lo llevan en la sangre, como dicen ellos. La alegría y el calor humano son parte de su esencia.

Creo que si hubiese escrito la novela después de conocer la isla apenas habría cambiado nada. Si acaso, habría mencionado su cielo apabullante, inmenso, siempre cambiante, las caprichosas formas y colores de las nubes, los repentinos aguaceros y el calor aplastante.


Cuba es como la imaginé, como os la conté.

Dije que no escribiría un libro sobre este viaje, pero me temo que tendré que desdecirme: viajar a Cuba no es hacer un viaje turístico, es mucho más, es un experiencia única y no cabe en un par de posts y algunas fotografías.

Así que, habrá libro :)

¡Feliz semana!




domingo, 25 de septiembre de 2016

Los escritores y las críticas

De todos es sabido que a un escritor, y más aún si es independiente, le gusta más un comentario en Amazon que a un tonto un lápiz. Sin embargo, los lectores son remisos a volver a la página del libro y dejar su opinión. No sé si sea por falta de hábito o porque una vez leído el libro, a otra cosa mariposa, y si te he visto no me acuerdo.

Nosotros nos sentimos decepcionados. Vemos los libros que se han vendido, las páginas que se han leído y... la escasez de comentarios. Nos gusta ese feedback con los lectores, saber qué les ha parecido nuestra novela, si hemos logrado transmitir lo que queríamos, si la han disfrutado, si nos valoran como escritores. Y aunque lo pueda parecer, no es una cuestión de EGO, es más bien todo lo contrario: el arte, la creación, son muy subjetivos, y el escritor siempre se siente inseguro, necesita esa palmadita en la espalda de vez en cuando.

Eso, sin olvidar que los comentarios ayudan a vender libros. Los lectores se fían más de la opinión de otro lector que de la publicidad o el marketing. A veces, ni siquiera importa que esos comentarios sean buenos o malos, de hecho, a menudo la discrepancia en las valoraciones aumenta la curiosidad y produce más ventas.

Pero hay autores que no soportan una mala crítica y se sienten ofendidos, maltratados, incomprendidos, lloriquean en las redes sociales, buscan el apoyo de sus incondicionales y vilipendian entre todos al osado comentarista que siempre será tachado de autor frustrado, envidioso o un malvado sin más.

En ocasiones todo eso es cierto: hay gente mala, envidiosa, frustrada, etc. Pero también debemos aceptar que no podemos gustar a todo el mundo, y a veces, incluso que quien nos critica tenga razón, y debemos respetar su opinión igual que aceptamos las que nos ensalzan y adulan.

Yo creo que a veces es más valiosa una crítica constructiva que muchas alabanzas que no aportan nada. Y tanto el lector como el escritor son lo bastante inteligentes como para saber distinguir lo que es honesto y válido de lo que no lo es.

Ahora no me vayáis a poner todos a parir porque os creéis que me gusta. No me gusta, como no le gusta a nadie, me encanta que os gusten mis libros y que me lo digáis, pero cuando recibo una crítica negativa la acepto humildemente y tomo nota para mejorar, porque se aprende más de los errores que de los aciertos.

Ahí dejo esta pequeña reflexión dominguera. ¡Feliz semana!


domingo, 11 de septiembre de 2016

Nueva reseña de EL CAPARAZÓN DE LA TORTUGA en el blog "Los manuscritos del caos"

El Caparazón de la Tortuga, por Lola Mariné






El Caparazón de la Tortuga de Lola Mariné resultó finalista en el 2ª Concurso Indie de Amazon. Era uno de mis varios libros pendientes, pero ya lo he podido sacar de la lista. Aquí va mi opinión:


Sinopsis:


 Un adolescente introvertido y de carácter sombrío desaparece sin dejar rastro; diez años después reaparecerá convertido en el ganador de un importante premio literario. ¿Qué ocurrió durante esos diez años? La explicación se oculta tras su peculiar relación con un hombre adinerado, atormentado y solitario que consume sus días en una aislada mansión; ese encuentro marcará el destino de ambos.  
Dos escritores, dos misántropos, dos voluntades encontradas. 
Un thriller psicológico en el que nada ni nadie es lo que parece.




El Caparazón de la tortuga es una novela en la que prima el duelo entre dos protagonistas masculinos, un adolescente y un hombre maduro, ambos escritores (uno en ciernes, otro consagrado), por lo que ya desde el principio vemos claro que el germen de la historia va a ir centrado en el mundo de la escritura, ese mundo que muchos idealizan, que otros no entienden. Los que escribimos vamos a vernos reflejados en esos dos protagonistas, tanto en el joven que empieza vacilante y tiene los típicos sueños de grandeza, como en el hombre maduro que ya ha alcanzado cierta cota de fama y el mundo ya ha dejado de ser importante para él.


Sus nicks en internet son Mephisto y Maquiavelo, Mephisto el escritor joven, y Maquiavelo el escritor consagrado de vuelta de todo con una historia por descubrir, una suerte de J.D.Salinger. El autor de El guardían entre el centeno puso en boca de su protagonista  Holden Caufield estas palabras: "Me gustaría encontrar una cabaña en algún sitio y con el dinero que gane instalarme allí el resto de mi vida, lejos de cualquier conversación estúpida con la gente". Esto os dará una idea del tipo de persona que es Maquiavelo, encuadrada en el escritor que prefiere vivir ajeno al mundo.


Hay aspectos que la autora describe que sólo un escritor y amante de la lectura entiende de verdad: Las tardes solía pasarlas en la biblioteca devorando la fantástica colección de libros de su anfitrión y comentando con él sus lecturas.... / ...No podía concentrarse en otra cosa que no fuera el relato que estaba escribiendo, vivía inmerso en el mundo de ficción que había creado...,  pero de todos modos cualquier lector entra en el tema fácilmente.


La trama se va entretejiendo llevándonos al enfrentamiento entre esas dos almas atormentadas que son Mephisto y Maquiavelo. Es una relación entre escritores, por cuanto esas relaciones ya de por si suelen ser complicadas -dos egos son muchos egos-, por lo que la autora va efectuando giros de trama que van construyendo ese vínculo amor-odio y un futuro que va inquietando al lector.


Hay aspectos que noto un poco fríos en esos dos personajes que han provocado que empatice poco, pues puede tenerse empatía hasta con un asesino en serie (no es el rol del personaje sino el modo de crearlo lo que te hace entrar en su terreno), pero quizás ha sido debido a la atmósfera poco cálida que refleja ese caparazón que ha retratado Lola que, después de todo, alberga como lo hacen los caparazones de las tortugas, a un reptil; y quizás, esa sangre fría de los reptiles es la misma de estos dos protagonistas obsesionados con un único fin. Quizás he echado en falta además de esa empatía necesaria algo de sentido del  humor para aligerar algunos momentos, pero lo cierto es que la lectura te llevará a inquietarte, a preguntarte qué sigue ahora, qué sucederá, y aunque la acción no es el fuerte de esta novela, los hechos paralelos van dando dinamismo a la historia, cargada de simbolismos psicológicos que irás descubriendo a medida que avanza la trama.


Una historia de suspense bien tejida, de prosa cuidada habitual en la autora y sólida en su ejecución. Ha sido una buena lectura que recomiendo.

Visita el blog: Los manuscritos del caos


miércoles, 31 de agosto de 2016

Reseña de EL CAPARAZÓN DE LA TORTUGA en el blog "En tus libros me colé"

"El caparazón de la tortuga" de Lola Mariné

Con esta reseña cierro un mes del thriller muy productivo en el que he leído 7 libros. Hoy os traigo mis impresiones de "El caparazón de la tortuga", una novela con la que la autora quedó finalista en el concurso de autores indies de Amazon 2015.

Lola Mariné nació en Barcelona. A los 18 años se trasladó a Madrid para cumplir su sueño de ser actriz y sobrevivió en el mundo del espectáculo durante veinte años. Después decidió regresar a Barcelona donde se licenció en psicología e impartió talleres de teatro en diversos colegios para los que escribió varias obras infantiles y dirigió su puesta en escena. "Nunca fuimos a Katmandú", su primera novela, salió a la venta en septiembre de 2010. En 2012 publicó un libro de relatos, "Gatos por los tejados" y con "El caparazón de la tortuga" quedó finalista del concurso de autores inides 2015 de Amazón.

Sinopsis:
Un adolescente introvertido y de carácter sombrío desaparece sin dejar rastro; diez años después reaparecerá convertido en el ganador de un importante premio literario. ¿Qué ocurrió durante esos diez años? La explicación se oculta tras su peculiar relación con un hombre adinerado, atormentado y solitario que consume sus días en una aislada mansión; ese encuentro marcará el destino de ambos. 

Dos escritores, dos misántropos, dos voluntades encontradas.
Un thriller psicológico en el que nada ni nadie es lo que parece. 


Mis Impresiones:

El año pasado compré varios libros que participaban en el concurso de autores indies de Amazón, y por cuestión de tiempo, no pude llegar a leerlos. Por eso, este mes de agosto, aprovechando que quería quitarme pendientes y mi participación en el mes del thriller, decidí leer este título.

La historia comienza con la desaparición de Ángel, un joven de un pueblo del interior alicantino. El chico dijo a sus padres que iba a pasar el fin de semana estudiando en casa de un amigo, pero el domingo, al comprobar su tardanza y hablar con el compañero, los padres descubren que no estuvo con él, que no eran amigos, todo lo contrario, y en contra de lo que el chico les había hecho creer, no tenía ni un solo amigo.

La policía encuentra en su ordenador, su asidua participación en un foro de escritores, donde Ángel se hacía llamar Mephisto, y su intención de participar ese fin de semana, en un encuentro de escritores. Sin embargo, Ángel no llegó a acudir a la cita y su rastro se pierde a su llegada a Barcelona. 

Ángel, fue un niño inquieto, inteligente, especial, poco sociable, que no sonreía, de mirada concentrada por una miopía que provocó que le pusieran gafas y que le convirtió en el centro de las burlas. Fue un hijo tardío y muy deseado, al que sus padres no le negaron nada, con tendencia a aislarse, un completo desconocido para ellos, que no conocían sus sentimientos, ni lo que pensaba, ni quiénes eran sus amigos.

Un tío suyo le regaló “Las Narraciones Extraordinarias” de Edgar Allan Poe cuando era muy pequeñó, un libro que le impactó y le convirtió en un lector insaciable y voraz, descubriendo así a autores como Lovecraf, Bequer, Stoker, King… que le llevaban del relato fantástico al de terror, y del cuento gótico a las narraciones más macabras. Así nació el deseo de emular a sus ídolos y con 10 años escribió su primera novela. Ángel soñaba con ser algún día un célebre escritor. 

Un salto en el tiempo, nos lleva 10 años después, al momento en que sus padres descubren en los informativos, que se acaba de anunciar el fallo del certamen literario más prestigioso del país. La obra premiada es “El caparazón de la tortuga”, obra de un joven que quiere permanecer en el anonimato y que firma con el seudónimo deMephisto, y descubren que el joven de la pantalla es su hijo. Al mismo tiempo, en su habitación de hotel, Ángel celebra su triunfo, rememorando lo que ocurrió 10 años atrás.

A partir de ese momento la historia lleva un orden cronológico lineal, para conocer lo que ocurrió desde que Ángel desapareció hasta el momento actual, cuando al llegar a esa estación de tren, su destino cambió para siempre al conocer a“Maquiavelo”, pseudónimo tras el que se esconde un afamado escritor: Víctor del Valle, un hombre culto, de distinguidos modales, que le lleva mediante engaños, a su mansión con forma de caparazón de tortuga, con un firme propósito que cambiará el destino de ambos.

A través de un narrador omnisciente, iremos conociendo lo ocurrido, los sentimientos de Ángel ante su nueva situación, como van evolucionando, como surge una complicidad entre ellos, y a partir de la mitad del libro, mediante la técnica del flash back, profundizaremos en la historia y el pasado de Víctor, como llegó a ser el anacoreta en el que se ha convertido.

El estilo de la autora es sencillo pero muy cuidado, y a pesar de su ritmo pausado, por un predominio de la narración sobre el diálogo, mantiene la intriga a través del desarrollo de los personajes y de su compleja relación y de esa ambientación claustrofóbica dentro del caparazón.

Los personajes están perfectamente perfilados y detallados, unos personajes complejos, fríos, perversos, que nos mostrarán el lado más oscuro del alma humana, y en mi caso, no he empatizado ni conectado con ninguno de los dos, entiendo el deseo de Ángel de ser escritor, pero no su frialdad o su desapego familiar, y comprendo la historia de Víctor, pero no comparto la forma de conseguir su propósito, ni el sentido de conseguirlo de esa manera.

En definitiva“El caparazón de la tortuga” es un thriller psicológico sobre las motivaciones del escritor, una novela de ritmo pausado donde los personajes y su evolución, junto con la ambientación claustrofóbica, crean un clima de tensión e incluso de terror psicológico que se mantiene hasta el final del libro, una historia compleja, diferente, arriesgada, con un alto contenido metaliterario, y que si bien por cuestión de gustos no he disfrutado tanto como esperaba, tengo que reconocer que la autora la cierra con un final coherente y redondo.


Esta reseña participa en el mes temático del thriller organizada por Laky del blog: "Libros que hay que leer" 



lunes, 15 de agosto de 2016

"Nunca fuimos a Katmandú" sigue vivita y coleando

Segunda edición

Rastreando Google en un rato tonto, me encuentro con una reseña reciente de Nunca fuimos a Katmandú, que no había visto, en el blog Desván de palabras y pensamientos, firmado por M.A.G a quien no sé si conozco.

Transcribo la reseña porque me ha encantado y me sirve, además, para daros una noticia sobre la novela: muchos lectores me han preguntado cómo podían conseguir el libro en edición impresa, y a todos he tenido que decirles que estaba  agotado y la editorial, propietaria de los derechos, no había tenido a bien sacar una segunda edición.
Ahora, a punto de vencer el contrato de exclusividad y ante la desaparición de la editorial de marras, he decidido subirlo a Amazon (Create Space) en papel a un precio "de bolsillo" de 10€.
Lo podéis comprar allí y en tres días lo tenéis en casa.

Nunca fuimos a Katmandú, para quien no lo sepa, lleva publicada en ebook desde 2012, fue número uno en Amazon ese mismo año y a día de hoy sigue siendo uno de mis libros más vendidos.

Primera edición
Y aquí tenéis la reseña del blog Desván de palabras y pensamientos:

Últimamente tengo suerte, y escojo al azar libros que sutilmente me devuelven a aquellas lecturas que relajan, no se hacen densas ni obligan a hacer grandes esfuerzos memorizando nombres o lugares.
Nunca fuimos a Katmandú es de esos libros que van tomando importancia a medida que pasa el tiempo, porque se trata de historias sencillas, reales, en los que el protagonismo lo cobra la identificación que cualquiera hará al enfrentarse a capítulos íntimos, poblados de afectos, de añoranza en ocasiones, que no rebela en trágico desenlace.  Ahí es en donde la autora me ha dejado con ese gustillo amargo e inesperado, porque si como lectora he presentido el trasfondo de violencia, lo mismo que ocurre en la vida real, he confiado en que la protagonista seguiría a su instinto, y para mi desencanto, me equivoqué de pleno, con lo que corroboro la audacia de la escritora, que ha dejado para el último capítulo el do de pecho de esta novela, sabiendo que en esos últimos párrafos se quedaría el poso y el recuerdo de esta novela.
Espero que la persona que lo haya recuperado del asiento de autobús en el que lo dejé lo disfrute tanto como yo.

Gracias a M.A.G. y larga vida a Nunca fuimos a Katmandú.

domingo, 7 de agosto de 2016

Mis lecturas más recientes


Y con estas me pongo al día. El problema es que me acuerde de la impresión que me causaron, ya que algunos de estos libros hace varios meses que los leí.

Nexus, de Henry Miller. Creo recordar haberla leído por primera vez hace bastantes años; de hecho, forma parte de mi biblioteca en un ejemplar raído y amarillento...
Nexus concluye la trilogía que forma con Sexus y Plexus. Se centra en la relación del protagonista (Miller) con su segunda esposa, Mona, y su lucha por sobrevivir como escritor, además de contener interesantes reflexiones sobre el sexo, la literatura y la sociedad neoyorkina.
Lo mejor: el estilo del autor, sencillo y directo.








La amante imperfecta, de Alfredo Cernuda, es una novela de suspense muy interesante que se desarrolla en varios escenarios, principalmente entre Madrid y Zimbabwe,  y en la que se combinan las relaciones entre los personajes con una oscura trama de tráfico de órganos.
El estilo del autor es cuidado y preciosista, descargado de pretensiones por un cierto tono humorístico.











La rastreadora, de Antonio Lagares, un autor independiente aficionado a los temas oscuros y de intriga psicológica.
Esta es una novela compleja en la que se difuminan los límites entre realidad y ficción. Para mí su lectura no fue fácil, pero algo me impulsaba a seguir leyendo, y supongo que esto es lo interesante de cualquier libro: que te enganche y no puedas parar de leer.









La casa de piedra, de Adelfa Martín, autora independiente mexicana, es una saga familiar que se inicia con la Primera guerra mundial y narra las vicisitudes de varias generaciones de una familia hasta nuestros días, y en la que encontraréis amor, pasión, aventura.












Pídeme lo que quieras, de Megan Maxwell, es una novela romántico-erótica al estilo de Cincuenta sombras de Grey pero a la española y mucho mejor escrita. Me ha sorprendido su alto contenido erótico y lo explícito de las escenas de sexo, aunque tiene un cierto tono de humor que le resta crudeza.











En el país de la nube blanca, de Sarah Lark, es la aventura vital de dos mujeres inglesas del siglo
XIX que emprende un viaje por mar hacia Nueva Zelanda para casarse con dos hombres que no conocen. Una novela entretenida con personajes agradables en un marco exótico que se lee bien.

Y por ahora ya está.
¡Seguimos leyendo!


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