sábado, 31 de diciembre de 2011

¡¡¡FELIZ 2012!!!

Os deseo un 2012 lleno de ventura en el que se cumplan todos vuestros deseos y os dejo con un pequeño resumen de lo que ha sido el primer año de andadura de Nunca fuimos a Katmandú. ¡que no decaiga!
¡Mucha felicidad, alegría y amor para tod@s!

martes, 27 de diciembre de 2011

Las últimas lecturas del año

Termino el año comentando  dos óperas primas de dos autores noveles: por una parte, el fenómeno de El bolígrafo de gel verde de Eloy Moreno, y por otra, Ángeles de cartón, de nuestro amigo y compañero bloguero Mián Ros.

Y si digo que la primera novela de Eloy Moreno (y él mismo) es todo un fenómeno, es porque ha alcanzado por sus propios medios el sueño de muchos escritores y es todo un ejemplo de osadía  y constancia.
Eloy se autoeditó su novela y, ni corto ni perezoso inició un periplo por las librerías de su región ofreciéndosela a los libreros y autopromocionándose en las mismas puertas de los establecimientos repartiendo puntos de libro. El boca-oreja hizo el resto y la Editorial Espasa se interesó por su obra. Actualmente va por la edición número 14 (creo) y sigue triunfando.

El bolígrafo de gel verde cuenta una historia sencilla: un hombre en el meridiano de su vida se halla aposentando en la comodidad y la rutina que él mismo se ha procurado y se siente insatisfecho, tanto, que la búsqueda de un bolígrafo de gel verde desaparecido de su mesa de trabajo se convierte en una obsesión mientras se plantea  dar un giro total a su mediocre existencia.

Con Ángeles de cartón, Miguel Ángel López Matamoros (Mián Ros) nos conduce de la mano a un viaje por los bajos fondos de Madrid con una historia tierna y angustiosa a la vez. Como él mismo dice en la contraportada del libro, "Ángeles de cartón es el grito del pensamiento manifestado desde la zona más oscura de la mente".
Mián Ros tampoco está falto de iniciativa y ha colgado su novela en Bubok,  donde podréis descargarla por un módico precio, y pronto estará también en Amazon. ¡Suerte compañero!

viernes, 23 de diciembre de 2011

¡Felices fiestas!

Mis mejores deseos para tod@s en estos días y todos los días de vuestra vida

viernes, 16 de diciembre de 2011

El regreso del hijo pródigo

Hoy dejamos la cultura de lado para hablar de algo más personal como es la visita de mi hijo después de casi un año viviendo en Sicilia.

Los que estáis en Facebook ya estaréis más que hartos de  mis fotos almibaradas con  cara de pánfila y  mi niño al lado, pero qué queréis, una también es humana, y madre :)

Ya sabéis que en septiembre fui yo a visitarle a Catania, pero no es lo mismo que tenerlo en casa, recuperar de alguna manera la rutina de siempre como si nunca se hubiese ido, verlo entrar y salir, comer juntos cada día, charlar, compartir actividades, paseos por el barrio...en fin, estoy segura de que las que tenéis hijos que han volado lejos del nido me entenderéis perfectamente.

Allí parece que está bien; tiene trabajo y novia, ¿qué más se puede pedir? Bueno, sí, yo podría pedir que el trabajo y la novia los tuviera al lado de casa, pero qué se le va a hacer, si él está bien, yo también. No está aquí el patio como para decirle que se quede. Aunque espero que venga dentro de tres o cuatro meses, como tiene intención, pero a saber, porque cambia de planes cada día...

La sorpresa es que también escribe y lee como un poseso ¡y en italiano!. Incluso ha publicado algún artículo en un portal universitario, www.http://60pezzi.it: "La vita sulla strada", que encierra su filosofía de vida. Aquí os lo dejo, por si lo queréis leer.

Y ahora que ya me he limpiado las babas y he presumido de hijo solo me queda desearos un estupendo fin de semana.

viernes, 9 de diciembre de 2011

El placer de la lectura

Hace un par de días me encontraba en la biblioteca de mi barrio curioseando entre las estanterías, hojeando los libros que me llamaban la atención, recordando algunos que he leído y tomando nota de otros muchos que tengo ganas de leer.
Después, en un banco del parque vi a una chica enfrascada en la lectura de un libro, relajada, ajena a cuanto ocurría a su alrededor. Siempre que veo a alguien concentrado en la lectura me produce una sensación de placidez, de envidia sana. Me trae a la memoria momentos impagables en los que yo también me he zambullido en una historia y me he olvidado del mundo. Algo parecido a lo que me ocurre cuando escribo, aunque sin esa tensión, entre el placer y la angustia, que produce escribir una novela.
Entonces me di cuenta de que, entre unas cosas y otras, hace mucho tiempo que no leo por gusto, que no disfruto de la lectura porque todo cuanto leo es por obligación: manuscritos de los que tengo que hacer un informe, libros de escritura creativa para preparar el taller, compromisos de amigos y conocidos que no tardarán en preguntarme qué me ha parecido su novela y mil ocupaciones más que reducen al mínimo mi tiempo para leer lo que de verdad me apetece.
Es paradójico que cuando más inmersa estoy en el mundo literario no me quede tiempo para disfrutar de la lectura...
Así que he decidido que tengo que ponerle remedio a esto y será uno de mis propósitos para el año próximo: reorganizarme, reservarme un tiempo para mi, darme permiso para disfrutar de uno de mis mayores placeres, precisamente el que me llevó a escribir.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Tardes del laberinto

En los últimos días de noviembre ha visto la luz la segunda antología de poesía y relatos de la Asociación Cultural El Laberinto de Ariadna, editada por  Parnass.

Lleva por título, Tardes del Laberinto, y han participado en ella 52 autores, entre los que me cuento, ya que el presidente de la asociación, Felipe Sérvulo,  tuvo a bien invitarme.

Elegí los relatos Rita y Bruce y Cosas de chiquillos.

El libro se podrá adquirir en algunas librerías y a través de Internet. Os daré más detalles en cuanto los tenga.

El 26 de enero celebraremos el natalicio en un local de Barcelona con toda la pompa y boato que merece.

El Laberinto de Ariadna se reune todos los viernes en el Atenueu Barcelonés para leer poemas o realizar presentaciones de libros. El año que viene presentaremos allí Nunca fuimos a Katmandú, que todavía tiene que dar mucha guerra.

Y con esta buena noticia os dejo hasta la próxima semana.

¡Sed felices!

(Fotos: la portada del libro y mi menda con Felipe Sérvulo en uno de los encuentros semanales).

viernes, 25 de noviembre de 2011

Día internacional contra la violencia machista

UN PERRO GIGANTE  DE PELUCHE
                              
Hoy papá ha vuelto a pegar a  mamá.  Se ha enfadado porque no le ha gustado la  sopa. No sé por qué, yo creo que estaba muy rica. Pero cuando papá la ha probado ha soltado la cuchara de golpe y nos ha salpicado a mamá y a mi. Mamá ha seguido comiendo; a veces, si no le hace caso, papá se calla o se va dando un portazo. Pero hoy no se ha callado ni se ha ido;  ha cogido el plato y se lo ha tirado encima. Seguro que mamá se ha quemado, porque la sopa estaba muy caliente. A mi me ha entrado una rabia muy rara, y casi sin darme cuenta, le he gritado a papá que la dejase en paz. Entonces papá se ha puesto muy rojo y me ha cogido del brazo tan  fuerte que me ha hecho daño, y cuando mamá se ha metido en medio para defenderme le ha pegado una bofetada que  la ha tirado al suelo. “¡Vete a tu habitación!”, me ha gritado papá. Yo no sabía qué hacer, no quería dejar sola a mamá, que estaba en el suelo llorando,  pero ella me ha mirado como si me pidiera por favor que me fuera, y me he ido.  Me he escondido en el armario con mi perro gigante de peluche y me he tapado los oídos. Papá siempre se está enfadando con mamá; dice que es vaga, sucia y tonta. Pero yo  sé que mamá no es nada de eso. Mamá trabaja mucho, se levanta todos los días la primera y le prepara el desayuno a papá, después me despierta,  desayunamos, me lleva al cole,  hace la compra, limpia muy bien toda la casa, hace la comida, me recoge del cole, me ayuda a hacer los deberes, y me baña, y más tarde se baña ella y se pone muy guapa para que papá esté contento cuando llegue de trabajar.  A papá le gusta verla siempre muy guapa y que huela muy bien, por eso yo se que mamá no es vaga ni sucia, como dice papá, y tampoco es tonta; siempre que le pregunto algo sabe la respuesta, y si es muy difícil la buscamos juntos en la enciclopedia. En cambio, cuando le pregunto algo a papá siempre me contesta: “pregúntaselo a tu madre”. Así que no sé…

Me gusta más cuando papá no está. Cuando estamos solos mamá y yo lo pasamos muy bien y está contenta;  en cambio, cuando está papá llora mucho porque papá se enfada con ella y le grita muy fuerte. Mamá quiere hacerlo todo muy bien para que papá no se enfade, pero se ve que siempre hace algo mal… papá dice que la quiere mucho y que por eso tiene que castigarla, para que aprenda. Pero cuando yo hago una travesura en el cole la “seño” no me pega ni me grita, solo me regaña un poquito y luego sonríe para que yo sepa que ya no está enfadada.

A veces me quedo dormido en el armario con mi perro gigante de peluche y sueño que soy grande y defiendo a mamá, y papá se asusta de mí y se va muy lejos y no vuelve nunca más. Pero cuando me despierto sigo siendo pequeño y mamá está llena de moratones, y cuando tenemos que salir de casa se pone maquillaje para disimular, pero igual se le nota un poco y las vecinas la miran raro, como si les diera mucha pena, pero no dicen nada. Yo tengo ganas de gritarles que papá ha vuelto a pegar a mamá y que le digan que eso no está bien, pero mamá dice que no se lo tengo que contar a nadie, y yo me callo. Tampoco quiere que les diga nada a los abuelos, dice que no me creerían; cuando vamos a su casa, papá siempre es muy simpático y se porta muy bien con mamá; los abuelos dicen que tuvo mucha suerte al encontrarle.

Los papás de mis amigos no pegan a las mamás. A mi me dan un poco de envidia, pero de la buena. Me gustaría que papá, mamá y yo fuésemos  juntos al cine o de excursión, como hacen ellos, y que habláramos y nos riésemos. Pero en casa nunca nos reímos…

He estado  mucho rato en el armario abrazado a mi perro gigante de peluche sin poder parar de llorar mientras mamá y  papá gritaban en el salón. Ahora ya no se oye nada. A lo mejor papá se ha ido.  Me acerco de puntillas como cuando juego al escondite con mamá, pero  ella no me persigue porque está tumbada en el suelo, muy quieta. Se habrá quedado dormida. Papá no está. Mamá tiene sangre en la cabeza. La llamó, pero no se despierta.  No me gusta verla así, se le va a manchar el pelo con la sangre. Quiero que se levante y se limpie, y que nos vayamos a la cama y nos durmamos abrazados, y que me diga como otras veces que no me preocupe, que todo se arreglará. Afuera está oscuro,  mamá no se despierta y yo no se qué hacer. Tengo miedo. Me quedo a su lado muy quieto, con mi perro gigante de peluche. “Mamá…mamá…”.

(Escrito por Lola Mariné)

                                                                         

sábado, 19 de noviembre de 2011

La importancia de una coma

"Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda".

Esta frase, vista así, sin puntuación, resulta algo confusa. Sin embargo, con solo ponerle una coma en el lugar que consideremos más adecuado, cambia de sentido totalmente.

¿Dónde la pondría un hombre?
Tal vez así: "Si el hombre supiera realmente el valor que tiene, la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda".

¿Y dónde la pondría una mujer?
¿Alguien lo duda?: "Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer, andaría a cuatro patas en su búsqueda".

Como podéis ver, la coma marca la diferencia.

La puntuación es el tema que vamos a tratar la semana que viene en el Taller   de Escritura Creativa, y mientras lo preparaba, me he topado con  esta frase y algunas más  igual de curiosas y divertidas.

Así que, ¡ojito a la coma! y feliz fide.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Cómo NO escribir una novela

Para preparar mi Taller de Escritura Creativa consulto cada semana mucha bibliografía sobre el tema y en cada sesión  recomiendo  a mis alumnos algún título.

El último que he leído y recomendado es Cómo NO escribir una novela, de Howard Mittelmark y Sandra Newman, ambos escritores, críticos y editores con una larga experiencia.

Es el primer libro sobre escritura creativa con el que me encuentro  que no nos enseña a escribir bien sino todo lo contrario: cómo  lograr que los editores nos rechacen una y otra vez.

Con gran sentido del humor y ejemplos llevados a un extremo que a menudo te obliga a soltar la carcajada, los autores nos van mostrando los 200 errores más habituales que cometen los escritores noveles. Como cualquier otro libro sobre escritura, nos habla de la estructura, el estilo, los personajes, etc. Y nos indica cómo lograr que nuestra novela sea soporífera, infumable, insoportable, espantosa e impublicable.

También os digo que, como cuando un@ estudia medicina (o psicología, en mi caso), acaba pensando que tiene todos los síntomas de todas las enfermedades. Pero se aprende mucho y de una manera divertida, y obliga a estar alerta para evitar esos errores.

Os aseguro que en algunos momentos me he reído hasta saltárseme las lágrimas.

¡Feliz domingo y feliz semana!

domingo, 6 de noviembre de 2011

La princesa de jade, de Coia Valls

En este domingo lluvioso nada mejor que quedarse en casa leyendo un buen libro, como este que os comento hoy: La princesa de Jade, de Coia Valls.

En el año 551 el emperador Justiniano, cumpliendo el último deseo de su esposa Teodora antes de morir, envía una expedición, desde  Constantinopla hasta Oriente, para descubrir el secreto de la seda.
Los expedicionarios, un monje y su joven discípulo, además de  un tejedor de Corinto y su hijo custodiados por un pequeño ejercito, a los que pronto se unirá una joven nómada huyendo de sus perseguidores, vivirán mil aventuras, superarán grandes peligros y encontrarán el amor y el odio en su camino,  en un largo y duro periplo que cambiará sus vidas para siempre.

Coia Valls, que nos hace vivir con intensidad este viaje lleno de colores, sabores y poesía, ganó con esta novela el XIV Premio Néstor Luján de novela histórica.

Escribo esta reseña en un día de lluvia y recuerdo con nostalgia ese viaje que compartí con los protagonistas de La princesa de jade, esa Ruta de la Seda que recorrí hace apenas un mes, todavía bajo el calor del sol, y de la mano de mi amiga Coia Valls.

Gracias, Coia, por este regalo.

domingo, 30 de octubre de 2011

Cuento de otoño

Esta semana he llevado un par de talleres de Animación a la Escritura Creativa en la Escuela de Adultos del Centre Civic Besos de Barcelona.
Se trataba de dar unas mínimas nociones sobre el relato y escribir algo relacionado con el otoño, la castanyada o el dia de difuntos, que es lo que toca en estas fechas.
El resultado fue muy interesante.
Para ilustrar lo que quería que hicieran los alumnos escribí este pequeño relato:


UN AROMA FAMILIAR, ANTIGUO

 “La noche será fría”, se dijo Manuel, mientras se dirigía al rincón del parque que, con apenas unos cartones, había convertido en su hogar. Casi sin darse cuenta, se detuvo ante un puesto de castañas; el chisporroteo del fuego y el olor del fruto seco asándose lentamente, lo transportaron a su infancia, a su pueblo, al repicar de campanas en la noche de difuntos y a las veladas en familia, en torno a una mesa bien provista de boniatos, castañas, panallets y moscatel con el que solo le dejaban mojarse los labios.

¿Qué había ocurrido desde entonces? ¿En qué momento perdió el rumbo? Ni siquiera era capaz de recordarlo.

‑Tenga, buen hombre.

Volvió al presente. La castañera le tendía un cucurucho humeante. Lo tomó con prontitud y musitó un tímido “gracias”.
Prosiguió su camino con aquel pequeño tesoro que calentaba sus manos, sintiendo el aroma familiar, antiguo, penetrando en su nariz, reconfortando su alma. Sonrió, hacía mucho tiempo que no sonreía.

¡Feliz semana!


sábado, 22 de octubre de 2011

Escribir en España es llorar

Lo dijo Mariano José de Larra hace más de doscientos años, aún cuando a él, no le iba precisamente mal escribiendo, pero en su vida privada era un triste y acabó pegándose un tiro a los 27 años.

Ahora, con los tiempos que corren, escribir sí es llorar. Si no escribir, puesto que si lo hacemos es porque nos gusta, sí lo es publicar, y si logramos publicar lo triste es lo  efímera que es la vida de nuestros libros en las estanterías de las librerías, el poco apoyo de las editoriales, que en la mayoría de los casos se limita a imprimir y distribuir la novela, y los adelantos que nos pagan, cada vez menores (si es que pagan alguno).

Pero todo esto, aunque no lo creáis, es una visión muy optimista del panorama editorial, porque ahora, además, las editoriales se lo piensan dos, tres, y hasta cuatro veces para publicar un nuevo título. El año pasado, sin ir más lejos, había montones de presentaciones de libros todos los días, este año hay bastantes menos. Y publicar una primera novela ya no es lo más difícil, es igual de difícil publicar la segunda, la tercera o la que sea.

En fin, ya veis que hoy no estoy muy animada, pero ya se me pasará.

Para cambiar un poco el tono sombrío de este post os dejo una estupenda entrevista que me hicieron en la radio la semana pasada, y os cuento que el Taller de Escritura Creativa va muy bien,  y que el próximo viernes hago una nueva presentación de Nunca fuimos a Katmandú en una biblioteca de Barcelona.

Tengo mucho trabajo, no me puedo quejar, pero mi segunda novela está tardando en salir adelante más de lo que esperaba y eso me tiene un tanto ansiosa. Espero poder daros pronto una buena noticia.

Feliz semana

domingo, 16 de octubre de 2011

Otoño

Aunque este año el otoño se está haciendo el remolón, hoy tenemos un día típicamente otoñal: sol y nubes compiten por adueñarse del cielo, el aire es fresco, y el ánimo se debate entre esa ambivalencia propia de la estación: melancolía, nostalgia, la intimidad y la calidez recuperadas tras las ventanas cerradas...

Hoy, con cierto rubor, os traigo el poema de una adolescente inquieta, inocente (no como las de ahora...), navegando un poco a la deriva, intentando comprender el mundo en el que le había tocado vivir. A lo mejor la conocéis...

El poema, cómo no, se titula: Otoño

Te quiero otoño,
te quiero porque eres triste,
por tu compañía silenciosa,
porque como cada año, viniste.
Te quiero otoño,
te quiero por ser poeta,
porque nuestra es la noche
y el cielo, y las hojas secas.
Te quiero otoño,
porque eres fiel compañero
de mis noches silenciosas,
porque comprendes mis prosas.
Te quiero otoño,
te quiero por ser poeta,
te quiero porque eres triste,
te quiero...porque viniste.

Comprenderéis que finalmente me haya decantado por la prosa...

¡Feliz semana!

lunes, 10 de octubre de 2011

Tres años de blog

Y parece que fue ayer cuando escribí, tímidamente,  aquel primer post dedicado a la memoria del irrepetible Paul Newman, que acababa de dejarnos sin el brillo insolente de su mirada azul.

Desde entonces, han cambiado muchas cosas en mi vida, todas para mejor. La mayor parte de los sueños, que casi no me atrevía ni  a soñar, se han hecho realidad y he podido compartirlos con vosotros: soñaba con publicar la novela que acababa de terminar y con ser una escritora a tiempo completo, y lo he conseguido. Mi primera novela, Nunca fuimos a Katmandú, se publicó hace un año y  sigue viva y presente en las librerías, y yo sigo luchando por ella. De hecho, tengo varias presentaciones,  programas de radio y actividades pendientes que ya os iré contando.

Pero como de escribir novelas no se vive, tenía claro que quería hacer cosas relacionadas con la escritura para sobrevivir, y a estas alturas, me falta tiempo para todo: imparto un taller de escritura creativa, colaboro con mi agencia como lectora, realizo varias actividades en asociaciones de las que formo parte y tengo mil proyectos más que, visto lo visto, estoy convencida de que saldrán adelante.

No me queda mucho tiempo para el blog, aunque parece que a muchos de los amigos que se asomaban hace tiempo por aquí, tampoco. Cambian los intereses o cambian las querencias, o ambas cosas. Otros seguís aquí (y os lo agradezco), y también hay gente nueva.
Me gusta mantener este rinconcito y ese contacto, y espero seguir haciéndolo por mucho tiempo y que sigáis ahí.

Gracias a tod@s un año más.

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Por qué escribe usted?

Ayer iniciamos el Taller de Escritura Creativa y todo fue  muy bien, creo que  los asistentes  salieron contentos y yo también.

Hablamos del oficio de escribir, de por dónde empezar, de como organizarse, de la importancia de ser constante y disciplinado, y de muchas cosas más, porque en mi entusiasmo  casi les doy todo el curso en la primera sesión ¡jajaja!.

Después nos preguntamos por qué queremos escribir (la pregunta del millón), y les leí algunas de las respuestas que dan a esa pregunta más de doscientos escritores de todo el mundo recopiladas en un libro editado por Fuentetaja en 2001.

Hay motivaciones que son comunes a la mayoría de escritores y aquí os dejo unas cuantas que me han parecido significativas:

Escribir no es  una elección, es una forma de vida (Kobo Abe)

Para responder a una necesidad interior, a una vocación; aunque quisiera, me sería imposible no escribir (Jorge Amado)

Para mi escribir es una fatalidad, una fuerza natural. Felicidad y maldición.  (Reinaldo Arenas)
 
Me divierto escribiendo, me divierto mucho (Juan Benet)

Para no morir. Todo escritor es Sherezade (Héctor Bianciotti)

Escribo para responder a una urgencia, una necesidad interior (Jorge Luis Borges)

Para que me quieran más (Bryce Echenique)

Para aprender cosas que no sé (Italo Calvino)

No puedo imaginar vivir sin escribir. Es como respirar. Cuando me separo demasiado tiempo de mi máquina de escribir me siento culpable y desdichada (Nancy Cato)
 
Para no volverme loco (Jerome Charyn)

Escribir es como una droga. Si en ciertos momentos escribir crea una tensión insoportable, la depresión por no escribir es mucho peor (Bruce Chatwin)

La escritura representa una especie de catarsis personal (Paul Dakeyo)

Escribir lo que a uno se le pasa por la cabeza, embellecerlo y venderlo, es una forma muy agradable de ganarse la vida (Jean Patrick Donleavy)

Escribo para ser vagamente feliz. Me evito la molestia de ir al psicoanalista.  (José Benigno de Almeida)

Porque si no escribiese me hundiría en la desesperación. Porque es un vicio (Penélope Farmer)

Para realizar en la ficción un deseo que no se puede realizar en la realidad. Por el deseo, la necesidad de comunicar (Max Frisch)

 Escribo para que la vida merezca la pena, para hacer del mundo un lugar soportable (Helen Garner)

El impulso de escribir responde a un instinto innato (F. Gorenstein)

Mi amor a la vida es vacilante,  escribo para asegurar mi supervivencia (Jim Harrison)

Escribo para no estar solo, para sobrevivir (Meter Hartling)

Empecé a escribir para exteriorizar una emoción, para verla ordenada sobre el papel. Por divertirme. Después se convierte en una forma de vida, en una droga (Patricia Highsmith)

Escribía por la alegría de escribir, por esa euforia que, sin haber bebido, mostraba signos de ebriedad (Bohumil Hrabal)

Escribo  porque la existencia me ahoga (Lidia Jorge)

Nunca estoy menos sola que cuando estoy sola escribiendo, nunca estoy más viva que cuando escribo (Ana María Matute)

Escribir me salva de todo. Es una forma de vivir sin morir, de morir sin morir (Silvina Ocampo)

Por egoísmo, por parecer listo, por ser recordado después de muerto; por la belleza en las palabras y su acertada combinación (George Orwell)

Al escribir  arrojamos parte de nuestras angustias y nos vengamos de las frustraciones.(Arthur Pestana)

La escritura es salvadora, un dique contra la soledad. De todas las luchas, la que prefiero es la que libro con las palabras (Elena Poniatowska)

Para librarme de  obsesiones y sentimientos opresivos, para crear sin otro instrumento que las palabras, porque ante mi máquina de escribir me siento libre y poderoso (Julio Ramon Ribeyro)

Para escapar de la realidad (Robert Stone)

Por rebeldía, por desacato a la realidad (Mario Vargas Llosa)

¿Y tú? ¿Por qué escribes? 

jueves, 29 de septiembre de 2011

Taller de Escritura Creativa


Todos sabemos que de escribir novelas no se vive, salvo honrosas (o no) excepciones.
Yo ya era consciente de esto y desde el primer momento me planteé otras opciones para subsistir, eso sí, relacionadas con la literatura.

Mal que bien, las cosas han ido saliendo, y en este momento en el que se cumple un año de la publicación de Nunca fuimos a Katmandú (visitad el blog oficial para ver balance y reflexiones), he alcanzado otra de las metas que me había propuesto: ofrecer talleres de escritura creativa.

El próximo martes 4 de octubre empiezo uno en la Llibrería Nhoa de Barcelona que durará hasta Navidad. Aquí tenéis toda la info por si hay alguien de Barcelona a quien pueda interesarle ¡todavía estáis a tiempo!

Creo que voy a disfrutar mucho con este trabajo y espero que también lo hagan quienes lo compartan conmigo. Me entusiasma hablar de literatura y transmitir a otros, tan ilusionados como yo, lo que he ido aprendiendo a lo largo de los años a base de  práctica, lecturas y cursos.

Ya os iré contando como va y la cosas más interesantes que vayan surgiendo.

Las fotos (hechas por Susana Villafañe), son de la charla informativa que ofrecimos el martes pasado.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Crónica de Catania

¡Hola a tod@s!
Ya recuperada del viaje y con la perspectiva de la distancia paso a contaros mi viaje a Catania.
La experiencia de la casa okupa fue eso: toda una experiencia. Aunque mejor de lo que imaginaba. Mi hijo me cedió su habitación con vistas al Duomo (la catedral), que tiene bastante "apañada";   nos alumbrábamos con velas y nos "duchábamos" con una manguera en el jardín; fue como estar de acampada o algo así.
La casa era una antigua imprenta en la que todavía se conservan periódicos desde el año 1934. En ella viven varios chicos y celebran fiestas los fines de semana para subsistir. A menudo me cruzaba en el pasillo con algún desconocido, y creo que los más sorprendidos eran ellos al toparse con una señora de mi edad y condición, jeje.
Fue divertido, pero tengo que confesar que mi casa me pareció un palacio cuando regresé a ella.

Por las mañanas Álvaro trabajaba y yo paseaba por la ciudad y hacía la compra como una siciliana más, Catania es una ciudad pequeña y muy agradable en la que conviven el barroco siciliano y las ruinas romanas que encuentras a cada paso.
Por las tardes visitábamos  algunas poblaciones de los alrededores.

En la costa, las rocas negras de lava volcánica ofrecen un paisaje único. Estuvimos a Aci Trezza, Acireale, Siracusa y Ortigia.
Me ha costado seleccionar unas cuantas fotos de entre tantas imágenes maravillosas, pero podéis ver más en Facebook donde he creado un álbum. La foto del tramonto (atardecer) está especialmente dedicada a Cantares, que me la había pedido ;) Y he añadido un amanecer en el Etna que tampoco tiene desperdicio.

Por las noches, después de cenar, a falta de tele, internet o lectura (imposible para mi leer a la luz de las velas) pasábamos un rato de botellón (allí no está prohibido) en la Piazza del Teatro o la del Duomo. Una curiosa fauna urbana se reune allí cada noche: las chicas muy arregladas y con tacones de vértigo para el suelo adoquinado de la ciudad, y los chicos...¿cómo os diría? como los de las pelis de mafiosos de los años sesenta, para que os hagáis una idea.
Mi hijo, que parece el alcalde de la ciudad y conoce a todo el mundo, me presentaba a amigos y conocidos que alucinaban bastante con la madre del spagnolo: noctámbula, bebedora, tatuada y residente en casa okupa ¡jajaja! con lo conservadores que son ellos.

Lo mejor, pasar unos días con Álvaro después de tanto tiempo y tener la sensación de que nunca nos hemos separado.
Lo peor, tener que esperar hasta Navidad para volver a verle. Pero bueno, parece que él es feliz allí y eso es lo que importa.

lunes, 12 de septiembre de 2011

¡A Sicilia!

Mañana salgo para Sicilia a pasar unos días con mi hijo Álvaro; concretamente, a Catania, donde parece haber encontrado (por ahora) su lugar en el mundo...

Llamadme loca, pero en principio pienso instalarme con él en la casa okupa donde vive ¡jajaja! si no lo soporto buscaré algún bed & bredfast por allí cerca, pero me apetece probar la experiencia, y sobretodo, pasar con él todo el tiempo posible porque no nos vemos desde finales de enero, cuando decidió marcharse otra vez, y tiene toda la pinta de que piensa quedarse allí, por el momento. Tiene trabajo y (ahora que no nos oye) una novieta, así que...

Ya os contaré a la vuelta. Seguro que me traeré mil historias. De hecho, la novela que estoy escribiendo transcurrirá en parte en Sicilia. La verdad es que es un lugar que me fascina, la isla, la gente, todo.
Por supuesto, me llevo mi cuaderno de notas y la cámara, para no perderme detalle.

Por todo esto, llevo un tiempo viendo películas y leyendo libros en italiano.
He visto La dolce vita, El gatopardo, e incluso una de Federico Moccia, ese de los best sellers para adolescentes, ¡jajaja!
He leído Fuori, de Susana Tamaro,  de la que ya os hablé; Seta, de Alessandro Barico; y estoy leyendo Piccoli equivoci senza importanza, de Antonio Tabucchi, y Il mare in discesa, de Romano Battaglia.

Leer novelas en el idioma original es una buena manera de aprender, y mucho más divertido que estudiar gramática y leer aburridos textos que no nos interesan. Claro que hay que tener paciencia y un buen diccionario a mano, pero con el tiempo te das cuenta que cada vez lo utilizas menos, y eso es  muy gratificante.

Bueno, pues ya os contaré.

Ci vediamo. Bacci!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El arte de la ficción, de John Gardner

John Gardner fue escritor, traductor y profesor de escritura creativa.

En El arte de la ficción, con un tono humorístico, irónico, y a veces un pelín cruel, nos da algunas pautas para convertirnos en buen@s escritor@s, o al menos, intentarlo.

Transcribo algunos de sus consejos de forma telegráfica, pero lo mejor es que  leáis el libro y vosotr@s mism@s  encontreis lo que os parezca más interesante:

- Aportar detalles para guiar la imaginación del lector.
- La viveza del detalle da vida a la ficción.
- Mantener siempre el interés, lo peor que le puede ocurrir a un escritor es  que la mente del lector se   distraiga.
- Ser capaz de transmitir lo que ve y siente el personaje. Tener empatía.
- Huir de los términos abstractos, hay que ser lo más concreto posible.
- Los verbos simples son más potentes.
- Evitar en lo posible la voz pasiva.
- Las frases deben  ser  claras,  hay que tener cuidado con las subordinadas.
- Poner atención al efecto poético del ritmo y la prosa.
- Evitar las largas descripciones, explicar las  situaciones a través de la acción y los diálogos.
- No explicar los sentimientos de los personajes, es el propio lector el que debe interpretarlos.
- Escribe sobre lo que te interesa y entretiene.
- Mostrar, no contar.
- Cuidar el ritmo.
- Tener un amplio vocabulario, incorporar palabras nuevas.
- Transmitir emoción sin caer en el sentimentalismo.
- No buscar la originalidad, viene dada por la personalidad del propio escritor.
- Para que una narración sea fresca no  debemos tenerlo todo previsto, el escritor conocerá el desenlace de la novela cuando lo escriba.

¡Hala! ¡A trabajar! Ya teneis deberes para empezar el curso.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Últimas lecturas

El mes de agosto, este mes fantasma y extraño para los que no nos vamos de vacaciones, en el que todo está parado, los amigos se ausentan, el ritmo de las ciudades se relentiza (aunque cada año menos, con esto de la crisis...), a falta de algo mejor que hacer, salvo alguna escapadilla a la montaña, ir a la playa y a algún concierto, he adelantado muchas lecturas.

Me he metido p'al cuerpo tres manuscritos por motivos de trabajo y otros tres libros por apetencia personal.

De los manuscritos, como es lógico, no puedo hablar aquí.

En cuanto a los libros, he releído, como ya os comenté, Confieso que he vivido, de Pablo Neruda, que cuando lo leí de jovencita me encantó, pero ahora no me ha gustado tanto. Entonces creo que me entusiasmó por todos los viajes que narra, por la vida misma de escritor, que me parecía fascinante; pero al releerlo ahora (aparte que he desarrollado un terrible sentido crítico) me ha parecido un compendio de anécdotas y mucho autobombo disfrazado de humildad.
Me quedo con sus poemas.

En cambio, El arte de la ficción, de John Gardner, ha sido una lectura muy interesante a la que le dedicaré un post otro día porque puede ser muy útil para los escritores, a los que ya, de paso, os recomiendo que la leáis.

También he leído, Sicilia, de Ismael Grasa. Es un sencillo diario de viaje, escueto, telegráfico, pero me ha resultado ameno porque he podido recordar los lugares que conozco de la isla e ir haciéndome una idea de los visitaré en apenas dos semanas.

Porque sí, queridos y queridas. Ahora me toca a mi irme de vacaciones y el día 13 salgo para Sicilia a visitar al hijo pródigo y aventurero que me ha tocado en suerte. Pero de eso ya hablaremos otro día.

Bienvenidos y resignación, que solo faltan 12 meses para las vacaciones, jeje...




viernes, 26 de agosto de 2011

Medianoche en París

Un escritor norteamericano  llega a  París con su prometida y los padres de ésta. Un noche, hastiado de sus acompañantes, se zafa de ellos y  vaga por las calles del barrio Latino buscando inspiración y soñando con los felices años 20 en los que la ciudad era vivero de intelectuales y artistas.
De pronto, al dar las doce, surge la magia: un auto antiguo se detiene ante él y lo invita a subir; es su billete al pasado.

Sorprendido, se ve inmerso en ese París soñado en el que se codea con personajes como  Ernest Hemingway, Pablo Picasso, Scott Fitzgerald, Salvador Dalí o Luis Buñuel.

A partir de ahí, cada noche escapará de su tediosa vida de turista y, a las doce en punto, tras escuchar las campanadas de una iglesia cercana, se sumergirá en ese ambiente bohemio para compartir unas horas con la élite de la cultura parisina .

El mejor Woddy Allen ha vuelto con esta película. El de La rosa púrpura del Cairo, el de Hanna y sus hermanas, el de Manhattan.

Medianoche en París es una deliciosa fábula que se mueve entre la realidad y la ficción y nos muestra un París maravilloso, con ese color intimista y melancólico del cine de Allen.

Id a verla dispuest@s a soñar, y sonreír.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails