viernes, 24 de abril de 2015

El día después



Sant Jordi siempre es una fiesta preciosa, tanto para escritores como para lectores. Y hablo de Sant Jordi y no del día del libro en general porque creo que lo que pasa en Barcelona no pasa en ninguna parte, y si me equivoco me corregís.

El aire de fiesta (sin serlo) la alegría y el entusiasmo que se respira, esa avalancha de gente en las calles que solo es comparable (o no) a las compras navideñas. Por todas partes ves libros y rosas y a un público entregado, paseando por los stands de librerías y editoriales, hojeando libros, preguntando, comprando libros con la ilusión de llevárselo firmado por su autor.


Lo cierto es que hace varios años que no puedo pasear por las calles y disfrutar de la fiesta ni acercarme a  mis autores favoritos. No lo lamento, eso significa que yo estoy del mismo lado que ellos, pero no negaré que también lo encuentro a faltar. Bueno, lo digo bajito, no me castiguen los hados y el año que viene no tenga un libro que firmar...

En realidad espero tenerlo. Por eso, el día después, hay que volver al trabajo. Mientras termino una novela, otra ya está a punto de publicarse (pronto os contaré), y todavía quedan presentaciones y charlas de Nepal, cerca de las estrellas.



De momento deciros que el día de ayer fue maravilloso y que me encanta dedicarme a este oficio tan duro y tan gratificante a la vez.

¡Hasta la semana que viene!

viernes, 17 de abril de 2015

Sant Jordi 2015

Un año más ( y ya van cinco) tendré el placer de participar  en esta gran fiesta de la cultura desde el interior de una caseta (de dos, para ser exactos), que es lo que más ilusión puede hacerle a un escritor.

Siempre recuerdo con cariño, cuando llegan estas fechas, cómo me gustó toda la vida el ambiente de Sant Jordi; las casetas con los libros, observar a los escritores que admiraba y llevarme un libro con su firma, ver rosas por todas partes y recibir alguna de regalo, también algún libro.  Sant Jordi en Barcelona es una fiesta que hay que vivir, no se puede contar.
Sant Jordi 2014

En mi último año de lectora de a pie, cuando Nunca fuimos a Katmandú ya estaba en marcha, me atreví a soñar con estar "del otro lado", firmando libros y charlando con los lectores. Al año siguiente, allí estaba yo, pero la cosa no fue exactamente como había imaginado: Sant Jordi cayó en Semana Santa y además en sábado, por lo que en Barcelona había más turistas que posibles lectores. Aun así lo disfruté y he tenido otras ocasiones para resarcirme.

Este año no tengo libro nuevo, por lo que tenía previsto limitarme a pasear entre las casetas, saludar a los colegas y llevarme algún libro. Pero Nepal, cerca de las estrellas sigue en pleno apogeo y mi editora ha tenido a bien pedirme que vaya a firmar a la caseta de Parnass Ediciones. Por otro lado,  mi amiga y compañera Isabel del Río me ha invitado a hacerlo en la librería La Font del Mimir.

Sant Jordi 2013
Así que, si todavía no tenéis Nepal, cerca de las estrellas, o si lo tenéis y os apetece pasaros a darme un beso y charlar un ratito, podréis encontrarme en:

De 12 a 13h en la librería La Font del Mimir (C/ Costa i Cuixar 5) metro Maragall, creo.
De 17 a 19h en Parnass Ediciones (Rambla Catalunya 26) frente a la Casa del Libro.

¡Os espero! Siempre es un placer encontrarnos, pero  aún más en un día como el de Sant Jordi.
¡Anotadlo en vuestra agenda!



miércoles, 8 de abril de 2015

Homenaje a Billie Holiday


Ayer se cumplieron 100 años del nacimiento de Billie Holliday  (7 de abril de 1915),  y como comenté en Facebook, ella sigue viva porque los grandes artistas nunca mueren, y siempre nos quedará su voz y sus canciones.

En realidad su vida fue breve (murió a los 44 años) y muy dura, lo que se traslucía en su forma de interpretar las canciones y es parte de su leyenda.

La primera vez que la oí me enamoré de su voz y del jazz, y desde entonces me sentí en deuda con ella. Cuando escribí Habana Jazz Club su espíritu se coló en la novela de manera inesperada. Yo quería hablar de una cantante, de un club de jazz, de los personajes que se daban cita en un oscuro local de Barcelona y de sus historias, y entonces Lady Day me susurró al oído el nombre de la protagonista: Billie. Y a partir de ahí vino todo rodado.


Habana Jazz Club no es una biografía de Billie Holiday. Es un pequeño homenaje que quería brindarle a través de Celia, la madre de la protagonista, que cantaba sus canciones en su Cuba natal y le puso a su hija el nombre de su admirada cantante y le trasmitió su pasión por su música; lo que,  de algún modo, marcaría el destino de la joven cubana.

Siempre he dicho que esta novela tiene banda sonora. Toda ella está salpicada de canciones de Billie Holiday, de blues y de otros intérpretes de jazz. Me gusta pensar que cuando alguien la lee rememora esas canciones o siente la curiosidad de buscarlas y escucharlas si no las conoce.


 Cuando publiqué el libro  puse en la cubierta una  imagen de Billie Holliday.  Después alguien me  aconsejó cambiarla y lo hice en el ebook. Quizá  la  portada de éste último diga más sobre el contenido  de la novela, pero en la  edición en papel mantuve  la imagen de Billie, que es la que siempre  me  gustó más.


 Si tenéis interés podéis encontrar la novela en   Amazon, tanto en ebook  como en papel.

  ¡Hasta la próxima semana!

viernes, 3 de abril de 2015

Se hace camino al andar


En ocasiones me siento algo cansada, desencantada, y llego a preguntarme para qué seguir escribiendo cuando no recibo respuesta de las editoriales, cuando descubro mis libros pirateados en mil páginas ilegales, cuando compruebo que cada vez se vende menos en Amazon (otrora el paraíso de los autores independientes),  y sé que no está en mi mano cambiar nada de todo eso.







Pero de pronto caigo en la cuenta de que apenas
llevo cinco años dedicándome a esto de la literatura a tiempo completo y no me ha ido tan mal: tengo cinco libros publicados, el sexto a punto de publicarse y estoy escribiendo el séptimo. Y durante todo este tiempo he disfrutado mucho de mi trabajo, tanto del que hago en solitario cuando estoy escribiendo como del que realizo cara al público, ya sea en presentaciones, charlas, talleres de escritura, etc.


 Mi libro de viajes, Nepal cerca de las estrellas, sigue en pleno apogeo con  presentaciones recientes y futuras y nuevos eventos en perspectiva para los próximos meses; en junio saldrá al mercado la traducción al alemán de Habana Jazz Club, y en agosto la traducción al inglés; y Nunca fuimos a Katmandú todavía puede dar alguna agradable sorpresa...

Se hace camino al andar.



Por otra parte, a veces me pregunto qué haría si no escribiera, y mi mente se queda en blanco,  me invade el pánico, y decido que no puedo hacer otra cosa que seguir escribiendo.

Al andar, se hace camino, y en él estamos. Llegar a algún sitio, poco importa, lo realmente importante es caminar y disfrutar del viaje.


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