sábado, 28 de febrero de 2009

¡Odio todo lo que no entiendo! (hasta que consigo comprenderlo)


Cuando nos queramos dar cuenta ya volverá a ser Lunes. ¡Hay que ver lo deprisa que se pasan los días!
Este fin de semana yo ni me voy a enterar, porque acabo de comprarme un portátil, y con lo "petarda" que soy yo para estas cosas, necesitaré mis cinco sentidos y alguno prestado para aclararme; estoy ya que me sale humo de de la cabeza y los ojos me hacen chiribitas, y no soy capaz ni de utilizar el word. Me estoy volviendo mico para entender el teclado: le doy a una tecla y me sale otra cosa...no encuentro ni los acentos. No os riais, es que estas moderneces tienen más opiciones de las que mi cerebro es capaz de asimilar, y seguro que acabaré yendo a la tienda como una paleta para que me expliquen como narices funciona, y ya de paso, se echarán unas risas a mi costa.



Para relajarme un poco recojo tres premios, tres. En uno, "el maneiro", han coincidido Arwen y Javier Pellicer al concedermelo por distintas vías,jeje...y un tercero, "I love your blog", que también lo tenía, me lo da de nuevo Alijodos. Así que gracias a los tres. No los paso porque tod@s a l@s que se los daría ya los tienen.

Sigo peleándome con "Un mundo sin fin" de Follet. A estas alturas ya puedo decir que no me ha gustado, aunque me queden todavía 200 páginas; y diréis:¿por qué no lo dejas? Pues porque no me gusta dejar un libro a medias. Pero ni siquiera pienso dedicarle un comentario cuando lo termine, ya he hablado bastante de él, y por mi parte, no lo recomiendo, aunque, allá cada un@ con sus cosas. Avisad@s, estáis.

Voy a seguir luchando con el portátil.
Si oís a los bomberos es que el humo que sale de mi cabeza a provocado una alarma nacional.
Disfrutad lo que queda de finde.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Lejos de casa


Este relato está dedicado a l@s amig@s bloguers argentin@s y a tod@s aquell@s que se ven obligad@s a abandonar de su país. Espero que no se os haga demasiado largo.


El sol del medio día caía de lleno sobre el puerto de Barcelona; el calor era aplastante. Pegada la espalda a la dura piedra, protegido tras la proverbial sombra del monumento, me inventé un frescor que no existía. Levanté los ojos al cielo; la estatua de Colón se recortaba silueteada bajo el inmenso azul. El brazo extendido del descubridor señalaba a mi país (creo): a las Américas. Ojalá pudiera trepar hasta su altura y, posado en su hombro (perdón, Almirante), extender unas alas enormes y volar sobre el mar hasta plantarme en Corrientes; escuchar en la calle la dulce cantinela de mi amado acento porteño, bailar un tango con la primera muchacha que me cruzase en la acera y entrar a un boliche, y entre copa y copa, contarle mis cuitas a quien quisiera oírmelas…
Palmeé el trasero del león de piedra que reposaba a mi lado y salté al suelo. Me pegué a la espalda de una turista colorada y regordeta, recorrí unos metros tras ella convertido en su espejo (retrovisor). La gente reía, ella se volvió y yo disimulé silbando “La cumpartisa” al tiempo que, mirando a otro lado, tamborileaba con el pie sobre la acera. En su cara de sandía se dibujó una sonrisa, su cuerpo se agitaba como una coctelera al ritmo acompasado de la sonora carcajada que le salió de muy adentro, como de una caja de resonancia. Le di un beso en la mejilla y me lancé en pos del apresurado caballero que pasaba ante nosotros ajeno al bullicio callejero, concentrado en la discusión que mantenía a través de su teléfono móvil; parecía enojado. Me convertí en su sombra con tal eficacia que me contagió su estrés. Mejor lo cambiaba por la linda mamá que cruzaba Las Ramblas abroncando a su hijito. Me mimeticé con ella con acierto, a juzgar por las caras divertidas y cómplices que observaba a mi alrededor; pero el chaval me descubrió y, asustado, estalló en un desmedido llanto. La madre se detuvo y sus ojos me taladraron, plantada con firmeza sobre los altos tacones que magnificaban sus largas y bronceadas piernas parecía una diosa dispuesta a lanzar una terrible maldición sobre éste humilde mortal, pero, finalmente, hizo algo mucho más terrenal: me arreó un bolsazo: “¡idiota!”, me gritó. Y se alejó indignada, arrastrando tras de sí al ruidoso monstruito.
Las risas ahogaban el ruido del tráfico y yo exageré un gesto de dolor. Llamó mi atención un hombre sombrío de lento caminar; me amoldé a su paso y adopté su postura: dirigí la mirada al suelo y metí mis manos en los invisibles bolsillos de mi pantalón. De pronto se volvió, su cara iracunda enfrentó la mía y apenas tuve tiempo de asustarme ante el destello de ira que cruzó su mirada antes de que su puño se estrellara contra mi cara. Todo se fundió en negro, la ciudad daba vueltas en torno a mí; los árboles, los edificios, los autos…La gente, que me contemplaba jocosa momentos antes, me observaba ahora alarmada, y giraba y giraba sin parar, y yo me sentía arrojado al centro de un endiablado carrusel. El Almirante seguía señalando a mi país, pero el cielo que lo rodeaba, tan plácido e impoluto, se había convertido en una gigantesca centrifugadora azul. Cerré los ojos y fue peor: círculos concéntricos rotaban al son de una marcha wagneriana, y yo tenía la certeza, de que en el apoteosis final, mi cabeza estallaría en mil pedazos y mis sesos se esparcirían por toda la plazoleta.
Se inclinaban sobre mí dos policías; busqué al león con la mirada y lo descubrí duplicado, vacilante a la vista, desafiante. “¡Traidor!”, le grité sin palabras, “¿dónde está el sombrero con mis ganancias?”, él me contemplaba impertérrito; “tan arrogante y altanero y ni un rugido de aviso”, le reproché apenado.
El sol, implacable, derretía el blanco maquillaje de mi cara, y mi negra figura de manos enguantadas resultaba patética, absurda, tendida en la acera. ¡Ay…! ¡Qué duro es ser mimo para un ingeniero! ¡Y tan lejos de casa…!


(Relato original de Lola Mariné incluido en el libro "Tiempo de Recreo").

lunes, 23 de febrero de 2009

Curso de creación y edición: el libro infantil y juvenil


Hoy tocaba hablar del libro infantil y juvenil, y el invitado era Josep Llussà, editor de Baula, una editorial muy conocida en Cataluña que publica en catalán.
Ha sido muy interesante, porque además de hablar sobre ese tema (seguro que much@s de vosotr@s, al igual que yo misma, tenéis algún cuento infantil escrito por ahí) ha explicado ampliamente todo eso que tanto nos preocupa a tod@s, de cómo dirigirnos a una editorial para ofrecer nuestro trabajo y el proceso que se sigue.
No voy a repetirlo porque corrobora lo que ya sabemos gracias a nuestr@s expert@s (léase Teo Palacios, Blanca Miosi o Montse de Paz); lo único "nuevo", al menos para mi, o como mínimo, curioso, ha sido la distinción que hacen entre "textos prioritarios" o "no prioritarios": el texto prioritario es el que tiene algún interés especial o lleva mucho tiempo en espera; el no prioritario...bueno, todos los demás. Los primeros los lee el editor o un lector; los segundos, el editor, el lector o...nadie. Y cada vez más, las editoriales agradecen, por cuestión de tiempo, que se les envíe una sinopsis de la obra en vez de todo el texto, que ya solicitarán si lo consideran de interés.
Importante: ya sabemos que por lo general los libros infantiles llevan ilustraciones , pero si no dibujais divinamente, absteneos de incluir unos dibujos chapuceros, porque eso crea un mal efecto general y puede provocar que ni se lea el texto.El editor, si decide publicar el libro, ya buscará el ilustrador que considere más apropiado.
Y creo que esto es todo por hoy.
¡Feliz semana!

sábado, 21 de febrero de 2009

La suerte de la novata


Feliz como una lombriz. Así estoy yo desde hace un par de días, cuando, sin encomendarme a Dios ni al Diablo ni haber leído todavía los sabios consejos que da Teo Palacios en su blog, decidí enviar un email a una Agencia Literaria para ofrecerles mi novela, en el que me limitaba a incluir una breve sinopsis, una aun más breve biografía (dado mi escueto bagaje literario), y el primer capitulo de Nunca fuimos a Katmandú.
Cual sería mi sorpresa cuando a la mañana siguiente encontré una respuesta en mi buzón. No me atrevía a abrirla, no quería sufrir una decepción tan pronto; pero cuando lo hice, la leí veinte veces seguidas; todavía lo hago cada mañana para asegurarme de que no lo he soñado. Y éste es el contenido del mensaje :

"Hola Lola . A pesar de no ser el proceso habitual, me he tomado la libertad de contactar contigo, ya que tu sinopsis me ha interesado mucho. He entrado en tu blog, y como he visto que eres impaciente, ( a mi entender una virtud), quiero comunicarte que tenemos un pequeño atasco, en el departamento de lecturas, debido a un alud de originales recibidos en los últimos meses. Te prometo la mayor celeridad que sea posible en tu caso, pues repito el tema es interesante, bajo todos los conceptos.
Un cordial saludo.
xxx
Dpto de lectura"


Le escribí de inmediato para agradecerle su pronta respuesta y pedirle permiso para colgarla en el blog. Tampoco esta vez se hizo esperar:

"Hola Lola. Encantado de que nos cuelgues, espero que siempre te limites al blog en eso de colgarnos, y te agradezco que mantengas el anonimato, por que actualmente estamos en una media de entrada de originales de 35 semanales. Eso te explicará, que lo que ha sucedido con tu novela, no es corriente, pero es que me ha dado buenas vibraciones, sin que esto por desgracia sea ninguna garantía, pero vamos a ver.
Gracias y un buen fin de semana.
xxx"


Como veis, mi interlocutor es una persona amable y considerada, sensible a los "padecimientos" del/la escritor/a, y a quien espero conocer pronto para reiterarle mi agradecimiento personalmente.
Soy consciente, como él dice, de que esto no es garantía de nada y quizá me he precipitado al contároslo, pero prometí hacerlo, y además, es que no me cabe la alegría en el cuerpo ¡Qué narices! Como quiera que sea, para mí es muy importante que un profesional del medio, que no me conoce de nada, valore mi trabajo.Eso es muy estimulante, y, pase lo que pase, me animará a continuar adelante.
¡Seguiremos informando!

Feliz finde.

jueves, 19 de febrero de 2009

Esta semana va de premios


Mi niño Thiago a tenido a bien acordarse de mi al dar este premio mágico (gracias, cari), y como parece que hay que pasarlo a otros blogs que consideremos "literarios", y much@s de mis amig@s ya lo tienen, yo se lo entrego a algun@s de l@s que, casi a diario, hacen mágia sacando de su chistera algún relato para compartirlo con tod@s nosotr@s a través de sus blogs.
A saber:
Blanca Miosi
Halatriste
TitoCarlos
Germánico
Sergio Astorga
Stanley Kowalski

Y además, un premio de consolación para tod@s (hoy estoy que lo tiro): un par de perlas:

"La escritura no es producto de la mágia sino de la perseverancia" (Richard North)

"El mayor placer de la escritura no es el tema, sino la música de las palabras" (Truman Capote)

martes, 17 de febrero de 2009

Asuntos varios


Bueno, hoy toca un post de puesta al día en varios temas:

Lo primero es dar las gracias a mi amigo Juan (gracias Juan), por ese premio tan bonito que me ha otorgado: un premio a la amistad. Y yo quiero pasárselo a mis amig@s Didac (un poco ausente estos días, aunque con justificación), Maribel, Blanca Miosi, Miguel y Ana que son entrañables, a Martikka, a Sergio Astorga y a TitoCarlos por nombrar a un@s cuant@s que me vienen a la mente ante el concepto "amistad" (bloguera, claro), pero lo hago extensivo a tod@s l@s habituales de este tejado.

Y cambiamos de tercio con el Curso de Creación y Edición de ayer: tocaba hablar de premios literarios, pero la verdad es que Esther Pujol, la ponente de turno y responsable de varias editoriales catalanas vinculadas a Planeta, no dijo mucho sobre ellos, salvo que en un concurso SI se leen todos los manuscritos y que son una oportunidad para el autor novel y un apoyo promocional para la editorial. Nada que no supiésemos ya. Y hubiese hecho bien en prepararse un poco más el tema, porque en el turno de preguntas se vio sometida a un "tercer grado" relacionado con los "tejemanejes" de las editoriales con críticos, premios, espacios publicitarios, etcétera, y me temo que no se fue muy contenta...

El último punto y tal vez el más importante (al menos para mi), es una primicia mundial, jeje...He decidido lanzarme a la caza y captura de editorial para publicar mi novela: "Nunca fuimos a Katmandú", (para que os vaya sonando el título). No sé ni por donde empezar ni tengo demasiada paciencia, así que lo intentaré un tiempo, y si no consigo resultados positivos optaré por publicarla a través de Bubok.
Os tendré al tanto de mis aventuras y desventuras que, probablemente, nos servirán a tod@s.

Y como decía Bugs Bunny: ¡Esto es to...esto es to...esto es todo, amig@s!

lunes, 16 de febrero de 2009

¿Hasta dónde vamos a llegar?




Marta del Castillo, 17 años, asesinada





Los niños imitan la conducta de los adultos, hacen realidad lo que ven en la televisión, en sus violentos juegos virtuales; las noticias están llenas de violencia y su cotidianeidad les resta dramatismo; matar es algo normal, habitual, una forma de resolver disputas y desacuerdos, es el argumento irrefutable del más fuerte contra el débil, todo el mundo lo hace, la vida humana no tiene ningún valor...Eso es lo que parecen interiorizar nuestros jóvenes, nuestros niños. Porque ya no sólo hay hombres que matan a las mujeres; ahora hay niños que matan a niñas. ¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿hasta que un bebé de guardería mate a una pequeña por un juguete? ¿Quien es responsable de esta barbarie? ¿Qué estamos haciendo mal?
Creo que tod@s deberíamos preguntárnoslo y ponerle freno de una vez.
¡BASTA YA!

viernes, 13 de febrero de 2009

¿Que libro estáis leyendo?


Cara al fin de semana es probable que la mayoría de nosotr@s disponga de un poco más de tiempo para dedicar a la lectura; y como hace bastante fresquito todavía, un plan ideal puede ser prepararse un café bien caliente, sentarse en el rincón favorito de cada un@ y enfrascarse en un libro (o dos, que algun@s los leemos a pares).
Me gustaría que comentarais qué libro estáis leyendo cada un@ y qué os parece, si os está gustando o tenéis ganas de pegarle una patada para coger otro.
Empiezo yo:
Acabo de terminar "Los papeles de agua" de Antonio Gala. No ha sido una lectura fácil, pese a que a mí Gala me gusta; tiene un vocabulario muy rico y me parece muy elegante escribiendo. Pero la novela es una larga, larguísima reflexión de una escritora (con la que no resulta fácil simpatizar), y con poca "acción".Está escrito en primera persona, por lo que constantemente me ha sorprendido el uso del femenino, ya que en todo momento he tenido la sensación de que era el propio Gala el que hablaba, de que eran sus reflexiones, sus opiniones, hasta me parecía oír su voz y ver sus gestos.Lo mejor, el final. No porque se hubiera acabado, jajaja...sino porque era el final necesario para salvar la novela

Después he retomado "El libro sin fin" ¡perdón! "Un mundo sin fin" de Ken Follet. No acaba de convencerme, no está a la altura de "Los pilares de la tierra" ni mucho menos; se deja leer pero no atrapa, creo que es una lectura totalmente prescindible.

Así que lo simultaneo con "Como un dios" de Marta Abelló, que no es otra que nuestra amiga Martikka; y debo decir que éste sí me ha enganchado desde las primeras lineas. Ya lo comentaré más extensamente cuando lo termine.
Ahora os toca a vosotr@s.
Confesad:¿Qué estáis leyendo?

martes, 10 de febrero de 2009

Curso de creación y edición: hablan los editores


Ayer iniciamos el segundo bloque del curso dedicado, durante las cinco próximas semanas, a las editoriales.
La primera charla corrió a cargo de Mónica Cardona, editora de Mondadori, que nos habló del proceso que se sigue desde que entra un libro en la editorial hasta que se publica.
Los manuscritos llegan a la editorial de diversas maneras:
La más habitual es a través de agentes literarios; otra, por recomendación de algún/a autor/a de "la casa"; y otra más, enviados directamente por l@s propi@s autor@s.
Mónica nos comentó que suelen recibir una media de dos o tres títulos diariamente; dijo que trata de leerlos personalmente, pero cuando no puede hacerlo recurre a la ayuda de lector@s de confianza.
Cuando una obra le parece de interés contacta con el/la autor/a, se negocia el contrato y se pasa a las revisiones y correcciones necesarias hasta que el libro está en condiciones de ser publicado. Después hay un periodo de promoción, presentaciones y seguimiento, traducción (si procede) a otros idiomas, reediciones, etc.
Desde que se contrata una obra hasta que se publica suele transcurrir un año. Según comentó, en estos momentos tienen programadas todas las publicaciones hasta abril del 2010.Así que, si alguien se anima a lanzarse a la arena de perseguir la publicación de su novela: paciencia (en el mejor de los casos...).
Cuando se abrió el turno de preguntas, llena como estaba la sala de lob@s hambrient@s de publicar, os podéis imaginar que nos lanzamos a por ella en manada.
Hubo preguntas muy diversas e interesantes, pero se hizo una en particular a la que tod@s abrimos las orejas con suma atención: se trataba de conocer las premisas por las que una editorial decide publicar una novela: Mónica dijo que, básicamente, ella se fija en la calidad y la corrección narrativa y, muy especialmente, en la "voz propia"; es decir, que la novela esté escrita con honestidad, desde un@ mism@, sin pretender seguir modas u ofrecer lo que demanda el mercado.
La verdad es que fue una charla muy enriquecedora, y me temo que Mónica se va a encontrar muy pronto con una avalancha de manuscritos encima de su mesa.

La próxima semana le toca el turno a los premios literarios.
Ya os contaré.

(En la foto, la "Lluna" supervisando lo que escribo)

sábado, 7 de febrero de 2009

Adicción


A mi madre, como a cualquier madre de una adolescente, le preocupaba todo el asunto ese de las drogas, el sexo y el alcohol. Y de repente, sus temores parecían verse confirmados: yo, que siempre había sido una chica alegre y comunicativa, desde hacía algún tiempo me mostraba distante, pensativa, apenas hablaba; pasaba horas enteras encerrada en mi cuarto y solamente salía de él para comer y asistir a clase. Tenía todos los síntomas. Ella me miraba inquisitiva, me taladraba a preguntas, me vigilaba a hurtadillas...
Todo fue culpa de mi amigo Javi. A mí nunca me había interesado aquello, pero él insistió tanto…Me sentí atrapada desde el principio, no podía dejarlo, necesitaba llegar hasta el final, saber qué ocurriría después. Le robaba horas al sueño, a Internet, a mis amigos, era capaz de sacrificar cualquier cosa antes que abandonar aquel vicio. Tras la primera vez vino otra, y otra, y otra…se convirtió en una obsesión; yo trataba de resistirme, pero siempre volvía a caer. Acariciaba el envoltorio antes de abrirlo, me dejaba embriagar por aquel olor característico, inconfundible; después, me entregaba dócilmente, dispuesta a sumergirme en un mundo fantástico…
Un día ocurrió lo inevitable. La puerta de mi cuarto se abrió de golpe y allí estaban todos; mi madre, mi padre y mis dos hermanos (estos últimos con una maligna sonrisa pintada en los labios): me habían pillado in fraganti. Los temores de mi madre se veían confirmados: su hija era una adicta.
Podría haber inventado una excusa, justificarme de alguna manera, pero habría sido inútil, entre mis manos estaba el cuerpo del delito para desmentirme: un libro.
No he logrado superar mi adicción, sé que no lo conseguiré jamás, pero he de confesar que tampoco me importa.

(Relato original de Lola Mariné publicado en la revista Montcada Mírame y El Recreo.com)

jueves, 5 de febrero de 2009

La vida interior de Martin Frost (Una pelicula de Paul Auster)

Martin Frost es un escritor de éxito que, tras publicar su última novela, se retira a descansar al campo con la intención de no hacer absolutamente nada; pero la paz idílica y la soledad del lugar hacen brotar enseguida en su mente una idea y empieza a escribir una nueva historia. Al despertar una mañana encuentra a una bella desconocida durmiendo en la cama junto a él, y a partir de ahí, realidad y ficción se entremezclan sin que lleguemos a distinguir nunca claramente la una de la otra...
Es una película intimista con guión y dirección de Paul Auster en la que no falta ninguno de sus temas recurrentes: un escritor como protagonista, el gusto por la soledad, una historia dentro de otra historia, y algún toque de humor a cargo del impagable fontanero del pueblo que, ¿como no? también tiene aspiraciones literarias y su propia musa, que no es otra que la hija de Paul Auster.
Genial y evocador el recurso del narrador que nos guía a través del pensamiento del escritor mientras escuchamos el sonido de fondo de una máquina de escribir que gira solitaria llenando la pantalla.
Y no os cuento más para no destripar la historia.
Yo disfruté mucho viendo esta película, y se la recomiendo a tod@s l@s escritor@s y seguidor@s de Paul Auster.
Os pongo un trailer para que vayáis haciendo boca.

martes, 3 de febrero de 2009

Concursos literarios y editoriales


Acabo de anotar en mi haber un nuevo concurso que NO he ganado...¡sniff! Claro que García Marquez también NO ganó alguno, y a Hemingway lo rechazaron 27 veces, y supongo que podríamos encontrar miles de ejemplos más que nos sirvieran de consuelo.
Pero a mi cada "fracaso" me deprime, porque yo siempre juego para ganar, hasta cuando hago una primitiva (si no pensara que puedo ganar no lo haría). Pero bueno, sobreviviré, y seguiré intentándolo.
Sin embargo, esto me lleva a una reflexión sobre el tema de los concursos: cuando participas en uno, vas totalmente a ciegas; no sabes qué es lo que quieren (generalmente el tema es libre), si es más o menos "limpio", como es la competencia, ni tampoco el motivo por el que no eres el/la ganador/a. Tú envías tu relato, tu novela, o lo que sea, y a esperar...normalmente, un par de meses por lo menos. Al cabo de ese tiempo, ante el más absoluto silencio, indagas...y ha ganado otr@.
Pero eso no es lo peor. Para mí lo peor es no saber en qué has fallado; hay muchos factores que desconoces, que no controlas. Y también puede ser que lo que has escrito sea una m..., o no, a lo mejor resulta que es genial y por las circunstancias que sean no has ganado tú; pero tampoco eso lo sabes porque nadie te lo dice.
Los concursos son tentadores; envías tu trabajo y esperas. Y si ganas ¡genial! Te dan pasta, te publican, y hasta te pueden solucionar la vida. Pero si no es así, pierdes un tiempo precioso y no aprendes nada.
Por eso creo que es mejor dirigirse a editoriales y agentes. También puede ser que nadie te haga caso, pero por lo menos puedes atacar a varios frentes a la vez, y además tomas una actitud activa, luchas por lo que quieres en vez de sentarte a esperar. Al menos nunca podrás reprocharte que no lo has intentado. Además, las editoriales, a veces, hasta se toman la molestia de añadir un comentario útil junto con la carta de rechazo; y eso es de agradecer.
¿Que opináis?
Me gustaría saber lo que pensáis sobre todo esto, y que el/la que tenga alguna experiencia, la comparta con l@s demás.
¡Saludos!

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