domingo, 21 de febrero de 2016

Dime qué lees y te diré en qué momento de tu vida te encuentras

Biblioteca del Trinity College en Dublin

No sé si estaréis de acuerdo conmigo, pero yo creo que con los libros pasa como con la música: nos apetece leer un libro o escuchar una determinada canción según nuestro estado de ánimo.

Obviamente esta no es una afirmación categórica; podemos elegir una lectura por mil razones o por ninguna en particular. Pero no deja de ser  cierto que la mayoría preferimos un género literario a otros o nos decantamos por unos autores concretos.

Pasando el rato con James Joyce en Dublin

También pasamos por diferentes etapas a lo largo de nuestra vida. Yo de niña tuve una temporada que me leía todo lo que pillaba de Zane Grey (novelas del oeste), en la temprana adolescencia me dio por Corin Tellado (y no me avergüenza confesarlo); después llegó la época rebelde y leía a Sartre, Camus, Simone de Beauvoir, Nietzsche... Y cuando me empecé a interesar por el teatro y el mundo del espectáculo en general todo eran biografías de actores y actrices de Hollywood, obras teatrales nacionales y extranjeras (sí, leía teatro, además de ir a verlo), los libros del "método" de Stanislavski, Groucho Marx, Woddy Allen...
Cuando estudiaba psicología, además de los "tochos" de la Universidad, me metía pa'l cuerpo a Jung, Freud, Dyer, Fromm y todos los libros de autoayuda que pillaba, que en realidad eran la psicología de toda la vida pero con otros nombres. Igual que ahora, que todo es coaching. 
En esa época me negaba a leer novela, me parecía que leer ficción era una pérdida de tiempo, ¡jajaja!

Leer es un placer

Superada esa etapa (y licenciada en psicología) me desdije y me puse a leer narrativa, y de ahí a querer escribirla... libros de escritura creativa, biografías de escritores, novelas, novelas, novelas...

¿Y en cuanto a géneros? Prefiero la novela actual, contemporánea, realista, muchas veces escrita y protagonizada por mujeres. No me gusta la novela negra, aunque haya escrito un thriller (pero es psicológico), ni la ciencia ficción, ni me atrae el terror. En cambio, me encanta el humor; nada mejor que echarse unas carcajadas con un libro; lo cuál, por otra parte, me parece francamente difícil de escribir.

Y también leo un poco en la línea de lo que estoy escribiendo porque me sirve para meterme en situación. Así que ahora he vuelto a las historias de Hollywood y del teatro... ¿Qué estaré escribiendo? ¡Ah! No lo sabréis por lo menos hasta dentro de un año :)

Bueno, ahora confesad: ¿en que momento vital-literario os encontráis?


martes, 9 de febrero de 2016

Julio Verne cumple 188 años


Ayer, 8 de febrero, Julio Verne cumplió 188 años, y por lo que se ve, sigue gozando de una "salud" excelente ;)
La ventaja de los GRANDES, en el ámbito que sea, es que nunca mueren. De hecho, cuando yo lo descubrí, siendo muy niña, él ya no estaba físicamente entre nosotros, pero sí en la maravillosa biblioteca de mi casa en forma de grandes tomos de tapa dura, con el título y el nombre del autor impresos en relieve y preciosas ilustraciones interiores que yo copiaba en mis cuadernos de dibujo (porque por aquel entonces quería ser dibujante).

Julio Verne probablemente es el "culpable" de mi pasión por la lectura y los viajes. Leía sus libros apoyados sobre una mesa porque eran muy grandes y pesados, y me sumergía durante horas en su mundo fantástico,  viviendo aventuras extraordinarias, viajando de la luna al centro de la tierra o sumergiéndome en el fondo del mar. Descubría lugares que, aun siendo reales, yo desconocía, y despertaban mi interés por visitarlos algún día: islas exóticas, países lejanos...

De vez en cuando alguien de la familia se asomaba a mi habitación para ver lo que hacía tan quieta y
callada, y hasta se preocupaban por si estaba enferma; no les parecía normal que una niña se pasase horas leyendo encerrada en una habitación en vez de estar jugando. Pero en realidad, yo acababa de descubrir el mejor de los juguetes y ya nunca lo abandonaría.

Ahora, desde la edad adulta, lo admiro y lo valoro todavía más porque me doy cuenta que además de poseer una imaginación sin límites era un visionario: nos llevó a la luna cuando era impensable poder alcanzarla algún día, creó naves espaciales, ascensores, helicópteros, submarinos, y hasta se adelantó a las armas de destrucción masiva.

Por todo ello, feliz cumpleaños, monsieur Verne, y que cumpla muchos más.

martes, 2 de febrero de 2016

Primeras lecturas del año


Este año he cogido carrerilla con la lectura, y no sé cómo, solo en enero me he cepillado cuatro libros. Bueno, uno a medias... enseguida sabréis cuál.

Empecé con El arte de conducir bajo la lluvia, de Garth Stein. No conocía al autor, pero leí una reseña en un blog y me gustó, así que fui a por él.
Cuenta la historia de Enzo, un perro adoptado por Danny cuando era un cachorro y que formará parte de la familia hasta el fin de sus días. Danny es corredor de coches y lucha por hacerse un hueco en el mundo de las carreras; se casa con Eve y tienen una niña, Zoe. Pero la desgracia se cierne sobre la familia y Danny deberá afrontar muchos problemas para no perder a su hija, mientras Enzo es testigo de las peripecias familiares. y es quien nos narra la historia.
Las historias contadas por perros resultan por fuerza entrañables, pero es un truco bastante gastado. Sin embargo, Enzo cae simpático enseguida; es un perro muy listo y "culto", y con una gran sensibilidad humana ¿o perruna?






Mi siguiente lectura fue Las leyes de Hermógenes, de mi amigo Josep Capsir. Lo tenía pendiente
desde hacía tiempo, pero ya sabemos lo que pasa: los libros se nos acumulan y a veces no encontramos el momento.
Narra el despertar a la adolescencia de Toni, un chaval de 14 años que empieza a enfrentarse a la vida y encontrarse con nuevas experiencias, y su especial relación con un personaje del pueblo, Hermógenes, que dejará huella en él de por vida.
A mí me pareció una novela emotiva y valiente, porque creo que el autor ha puesto en ella mucho de sí mismo.








Y aquí llega la que no pude terminar: Nudos, de Nuriddin Farah. Cuenta la historia de Cambara, una joven somalí que regresa a su país para escapar de un tragedia familiar y una madre dominante.
Tanto la portada del libro como la trama me parecieron atractivas, pero pronto me desencanté; Cambara siempre parece estar enfadada, y el coprotagonista es bastante repulsivo, de
hecho, todos los personajes resultan antipáticos, y el objetivo que lleva a la joven a su país, en medio de disturbios políticos tampoco me parece muy convincente.
No sé, a lo mejor no era el momento de leerla, no me gusta dejar libros a medias. Quizá fuera la traducción, me pareció espantosa y llena de laismos, y eso sí que me mata.









Y por último he leído La virgen del sol, de Jordi Díez, otro amigo escritor. Es una novela que combina historia y ficción narrando una época turbulenta del Imperio Inca al tiempo que las vicisitudes de una familia de campesinos cuya hija ha sido designada por un sacerdote como la virgen del sol y debe cumplir su destino.
Ha sido una lectura interesante y amena.

Podéis encontrarlas todas en Amazon y en el enlace de la derecha de la página, bajo el epígrafe "Lecturas 2016".

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails