lunes, 24 de abril de 2017

Sant Jordi 2017


Un año más, Sant Jordi fue la gran fiesta de los libros y las rosas en Barcelona. Un año más, pude disfrutar de este día maravilloso con amigos, lectores y compañeros de letras.

En realidad este año, como no tengo libro nuevo, pensaba participar únicamente como lectora y enamorada de esta celebración, pero los amigos del Banc del Temps de Fort Pienc, agrupación vecinal con la que colaboro desde hace años, me invitaron a su stand del Paseig de Sant Joan y lo pasamos genial. Vinieron amigos míos y de la asociación, hablamos de libros y de solidaridad entre vecinos.

Después de comer, nos dimos una vuelta por el centro (Portal de l'Angel, Rambla Catalunya, Plaça Catalunya, etc.) ¡La locura! No se podía dar un paso de la gente que había.

A media tarde, agotada y feliz, me fui para casa, una zona mucho más tranquila en la que los últimos vendedores de rosas las ofrecían a precio de saldo para acabar las existencias y regresar también a sus hogares.

Ahora toca volver al trabajo, centrarse en la publicación de la nueva novela y seguir escribiendo la siguiente.

Sant Jordi es un alto en el camino. Un pequeño premio que todo autor se merece después de tantas horas, meses y años trabajando en soledad, con la incertidumbre de si su trabajo gustará, si llegará a los lectores.


Hay quien lo critica y vuelve al manido asunto del "ego" de los escritores, pero yo creo que un día como el de ayer, de contacto con los lectores, de intercambio de opiniones, de besos, abrazos, de poner cara y calor a unos y otros, de fotos, de recuerdos en forma de libros y firmas, nos alimentan, nos llenan de energía para seguir luchando por nuestros sueños, para seguir dando lo mejor de nosotros mismos.

El año que viene espero volver a estar ahí con compañeros y lectores para celebrar este gran día con mi nueva novela.

Mientras tanto, seguiremos trabajando.

sábado, 8 de abril de 2017

Adiós a Salvador Pániker

Hace unos días Salvador Pániker abandonó este mundo tras noventa años transitando por él con curiosidad y alegría de vivir. Y desde aquí quiero rendirle un pequeño homenaje porque lo admiraba o lo seguía con interés.

Hijo de padre indio y madre catalana fue filósofo, escritor y editor. Protagonista de la contracultura en nuestro país, se lo cuestionó todo y opinó sobre todo con una mente lúcida hasta el fin de sus días.



Escribió libros de memorias como Cuaderno amarillo, Diario de otoño o Diario de un anciano averiado, y ensayos sobre los temas que más le interesaban como A propósito de Sartre, la fe y los dioses, o Cibernética y budismo Zen.

Adiós a casi todo es el libro póstumo de Salvador Pániker y no lo vio publicado por apenas unos días.


También fue pionero y firme defensor de la eutanasia y presidió la Asociacion Derecho a Morir Dignamente.


Todavía conservo libros de la Editorial Kairós, que él fundó, a los que recurría en busca de respuestas a mis inquietudes adolescentes.

Os recomiendo leer sus libros y os dejo algunas de las frases que dan cuenta de su pensamiento y su talante:

"La juventud de un ser no se mide por los años que tiene, sino por la curiosidad que almacena".

"La eutanasia es un derecho a dimitir cuando la vida se degrada más allá de
ciertos límites, porque la vida no es un valor absoluto".

"Los ateos tienen menos angustia que los creyentes. Hay que creer en el aquí y el ahora. Cuando mueres, la aventura se acabó".

"La gente no está acostumbrada a verbalizar sus emociones. Por eso aconsejo escribir diarios, es una gimnasia muy terapéutica".

"Yo soy un animal más que ha brotado del mundo y llega un momento en el que desaparezco. Pero ahí queda lo que he hecho".

"Preguntarse por el sentido de la vida es una pregunta sin sentido".

"No soy ateo porque existe Bach. Creer no es patrimonio exclusivo de la religión".

Descanse en paz.




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