domingo, 24 de diciembre de 2017

Ya nadie envía tarjetas de Navidad


Recuerdo que cuando era niña se amontonaban en casa las felicitaciones de Navidad, las íbamos colocando donde podíamos de tantas que llegaban: en los estantes, junto al belén, colgadas del árbol; formaban parte de la decoración navideña.
También era divertido escribirlas, escoger cuál era para quién, ir a comprar los sellos y echarlas en el buzón.
A veces las enviábamos muy lejos y ni siquiera teníamos la certeza de que llegaran a su destino.
Los carteros eran como Papá Noel: nos traían ilusión y alegría.

Con el tiempo las llamadas telefónicas empezaron a sustituir a los denominados Christmas, así, en extranjero, que sonaba más glamouroso. Ya no era lo mismo, pero siempre resultaba agradable escuchar una voz amiga, conversar un rato y desearnos todo tipo de venturas.




Y con el siglo XXI llegaron las tarjetas virtuales. Prácticas,
rápidas, divertidas, y además gratuitas. Pero impersonales y frías. De hecho, enviando la misma a todos tus contactos solventabas la papeleta.

Ahora nos enviamos vídeos por watsapp... Es el "más fácil todavía". Este año he recibido una cantidad que no soy capaz ni de calcular. Los hay humorísticos, sentimentales, reivindicativos, clásicos... Todos prefabricados, con una bonita canción navideña como música de fondo y llenos de frases cursilonas que probablemente no ha leído ni quien lo envía. Y se pierde la oportunidad de preguntarle al otro cómo está, de interesarnos de verdad, de mostrar nuestro afecto de una manera personal.

Tengo la sensación de que estamos perdiendo algo fundamental: ese contacto humano, directo, el abrazo, la voz, buscar el momento de encontrarnos para desearnos en persona todo lo mejor.
Esos buenos deseos que alguien escribió por nosotros se me antojan falsos, manidos, por más que quien lo envía lo haga con su mejor voluntad.


Supongo que es el signo de los tiempos, y que yo, como muchos, me pongo nostálgica y tontorrona en estas fechas.

Como quiera que sea,

FELIZ NAVIDAD




viernes, 8 de diciembre de 2017

A vueltas con la autopublicación

Hace ya algunos años que llegó a nuestras vidas la revolución editorial gracias a Internet. Y con ella la posibilidad, para muchos escritores, de ver publicada su obra sin depender de editoriales, de modas o de un golpe de suerte.

Muchos de esos autores a los que las editoriales rechazaron en su momento por diversas razones, y no necesariamente porque su obra no fuese lo bastante buena, triunfaron en las plataformas digitales y luego fueron esas mismas editoriales las que les ofrecieron contratos para publicarlos en el formato tradicional.

Jane Austen autopublicó su novela
  Sentido y sensibilidad
Aun así, la autopublicación siempre ha tenido cierta mala prensa.  Muchos pensaban que el escritor que se autoeditaba lo hacía porque no tenía la suficiente calidad como para que una editorial lo aceptara. Quiero creer que ese prejuicio ha pasado a la historia y que a día de hoy todo el mundo entiende que un escritor pueda encontrar en la autopublicación la manera de dar a conocer su obra en lugar de pasarse años coleccionando rechazos de editorial en editorial, o, simplemente, que prefiera esa opción y tener un control total sobre su trabajo.

Estamos en el siglo XXI y el mundo literario, como todo, ha cambiado mucho. La tecnología nos brinda nuevas posibilidades tanto a escritores como a lectores. Y no nos hace mejores ni peores publicar de una forma o de otra, igual que un libro publicado por una editorial no es bueno por definición.

Marcel Proust financió la primera parte de
En busca del tiempo perdido


Yo misma publico tanto con editoriales como por mi cuenta. Mi última novela, Con la muerte en los tacones, la he publicado en Amazon, y la próxima la publicará una editorial. ¿Soy buena escritora cuando me publica una editorial y soy mala cuando me autoedito? Supongo que nadie pensará semejante tontería...

Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que en la autoedición no hay filtros, nadie nos dice si lo que hemos escrito merece la pena o es una bazofia, y hay actitudes irresponsables que no nos ayudan. Como por ejemplo que una escritora comente en una red social que está ayudando a su hijo de nueve años para que publique en Amazon "algo" que ha escrito... O que alguien declare sin pudor que no le gusta leer, pero que eso no le impide escribir y publicar sus libros. También hay quien se autopromociona  en las redes sociales sin el menor respeto por la ortografía ni la sintaxis, lo que ya da una idea de lo que nos podemos encontrar en sus novelas...
Virginia Woolf creó una editorial para publicar sus obras

No nos queda otra que confiar en la inteligencia de los lectores que saben, y así lo demuestran, separar el trigo de la paja. Y por esa razón hay novelas que se hunden en el pozo sin fondo de Amazon (mientras sus autores se quejan por ser unos incomprendidos) y otras consiguen destacar y mantenerse, y sus autores se van consolidando y ganándose la confianza del lector.

No se es escritor porque uno pueda juntar letras y formar palabras y llenar con ellas cuatrocientos folios. Igual que no se es futbolista por darle patadas a una pelota en el parque, ni siquiera se es chef por llevar toda la vida cocinando para la familia.  Ser escritor, como cualquier profesión, exige dedicación, esfuerzo, constancia, seguir aprendiendo cada día y dudar siempre de uno mismo.

Me diréis que quien quiera escribir está en su derecho de hacerlo. Por supuesto, pero respetemos este maravilloso oficio y tengamos consideración con los lectores que, a la postre, son los destinatarios de nuestro trabajo.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Mis últimas lecturas


Un brevísimo resumen de mis últimas lecturas, ya que leo más de lo que actualizo el blog. Intentaré enmendarme en el futuro.



De qué hablo cuando hablo de escribir, de Haruki Murakami. Tenia grandes expectativas con respecto a este libro, ya que me gustó mucho De qué hablo cuando hablo de correr, y las pinceladas literarias que daba allí. Pero aparte de algunas frases que me han llamado la atención, no me ha entusiasmado. Murakami nos habla de su faceta literaria sin profundizar demasiado en su vida ni en sus inquietudes, es repetitivo y muestra un cierto desprecio hacia el mundo literario del que parece sentirse al margen. Muy japonés todo.





La gata, de Colette, narra el triángulo amoroso formado por una joven pareja de recién casados, Alain, Camille y Saha, la gata de Alain y el objeto de la discordia. Alain es un "niño de papá" muy apegado a su familia y a si gata, Saha. Y Camille es una joven caprichosa e inmadura que pronto se verá dominada por los celos que le provoca la gata, que parece ser más importante para Alain
que ella misma.
La gata es una novela breve e intensa que se lee de una sentada y  contiene la sensualidad y frescura habituales de las narraciones de Colette que siempre resulta actual, aún con el paso del tiempo.




Un perro, de Alejandro Palomas, es una historia tierna y muy personal (creo), en la que el autor nos habla, sobre todo, de amor; del amor hacia los animales y el amor hacia una familia un tanto particular, como todas, por otra parte.
El perro de Fer es atropellado, y en tanto aguarda noticias del veterinario, el protagonista nos muestra a su peculiar madre y los distintos miembros de su familia, así como su relación con los perros que han pasado por su vida y con otras personas que forman parte de su entorno.





El talismán de los espejos, de Juanjo Díaz Tubert. Una novela con un peculiar estilo narrativo que raya con el surrealismo, lo que ya de por sí invita a seguir leyendo, puesto que las aventuras que vivirá Julián prometen ser todo menos previsibles.

La trama va tejiendo la memoria del padre de Julián, el protagonista, a través de un viaje, que tampoco estará exento de sorpresas, en el que se mezclan el presente y el pasado con el trasfondo de la guerra civil española en la que participó el padre en el bando republicano. Hay algunos pasajes duros relacionados con la guerra, aunque el autor no se regodea en ellos, y hace uso de una fina ironía, un sentido del humor que facilita la lectura y la hace más amable.



Cautiva en Arabia, de Cristina Morató. La extraordinaria biografía de una mujer única: Marga d'Andurain. Nacida en el seno de una familia de la burguesía vascofrancesa, fue una  adelantada a su tiempo, rebelde y apasionada,  viajó a ciudades legendarias como El Cairo, Beirut, Damasco o el Tánger de entreguerras, donde llevó a cabo increíbles hazañas.
Espió para los británicos, regentó junto a su marido un hotel en el desierto sirio y se propuso ser la primera occidental que entrara en la Meca. Para ello, ya divorciada, se casó con un beduino y se convirtió al islam. Su viaje al corazón de Arabia fue una auténtica pesadilla, al ser recluida en un harén y más tarde encarcelada en la terrible prisión de Yidda. Al abandonar Oriente Próximo, se dedicó al tráfico de opio en el Paris ocupado por los nazis y acabó sus días trágicamente en Tánger.
Y para no aburriros lo dejamos aquí. Otro día más.

lunes, 30 de octubre de 2017

Mi primer crucero, pero no el último

Primer día en el barco


Ha sido una semana tan intensa que no sé ni por dónde empezar.
Bueno, empezaremos por el principio y a ver si me acuerdo de todo, porque si os digo la verdad, llegó un momento en que no sabía dónde estaba ni qué día era.


Contratamos un crucero con el Costa Luminosa. El barco partía desde Venecia y recorría Bari, El Pireo (Atenas), Katakolon, Corfú, Dubrovnik y regresaba a Venecia. Apenas disponíamos de unas horas en cada puerto, pero creo que la gracia del viaje en un crucero radica en la vida dentro del barco. Hay un grupo de animadores que se deja la piel cada día para que los clientes estén siempre entretenidos y dispongan de una amplia oferta de actividades entre las que elegir.

La Acrópolis de Atenas

El primer día lo pasamos viajando. Primero el vuelo de Barcelona a Venecia y de allí en autocar a Trieste, ya que el barco no pudo entrar en la ciudad de los canales a causa de la niebla. Llegamos ya de noche y nos impresionó la magnitud de la nave, era ciertamente una ciudad flotante con restaurantes, tiendas, teatro, bares, discotecas, de todo.


Olympia
Nuestro camarote disponía de una terraza con balcón donde podíamos tomar el sol y contemplar las vistas. El tiempo ha sido magnífico, pero nos ha costado un buen catarro ya que era difícil resistirse a la tentación de contemplar el mar  y dejarse llevar por el magnetismo de las olas en tanto el Costa Luminosa surcaba las aguas.


Nuestra primera parada fue en Bari, un encantador pueblo italiano que conserva su esencia pese a la llegada de los cruceros (veremos cómo está dentro de unos años...). Por ahora se pueden recorrer sus callejuelas estrechas y adoquinadas, ver la ropa tendida en los balcones y a las mujeres haciendo pasta a la puerta de sus casas.

Descansando ante el Costa Luminosa


El día siguiente fue de navegación, pero no nos aburrimos en absoluto: tomamos el sol en la piscina, nos sumergimos en el jacuzzi, bailamos, fuimos al teatro, contemplamos las vistas y un montón de cosas más. Acabamos agotadas.


Al llegar al puerto de El Pireo nos apresuramos a tomar un bus para visitar la Acrópolis y dar un paseo por Atenas. Regresamos al barco y partimos para Katakolon, todavía en Grecia, para visitar Olympia, donde nacieron los juegos olímpicos y aún hoy se realiza la ceremonia de encender la llama cada cuatro años.

Corfú

La verdad es que después de ver la Acrópolis, Olympia me decepcionó bastante: apenas un montón de piedras sin casi nada en pie. Pero el museo, con esculturas  mejor o peor conservadas resultó muy interesante.


La siguiente parada fue Corfú, una bonita isla típicamente griega de la que solo pudimos visitar el centro, sembrado de bonitas iglesias ortodoxas y muchas tiendas. Creo que lo mejor son sus playas, pero el tiempo no daba para más.

Dubrovnik








Dubrovnik era la escala que más ilusión me hacía y no me decepcionó en absoluto. Es una ciudad medieval patrimonio de la humanidad con estrechas calles y empinadas cuestas y un sinfín de escaleras que nos dejaron sin aliento, pero merecía la pena. Tras callejear un par de horas nos llevaron a un montículo desde el que se divisaba toda la ciudad con sus impresionantes murallas. Una maravilla.

Canales de Venecia

Y llegamos a Venecia, punto de inicio y final de nuestro viaje. La entrada al puerto al amanecer es de una belleza indescriptible. Nuestro vuelo salía por la noche, así que disponíamos de tiempo para recorrer las calles, los puentes, la plaza de San Marcos, hacer comprar e hincharnos a tomar fotos.



La Plaza de San Marcos (Venecia)
Ahora, ya en casa, intento recuperarme del agotamiento de una semana que me ha parecido un mes por todo lo que hemos hecho (las vacaciones NO son para descansar) y del catarro, organizar fotos e ir pensando en un nuevo crucero, porque este me ha encantado y no será el último.


Después habrá que ir pensando en ponerse a trabajar, que ya acabó el verano.


Nota: He dejado un reportaje más amplio del crucero en la web Los Viajeros. Mi biblia cuando preparo un viaje.




viernes, 29 de septiembre de 2017

Crónica de la presentación de Con la Muerte en los Tacones


A los dos meses de su publicación en ebook ha llegado el momento de presentar Con la Muerte en los Tacones en su versión papel para que los amantes del libro tradicional puedan disfrutar de la novela de la manera que les gusta, y otros releerla y conservarla en su estantería, como me consta que hacen algunos :)


La primera presentación tuvo lugar en La Bibliomusicineteca, un rincón entrañable del Paral.lel dedicado a la cultura en todas sus manifestaciones. Os recomiendo visitarlo si estáis en Barcelona. Hay actividades todos los días, ya sean presentaciones del libros, tertulias, conferencias, música, cine, exposiciones de pintura... y siempre están abiertos a nuevas propuestas.



La presentación de Con la Muerte en los Tacones tuvo lugar el pasado 27 de septiembre en un
ambiente muy agradable y distendido pese a que avisé del evento un poco tarde, ya que entre las fiestas de la Mercè y otras "fiestas" que están marcando la actualidad en Catalunya, me despisté un poco.


Aun así, nos reunimos un buen número de asistentes, hablamos de esta, mi más reciente novela, y de las anteriores, de proyectos y de mil cosas más, para acabar con la consabida firma de libros y charlando un rato distendidamente mientras disfrutábamos de una copa de cava por gentileza de La Bibliomusicineteca.



Para los que no pudisteis asistir, que sepáis que habrá una nueva presentación antes de Navidad de la que ya informaré en su momento y que el libro lo podéis conseguir en la mencionada librería (C/ Vila i Vila 76), pidiéndomelo directamente o adquiriéndolo a través de Amazon y lo recibiréis en vuestro domicilio en tres días. Aparte de que sigue a vuestra disposición en versión digital.










¡Seguiremos informando!
Buen finde para todos.


sábado, 9 de septiembre de 2017

Septiembre ¡Arrancamos!


Digan lo que digan, el año no empieza en enero sino en septiembre.

En septiembre, después de un mes de agosto que se desinfla por momentos, del calor, de la falta de actividad cultural y del aburrimiento para muchos porque hay poco que hacer y todo el mundo está fuera, todo vuelve a ponerse en marcha otra vez.

Vuelven los amigos que se fueron de vacaciones, empiezan a publicarse nuevos libros (normalmente los consagrados  dan el pistoletazo de salida), proliferan las presentaciones, las exposiciones, los cursos y talleres de todo tipo, las colecciones por fascículos que se quedarán a medias, el gimnasio (que también se quedará colgado en muchos casos); en suma: empieza el año de verdad.


En mi caso particular el año que empieza en septiembre, promete :)




De momento, tengo previstas un par de presentaciones de Con la muerte en los tacones, una a finales de este mismo mes y otra un poco más adelante.


En octubre, un viajecito, que ya llevo un tiempo sin subirme a un avión y me entra el "mono".

Y lo mejor de todo: tengo encima de la mesa un contrato de publicación con una editorial  que ha creído en mi novela inédita, Tras las bambalinas, y que verá la luz allá por el mes de abril. Ya os hablaré de ella más adelante.



Y esto es todo por ahora, ¡que no es poco!

Espero que este nuevo año también esté lleno de proyectos e ilusiones para todos vosotros.


jueves, 24 de agosto de 2017

Barcelona está triste


Hoy se cumple una semana desde el terrible atentado yihadista que sembró las ramblas de Barcelona de sangre, terror y muerte. Y hasta ahora no he sido capaz de sentarme a escribir un post que jamás imaginé que tendría que escribir; el más duro, el más difícil de mi vida.

Podría no hacerlo, es verdad, pero se lo debo a mi ciudad, a las víctimas. Es un pequeño homenaje como las flores, las velas, los mensajes y los juguetes que jalonan las ramblas repletas de pequeños altares y de sentido y respetuoso silencio en torno a ellos.

Quince vidas segadas, entre ellas las de dos niños; más de un centenar de heridos, muchas familias
destrozadas, miles de personas con el corazón hecho trizas por el dolor, la tristeza, la impotencia, la incredulidad, la incapacidad de comprender tanta maldad.

Las ramblas siguen siendo un hervidero de gente que va y viene, quizá incluso más que antes porque muchas personas que no las frecuentaban se acercan ahora a depositar una ofrenda, a realizar el macabro recorrido en una suerte de procesión, a decir, a gritar con este gesto que no tienen miedo, "no tenim por", que el fanatismo y la locura de algunos no podrán con nosotros, con ninguno de nosotros, catalanes, españoles, europeos, ciudadanos de bien del mundo entero.

Mensajes de amor y paz frente al mercado de la Boquería.
Las ramblas están llenas de gente, sí, pero ahora se respira un extraño silencio, se ven rostros graves, apenados, no la alegría, el bullicio de antes que cantaba Serrat en "Les floristes de la Rambla" y que glosaba García Lorca: la calle más alegre del mundo. La calle donde viven juntas a la vez las cuatro estaciones del año, la única calle de la Tierra que yo desearía que no se acabara nunca, rica en sonidos, abundante de brisas, hermosa de encuentros, antigua de sangre.


Un musulmán da y recibe abrazos.
"Soy musulmán, no soy terrorista" dice el cartel.


En las ramblas estos días hay muchos musulmanes, personas de bien que piden perdón por algo de lo que no son culpables, que también tienen miedo, que se sienten señalados.

Solo hay un culpable, y es el fanatismo, el terrorismo yihadista. Y no podemos permitir que además de masacrarnos siembren el odio entre nosotros, entre los propios españoles, porque algunos no entienden, no aceptan la diversidad de este país. Si consiguen enfrentarnos entre nosotros, los terroristas habrán ganado. No les demos esa satisfacción. Y quien deba actuar, que actúe para acabar con esta lacra que nos afecta a todos.


domingo, 13 de agosto de 2017

De la idea al libro: pura magia


A menudo me preguntan de dónde saco las ideas para escribir una novela y siempre respondo que no lo sé. Es cierto, soy absolutamente sincera al decir esto.

Un día, entre los miles de pensamientos que revolotean incansables por mi mente, que van y vienen, que se pierden para siempre entre el barullo de ideas (no necesariamente literarias), surge una chispa, una idea que me atrae, que se queda, y empiezo a darle vueltas, y va tomando forma y me doy cuenta de que tengo una historia. Al menos, la simiente, ya que yo no soy una escritora metódica ni paciente y en cuanto veo perfilarse algo me lanzo sobre el ordenador y empiezo a escribir como una posesa.


A partir de ahí la historia va surgiendo sola, los personajes se van perfilando, las situaciones se
suceden y yo soy la primera sorprendida ante el modo en el que todo va encajando hasta un desenlace final que casi nunca conozco de antemano.

Es como si en lugar de sentarme a escribir me sentara a leer, me cuento la historia al mismo tiempo que la escribo, y eso es lo más divertido. Para mí, entiendo que a otros escritores les gusta tenerlo todo atado y bien atado y seguir un guión establecido. Y estoy segura de que eso da una mayor tranquilidad, pero son maneras de ser,supongo, cuestión de carácter.



Por eso, porque funciono de esta manera, cada vez que termino una novela me entra el pánico. ¿Volveré a tener una idea que valga la pena desarrollar en una historia? Siempre tengo la sensación de que me he quedado vacía, de que lo he dado todo en esa última obra y no tengo nada más que contar.

Por suerte, siempre me equivoco. De repente, cuando menos lo espero, aparece algo, y me gusta, y le empiezo a dar vueltas, y sé que un día esa pequeña chispa será algo tangible: un libro que contendrá un montón de palabras que contarán una historia y que podré compartir con los lectores.

Es algo mágico, una sensación maravillosa.



Todos mis libros aquí: Lola Mariné

sábado, 29 de julio de 2017

Lecturas recientes


Lo de lecturas recientes es mentira cochina porque voy muy retrasada comentando los libros que voy leyendo. Así que hoy comentaré cuatro libros que leí entre febrero y abril y trataré de ir poniéndome al día poco a poco. Bueno, no tan poco a poco porque entonces vuelve a pillarme el toro.

Estas son opiniones que he dejado en Amazon de donde también tomo las sinopsis de las obras.

Un artista del hambre, de Franz Kafka es un relato breve y espeluznante.

Y lo más impresionante es que está basado en la realidad de una época en la que el morbo era menos accesible que en nuestros días y la gente iba al circo a contemplar hermanas siamesas, mujeres barbudas o ayunadores, como el protagonista de este relato.
Cuando lo acabas te quedas con una sensación de inquietud por el horripilante destino del personaje, y de admiración por la maestría del autor de la obra.





El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, uno de mis autores favoritos y también una de las obras que más admiro.

Obra publicada en 1890, considerada una de las últimas obras clásicas de la novela de terror gótico con una fuerte temática faustiana. La novela cuenta la historia de un joven llamado Dorian Gray, retratado por el artista Basilio Hallward, quien queda enormemente impresionado por la belleza física de Dorian y comienza a encapricharse con él, creyendo que esta belleza es la responsable de la nueva forma de su arte. Dorian conoce a Lord Henry Wotton, un amigo de Basil, y empieza a cautivarse por la visión del mundo de Lord Henry. Exponiendo un nuevo tipo de hedonismo, Lord Henry indica que "lo único que vale la pena en la vida es la belleza, y la satisfacción de los sentidos". Al darse cuenta de que un día su belleza se desvanecerá, Dorian desea tener siempre la edad de cuando le pintó en el cuadro Basil. El deseo de Dorian se cumple, mientras él mantiene para siempre la misma apariencia del cuadro, la figura en él retratada envejece por él. 

Mi opinión: 
He leído varias veces a lo largo de mi vida este gran clásico de Oscar Wilde que a mi entender es una de sus mejores obras.
Es una novela breve que se lee con facilidad y toca varios temas que siguen estando de actualidad, tales como el mito de Fausto, la exaltación de la juventud y la belleza como falsos y efímeros valores, la homosexualidad, la crítica social.
Una obra que todo interesado en la literatura debería leer alguna vez.
Muy recomendable.





Autobiografía de Alice B. Toklan,  en realidad una biografía de Gertrude Stein.
Pese a que el libro se titula "Autobiografía de Alice B. Toklas" que fue la compañera de Gertrude Stein durante muchos años, solo habla de Gertrude Stein, que me parece un personaje muy interesante pero esperaba encontrar más sobre los intelectuales de la época que acudían a su residencia de París, tanto escritores como pintores y un largo etcétera, más sobre la vida parisina y el ambiente bohemio de entonces.
Pero el libro solo habla de Gertrude Stein y además repite su nombre y apellido continuamente a lo largo de toda la narración, lo que me resultó bastante irritante.







No me dejes (Ne me quitte pas), de Máxim Huerta, libre que leí, como el anterior, antes de mi viaje a París porque siempre me gusta ambientarme antes de viajar.

«Al señor Dominique Brulé le gusta llegar de noche a su floristería. Siempre cierra los ojos antes de encender las luces y les da un tiempo a sus plantas para que se coloquen porque imagina que han estado toda la noche mezclándose unas con otras. Nunca las pilla en movimiento, un día sucederá. Cuando inauguró la tienda pensó encerrarse y dejarse morir, pero al ver que las tímidas siemprevivas sobrevivían sin agua después de semanas sin atención alguna, se dio cuenta de que él también podría vivir sin su amor».

L’Étoile Manquante, la floristería del señor Dominique, es el lugar preferido de Mercedes y Tilde, dos españolas que llevan más de cuarenta años trabajando en Francia. Las dos creen que están solas, porque a Mercedes la abandonó su marido nada más cruzar la frontera y Tilde no fue capaz de encontrar a quien la quisiera. Un buen día, se instala en sus vidas un huracán encarnado en la joven Violeta, que llega de Madrid huyendo de un amor que se empeña en perseguirla.

Mi opinión: 
La novela no cuenta gran cosa, parece que no avanza demasiado, no hay cambios... pero la forma poética de narrar de Máxim Huerta hace que se lea con gusto.
Como escritora, hay frases que me han encantado, pero en general me parece que le falta ritmo a la historia.
Todos los personajes resultan entrañables y el telón de fondo de París hace que la lectura sea agradable.


Y esto es todo por hoy. Otro día más. 

¡Felices vacaciones!










sábado, 1 de julio de 2017

CON LA MUERTE EN LOS TACONES

Imagen creada por Llorenç Gimenez

Sí, he tenido el blog muy abandonado desde que volví de París, pero tenía razones de peso, como terminar, revisar y publicar mi nueva novela, Con la Muerte en los Tacones, para que tengáis lectura en las vacaciones de verano ;)

Ahora Con la Muerte en los Tacones ya está disponible en Amazon y yo me declaro de vacaciones, como los maestros. Aunque relativas, porque tengo que preparar la versión en papel que espero tener lista para presentarla en sociedad en el mes de octubre.

Os dejo la sinopsis de la novela para que os animéis a leer el libro:

¿Qué harías tú si te dijeran que te queda un año de vida?
A Berta no le afectó demasiado la noticia, consideraba que su vida no valía la pena y no le importaba
mucho que acabara, al contrario, casi era un alivio. La vida nunca la trató bien; no le dio una buena familia ni la dotó de un ápice de belleza, ni siquiera de simpatía, y en la edad adulta las cosas no mejoraron mucho. No tenía familia ni amigos, su marido la dejó por otra, y para colmo de males, la despidieron de su trabajo. Solo un gato callejero y la Muerte se enamoran de ella.
Pero de repente, todo cambió...

 Una historia agridulce en la que el humor, la ternura y las reflexiones sobre la vida y la muerte se combinan a partes iguales.

Espero que os guste y seguir contando con vuestro apoyo.

¡Feliz verano!

lunes, 29 de mayo de 2017

Shakespeare & Company, una librería muy especial


Una de las visitas obligadas que tenía previstas en mi reciente viaje a París era a la librería Shakespeare & Company, y me la encontré junto al Sena, casi sin buscarla, después de visitar la catedral de Notre Dame.

Un escaparate con sabor añejo, músicos tocando ante su puerta, libros del suelo al techo por todos los rincones y gente, mucha gente
curioseando, sentándose un rato a leer en los dispares sillones, camastros, bancos, mesas en las que poder instalarse a escribir, un piano y hasta un gato, Aggie, la mascota de la casa que se muestra indiferente ante la multitud de visitantes, ¡pero! que por alguna razón misteriosa decidió sentarse un rato sobre mi regazo :)

La librería tiene dos pisos y está llena de rincones sorprendentes donde, aunque parezca imposible, puedes aislarte de la gente. En uno de ellos descubrí a un padre con su hija, de unos tres años, a la que leía un cuento en voz baja mientras ella escuchaba con atención. Era una escena encantadora y me habría gustado hacerles una foto, pero no me atreví.



Los visitantes recorren las estancias en un respetuoso silencio: es una librería, una biblioteca, un templo de los libros y tiene algo de mágico.

Esta no es la Shakespeare & Co. original. La primera la abrió en 1919 Sylvia Beach, una norteamericana residente en París que vio la necesidad de una librería con títulos en inglés. La librería pronto se hizo famosa porque era lugar de encuentro de muchos escritores y su propietaria publicó la primera edición del Ulises de Joyce, además de idear un sistema de préstamo para quienes no pudieran (o no quisieran) comprar los libros.

Otro estadounidense, George Whitman, quiso homenajear a Beach comprando
todo el fondo de libros y bautizando su negocio, en su ubicación actual, con el mismo nombre y manteniendo el mismo espíritu. Esto sucedió en 1963 y por su librería, como por la de Sylvia Beach, han pasado infinidad de escritores, célebres hoy en día, que incluso residían allí cuando no tenían medios para hacerlo en otro sitio.


Si vais a París no dejéis de hacer una visita a esta encantadora librería.
La Shakespeare & Co. está en la Rue de la Bücherie 37, 75005 París, Francia.


sábado, 13 de mayo de 2017

Escapada a París

Torre Eiffel

Estuve en París hace muuuchos años. Fue un viaje muy diferente, recorriendo Europa en coche con amigas, y solo estuvimos en París un par de días, lo justo para visitar El Louvre, la Torre Eiffel y alguna discoteca.

Así que, habiendo tantos lugares que descubrir en el mundo, París quedaba descartado porque ya "lo conocía".

Falso. Este viaje ha sido como visitar París por primera vez, con ojos adultos, con esa apreciación de las cosas que se adquiere con los años.



Sacré Coeur
Fue un impulso. Recibí una tentadora oferta de vuelos y, al mismo tiempo, vi un programa de televisión dedicado a París que me encantó. Quería "volver".

El París que descubrí no tenía nada que ver con el que yo creía conocer. Fue amor a primera vista, pese a que hacía mucho frío y no iba preparada para ello.

Place de la Concorde

Aún así, me pateé la ciudad y disfruté de todos sus rincones respirando belleza, bohemia y aires de libertad a pesar de la situación de alerta permanente en que se encuentra la capital francesa.
La vigilancia es extrema, pero no lo notas, tanto parisinos como turistas se mueven con tranquilidad por todas partes.


Museo del Louvre
Si vives en una gran ciudad, París no tendrá ningún misterio para ti (y si no, yo creo que tampoco), todo está muy bien organizado y claramente indicado, y si te despistas, pues preguntas.

Mi idea sobre los franceses también ha cambiado: no son tan chovinistas como creía; son amables, supereducados, muchos hablan inglés y chapurrean el español y siempre están dispuestos a ayudarte y dedicarte una sonrisa.

París es una ciudad fácil para moverse. Yo, que soy un desastre con los mapas, me manejaba sin problemas como una parisina más.


Notre Dame

Debía tener tal aire de seguridad que hasta me paraban por la calle para preguntarme direcciones, dónde estaba el metro y esas cosas jajaja!

Desempolvé mi francés del bachillerato y ellos agradecían el esfuerzo y acabábamos hablando de Barcelona y de los parientes que tenían aquí o allá.
Me encantaba oírles hablar, el francés me parece un idioma precioso. Pero a lo largo del día, entre locales y turistas, acababa hablando francés, inglés, español e incluso catalán; llegaba un

Moulin Rouge
momento en que se producía una especie de cortocircuito idiomático en mi cerebro y ya no sabía en qué lengua hablaba, pero era divertido.

En próximas entradas iré contando con más detalle y centrándome en lo literario. Pero una cosa tengo clara: no tendrán que pasar treinta años más para que vuelva a París.

Más fotos en Facebook.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails