jueves, 29 de julio de 2010

¡Ya tenemos fecha!

tengo el gusto de anunciaros que el próximo día 23 de septiembre se pondrá a la venta mi novela Nunca fuimos a Katmandú.

Así que os quiero a tod@s haciendo cola desde las 8 de la mañana a las puertas de las principales librerías, como si de lo último de Ken Follet se tratará (jajaja...), para haceros con un ejemplar y agotar la primera edición en dos días :)

Bueno, ahora en serio.  En el blog oficial  encontrareis un enlace a la Editorial Viceversa con toda la información y...¡el primer capítulo de la novela! ¡ta-chan, ta-chan...!

Espero vuestros primeros comentarios y opiniones ;)

lunes, 26 de julio de 2010

El legado de Judas, Francesc Miralles y Joan Bruna

Me llevé este libro al hospital con la esperanza de aprovechar mi breve estancia allí, pero como ya os he contado, mi vecina de habitación no me dejó muchas oportunidades de concentrarme en la lectura.
Una vez en casa he podido terminarlo y me ha dejado un buen sabor de boca.
Ya os hablé un poco de él cuando asistí a la presentación, en el mes de abril.
Se trata de una novela de aventuras y acción trepidante , de esas con manuscrito (el legado de Judas), enigmas y peligros.

Una misteriosa dama contrata a un modesto guia de viajes para que le acompañe a Jerusalén con el fin de recuperar el testamento escrito de puño y letra por Judas Iscariote que se compone de siete cuadernillos. En él se dan las claves para encontrar siete de las treinta monedas de plata que Judas recibió por traicionar a Jesús. Esas monedas otorgan poder a quienes las poseen, y si caen en malas manos pueden provocar una catástrofe mundial de graves consecuencias.
Cada cuadernillo del testamento relaciona uno de los pecados capitales con una ciudad, y nuestros protagonistas tienen que deducir de qué ciudad se trata y encontrar el lugar donde se oculta la moneda para recuperarla, lo que les llevará a Estados Unidos, Francia, Japón...pero, por supuesto, hay un sicario armado y peligroso, contratado por una poderosa organización, que les pisa los talones...

A mi me llamaba especialmente la atención que se pudiera escribir una novela a cuatro manos que pudiera formar una unidad compacta y ensamblada. Pero esa cuestión está perfectamente resuelta con una parte, digamos más  novelesca, a cargo de Francesc Miralles, que es ágil y con un punto irónico, y la más seria, elaborada por Joan Bruna, que transcribe el testamento de Judas en primera persona.

En resumen, una novela entretenida e interactiva, ya que el/la lector/a se implica en la trama intentando   adivinar pecados y ciudades.
Muy recomendable para estas vacaciones.

¡Feliz semana!

viernes, 23 de julio de 2010

Mi pie izquierdo II


Mi habitación tiene hermosas vistas a los tubos de ventilación del hospital, y la comparto con una mujer  de setenta y pico años que me atrevo a suponer que a estas horas todavía no ha parado de hablar...
Tan  solo llegar nos hace partícipes, a mi hijo y a mi y a la guapa enfermera que nos acompaña ( a la que mi retoño ya le ha echado el ojo),  de las múltiples enfermedades de su marido, allí presente.

Cuando todos se van nos dan una cena espantosa (creo que tiene  mérito hacer una sopa y una tortilla de patatas tan sumamente incomestibles),  nos ordenan ducharnos y meternos en cama (son las 19 horas...).

La noche se presenta larga, pero mi compañera de habitación la ameniza contándome de nuevo las enfermedades del marido, las suyas propias, las de cada miembro de su familia y las de sus vecinas.
Yo asiento pacientemente y trato de mantener en mis labios una sonrisa cortés.
Cuando ya no puedo más, cojo mi libro, El legado de Judas, y meto mi nariz en él ostensiblemente; pero la señora no capta el mensaje y sigue hablando sin parar; yo asiento, sonrío, me quito las gafas y la escucho.
Hago varios intentos de huir de su verborrea, me planteo encerrarme en el baño, se calla, respiro, ¡al fin podré leer!, pero apenas llevo dos lineas cuando ataca de nuevo.
Me consuelo pensando que al menos se callará mientras duerme, así que le digo que tengo sueño y le doy las buenas noches.
Al poco rato sus ronquidos me hacen temer que ha estallado la tercera guerra mundial. Me espera una larga noche en blanco...
Apenas amanece  su lengua se desata de nuevo. ¡Menos mal que pronto se la llevan al quirófano! Después me toca a mi y sueño con playas paradisiacas y silenciosas.

Por la tarde ambas recibimos visitas, ya tiene a otr@s a quienes atormentar y yo me relajo y me distraigo con mi gente.
Cuando nos quedamos solas me dice que qué suerte que le haya tocado conmigo en la habitación, que soy tan simpática (ya se sabe que el mejor conversador es el que no habla); yo me abstengo de comentarle que no soy de su misma opinión...

Al despedirnos a la mañana siguiente me pide el teléfono para llamarme y saber cómo estoy. Con mi mejor sonrisa le digo que no se preocupe, que ya nos veremos en las revisiones ¡Uff!

Mi casa es un remanso de paz. Mi pie izquierdo se empeña en llamar mi atención, pero yo procuro no hacerle mucho caso, aunque me temo que el resto del verano voy a tener mucho tiempo para escribir y leer...¡No hay mal que por bien no venga!

domingo, 18 de julio de 2010

Mi pie izquierdo

Quizás algun@s de vosotr@s recordaréis esta magnífica película de 1989 ganadora de dos Oscars, uno al actor protagonista, el genial  Daniel Day Lewis, y otro a la mejor actriz de reparto, Brenda Fricker, que interpretaba el papel de su madre.

La película está  basada en una historia real, la del escritor, poeta y pintor irlandés Christy Brown. Christy nació en Dublín 1932 en el seno de una familia obrera y católica, con una parálisis cerebral irreversible. Sólo tenía control sobre una parte de su cuerpo: su pie izquierdo. 
Gracias a su enorme fuerza de voluntad y su tesón y con la impagable ayuda de su madre, consiguió integrarse en la sociedad como uno más y alcanzar sus metas, en un conmovedor ejemplo de superación. Murió en 1981.
El guión de la película está basado en su autobiografía.
Si no la habéis visto os la recomiendo, y si la habéis visto, también.

Y todo esto es para deciros que ahora es mi pie izquierdo el protagonista de la noticia, aunque con menos méritos y por cuestiones más prosaicas, ya que mañana por la tarde ingresará en un hospital para que lo libren de su poco glamouroso "juanete", (efecto colateral de años pateando calles con tacones y cartera en ristre).
Pero, que nadie se preocupe, porque en un par de días, mi pie izquierdo, el derecho, y el resto de mi persona, estaremos de nuevo ante esta pantalla.

Así que,  hasta el miércoles. Que tengáis un feliz inicio de semana.

(No os perdais mi nuevo post en Nunca fuimos a Katmandú)

jueves, 15 de julio de 2010

Invisible, Paul Auster

Quienes me conocéis sabéis que soy fan incondicional de Paul Auster y que no me pierdo una de sus novelas.
Sin embargo, la última que leí, Un hombre en la oscuridad, no me gustó; todo lo contrario de lo que ha ocurrido con Invisible, que me ha encantado. Creo que es una novela redonda que se sale de los cánones habituales de sus últimas obras.

La novela está dividida en cuatro partes: primavera, verano, otoño e invierno. Cada una de ellas,   desde una voz narrativa distinta, cuenta la historia de Adam Walker, un joven poeta norteamericano estudiante en la Universidad de Columbia que conoce en una fiesta a la extraña pareja formada por la misteriosa Margot y el excéntrico e inquietante Rudolf Born que marcarán toda su vida.
En la segunda parte, Primavera, somos testigos del incestuoso amor entre Walker y su hermana Gwyn hasta que éste se traslada a París donde se reencuentra con Margot y Rudolf.
En la tercera parte, Otoño, es un famoso escritor, amigo de Walker quien trata de poner orden a la continuación de sus  apuntes autobiográficos y se añaden reflexiones de ambos sobre la poesía y la literatura.
En invierno Adam Walker ha fallecido y es su familia, así como su hermana Gwyn, que  desmiente el incesto, quienes aportan los últimos dados. Y de la mano de Cecile, que conoció bien a Born, viajamos al Caribe y nos enteramos de lo que ha sido de éste extraño personaje.

Una novela muy, muy interesante que os recomiendo encarecidamente.

Y para terminar, transcribo algo que dijo Paul Auster en una entrevista  que da muestra de su humildad y de sus ansias de superación:

"No sentirse feliz forma parte de la naturaleza de este trabajo. Experimento un minuto de satisfacción cuando acabo un libro o cuando pienso que ha sido un buen día de trabajo. Después, me gana el desasosiego, pienso que he de leer más libros para hacerlo mejor en la próxima ocasión".


¡Ah! Y si me olvidaba comentaros que al parecer nuestro amigo Stanley Kowalski de "Historias cálidas" ha sido víctima de un atentado contra su blog y éste ha desaparecido.
Podéis enteraros de todo en su página de Facebook.
Un beso, Stanley.

lunes, 12 de julio de 2010

Cubierta definitiva y blog oficial de "Nunca fuimos a Katmandú"

Os presento el blog oficial de mi novela Nunca fuimos a Katmandú, y digo "oficial" porque queda más importante, no por otra cosa, jeje...

La idea es que sea un poco el archivo donde se pueda encontrar  todo lo relacionado con el libro: noticias, novedades, entrevistas (si las hay), vídeos, etc. Así como un enlace a todo el proceso desde que terminé la novela y me planteé seriamente la posibilidad de publicar, por si a alguien puede interesarle y resultarle útil.
También espero que sea un lugar interactivo donde l@s lector@s puedan dejar sus opiniones y comentarios, o sus críticas...(¡Ay, madre!).

De todas formas seguiré comentandoos aquí lo que vaya pasando o dirigiendoos allí para que este blog siga teniendo un contenido variado y no se vuelva monotemático y egocéntrico.

Aquí podéis ver la cubierta definitiva del libro. A mí me gusta mucho, y os puedo asegurar que me emocioné al verla: la imagen de portada, (la sinopsis se variará un poco), la solapa con mi foto y mi biografía... es un sueño hecho realidad.
Y lo que más me emocionó fue ver el lomo, ¡mira tú que tontería! pensar que mi nombre estará colocado en las estanterías por orden alfabético y pegadito al de otros escritores que he admirado toda mi vida...
También se me saltaban las lágrimas haciendo la última lectura del libro enmaquetado pensando que eso sería exactamente lo que llegaría a l@s lector@s, todas esas palabras que yo había escrito en la soledad de mi estudio y que el día 19 de este mismo mes entrarán en imprenta.

Hasta ahora he procurado mantener la calma y distraerme haciendo otras cosas, pero esto ya está, y es un cúmulo de emociones difícil de explicar, y de contener.

¡Feliz semana!

sábado, 10 de julio de 2010

Un día en Nueva York

Esta noche he tenido un sueño que me ha dejado agotada. No, no era erótico...

Estaba en N.Y. con mi hijo, en un hotel que más bien parecía un piso corriente, en realidad era como nuestra casa cuando vivíamos en Madrid.
Salíamos a dar un paseo y la verdad es que la ciudad se parecía más a Roma...era antigua, o más bien, vieja; nos llamaron la atención unas columnas romanas en pleno centro con un Hércules en medio, ¿o era el Discóbolo? pero se trataba de N.Y., no cabía duda: las calles eran amplias y estaban abarrotadas de gente de todos los colores que caminaban aceleradas en todas direcciones. No había rascacielos.
Pero nos gustó. Llegamos a un parque con rocas y cascadas y una pista de patinaje y nos paramos a descansar.
De regreso al hotel-casa alguien llamó a la puerta. Le dije a mi hijo que no abriera, no esperábamos visitas  ni conocíamos a nadie en la ciudad. Pero él abrió, siempre hace lo que le da la gana.
Se trataba de un mensajero que traía una cesta llena de productos de mi antigua empresa, la habían devuelto, me dijo, y me la tenía que quedar previo pago de 300 €. Le dije que de eso nada, que le daría la dirección y el teléfono de la empresa y que se arreglara con ellos.
El hombre parecía agotado. Le dije a mi hijo que le sirviera un té frío mientras yo buscaba los datos.
Ni cartas, ni nóminas ni una triste tarjeta...había destruido todas las pruebas. Se me ocurrió que podía buscarlo en Internet y bajé a un ciber.

Empecé a caminar y me olvidé de mi hijo y del mensajero. Estaba fascinada con la ciudad, quería quedarme a vivir allí una temporada; me sentía como en casa, se oía hablar español por todas partes.Quería hacer fotos pero no llevaba la cámara, además recordé que me había olvidado el cargador en Barcelona ¿cómo se puede ir a N.Y. sin pensar en las fotos?
De pronto me dí cuenta de que me había perdido y no sabía la dirección de donde vivíamos ni tenía ninguna referencia. Me entró pánico.
Caminaba deprisa sin saber a donde iba y consciente de que cada vez me liaba más; menos mal que no me dolían los pies, es lo bueno de los sueños... Decidí llamar a mi hijo por el móvil, me estaba retrasando mucho y estaría preocupado; pero en la pantalla parpadeaban una serie de números raros, imposible llamar.
¿Eres de Vigo?-me preguntó un joven.
No-le dije-me he perdido.
Es que aquí hay mucha gente de Vigo-insistió.
Un hombre con una enorme gaita que estaba a su lado asintió sonriendo.
Subimos a un tranvía (¿hay tranvía en N.Y?), y mientras el tipo seguía hablando yo miraba ansiosa  todas las calles tratando de reconocer algo.
¡El Hércules con sus columnas! (¿O era el Discóbolo?) Entonces reconocí nuestra calle: peatonal, con macetas gigantes en el centro. ¡Sí!
¿Cómo demonios se para esto? ¡Quiero bajar!
Descubrí a mi hijo en la esquina mirándome con cara de circunstancias. Seguro que me castigaría sin salir por la noche...

¡Eh! Que no es un cuento que me he inventado. Todo es verídico. Lo he soñado esta noche.

¡Feliz finde!

miércoles, 7 de julio de 2010

¡Habemus portada!

Bueno, pues aquí tenéis por fin la portada de Nunca fuimos a Katmandú. A mi me gusta mucho, creo que transmite complicidad, amistad, relax...¿Qué os parece? ¿Os llamaría la atención en una librería? ¿Os animaríais a cogerla y leer la contraportada?
Si lo hicierais, lo que os encontraríais sería lo siguiente:

"Laura, Elena, Gloria, Ruth y Teresa cuentan con una historia propia y una singular forma de comprender la vida y de disfrutarla. Pero sus vidas se han cruzado y entre ellas surge una profunda complicidad que las ayudará a enfrentarse a sus propios miedos, a sus problemas,… y a compartir experiencias inolvidables.


Una historia fresca y actual protagonizada por mujeres que se enfrentan a sus diferentes destinos, un retrato de las relaciones humanas en nuestra sociedad."

¿Y ahora, qué? ¿La volveríais a dejar en la estantería u os la llevaríais a casa? ¡Jajaja! Esto  ya es puro márqueting, tomarle el pulso al mercado. No lo puedo evitar, he sido vendedora.

Bueno, espero que tod@s hagáis lo segundo y además se la recomendéis a amig@s, parientes, vecin@s y hasta en el metro, la pelu, la cola del pan...

Iba a poneros  la biografía y la foto que aparecen en la contraportada, pero me da corte tanto exibicionismo.
De todas formas, os dejo una foto de la autora en compañía de una de sus "musas".

Y ya que estamos en "campaña" aquí tenéis el enlace a mi página en el catálogo de autores de la Agencia Sandra Bruna donde aparece algo más de información sobre la novela (pinchando en la imagen del libro).

Seguiremos informando ;))

sábado, 3 de julio de 2010

Herman Hesse, el gurú de mi adolescencia

Ayer, 2 de julio, se cumplieron ciento treinta y tres años del nacimiento de este autor alemán, premio Nobel de Literatura en 1946, que marcó mi adolescencia y la de much@s de mis amig@s de entonces con obras como Siddhartha, Demian o El lobo estepario.
Fueron lecturas iniciáticas en un momento de mi vida lleno de preguntas trascendentales,  inquietudes y búsqueda del sentido de todas las cosas, incluso de mi propia existencia.

Todavía conservo en mis estanterías alguno de sus títulos, amarilleados por el tiempo pero no olvidados. Un par de pequeños volúmenes, Lecturas para minutos, en los que se recogen breves párrafos de sus reflexiones sobre los más diversos temas, fueron mis libros de cabezera durante años, y aún hoy les echo una ojeada de vez en cuando y me fijo en frases que subrayé en su momento.

Herman Hesse nació en Alemania el 2 de julio de 1877 y murió en Suiza el 9 de agosto de 1962. Descendiente de misioneros cristianos, estaba destinado a estudiar teología e ingresó en un seminario del que se escapó a causa de la rigidez educativa. Reflexivo y melancólico,  su obra está impregnada de espiritualidad y  de una búsqueda personal; escribió Demian tras una depresión que le llevó a un intento de suicidio, y en Siddhartha narra su experiencia después de un viaje a la India; su última obra, El juego de los abalorios, propone un ideal de cultura: una sociedad que recoge y practica lo mejor de todas las culturas y las reune en un juego de música y matemáticas que desarrolla las facultades humanas hasta niveles insospechados.

Fue un autor de culto para las generaciones beat y  hippie y espero que lo siga siendo para los jóvenes de hoy con inquietudes espirituales y culturales. Y se lo recomiendo también a los que, no siendo tan jóvenes, tienen esos mismos intereses y no descubrieron a este escritor en su momento.

¡Buen finde!

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails