sábado, 31 de diciembre de 2011

¡¡¡FELIZ 2012!!!

Os deseo un 2012 lleno de ventura en el que se cumplan todos vuestros deseos y os dejo con un pequeño resumen de lo que ha sido el primer año de andadura de Nunca fuimos a Katmandú. ¡que no decaiga!
¡Mucha felicidad, alegría y amor para tod@s!

martes, 27 de diciembre de 2011

Las últimas lecturas del año

Termino el año comentando  dos óperas primas de dos autores noveles: por una parte, el fenómeno de El bolígrafo de gel verde de Eloy Moreno, y por otra, Ángeles de cartón, de nuestro amigo y compañero bloguero Mián Ros.

Y si digo que la primera novela de Eloy Moreno (y él mismo) es todo un fenómeno, es porque ha alcanzado por sus propios medios el sueño de muchos escritores y es todo un ejemplo de osadía  y constancia.
Eloy se autoeditó su novela y, ni corto ni perezoso inició un periplo por las librerías de su región ofreciéndosela a los libreros y autopromocionándose en las mismas puertas de los establecimientos repartiendo puntos de libro. El boca-oreja hizo el resto y la Editorial Espasa se interesó por su obra. Actualmente va por la edición número 14 (creo) y sigue triunfando.

El bolígrafo de gel verde cuenta una historia sencilla: un hombre en el meridiano de su vida se halla aposentando en la comodidad y la rutina que él mismo se ha procurado y se siente insatisfecho, tanto, que la búsqueda de un bolígrafo de gel verde desaparecido de su mesa de trabajo se convierte en una obsesión mientras se plantea  dar un giro total a su mediocre existencia.

Con Ángeles de cartón, Miguel Ángel López Matamoros (Mián Ros) nos conduce de la mano a un viaje por los bajos fondos de Madrid con una historia tierna y angustiosa a la vez. Como él mismo dice en la contraportada del libro, "Ángeles de cartón es el grito del pensamiento manifestado desde la zona más oscura de la mente".
Mián Ros tampoco está falto de iniciativa y ha colgado su novela en Bubok,  donde podréis descargarla por un módico precio, y pronto estará también en Amazon. ¡Suerte compañero!

viernes, 23 de diciembre de 2011

¡Felices fiestas!

Mis mejores deseos para tod@s en estos días y todos los días de vuestra vida

viernes, 16 de diciembre de 2011

El regreso del hijo pródigo

Hoy dejamos la cultura de lado para hablar de algo más personal como es la visita de mi hijo después de casi un año viviendo en Sicilia.

Los que estáis en Facebook ya estaréis más que hartos de  mis fotos almibaradas con  cara de pánfila y  mi niño al lado, pero qué queréis, una también es humana, y madre :)

Ya sabéis que en septiembre fui yo a visitarle a Catania, pero no es lo mismo que tenerlo en casa, recuperar de alguna manera la rutina de siempre como si nunca se hubiese ido, verlo entrar y salir, comer juntos cada día, charlar, compartir actividades, paseos por el barrio...en fin, estoy segura de que las que tenéis hijos que han volado lejos del nido me entenderéis perfectamente.

Allí parece que está bien; tiene trabajo y novia, ¿qué más se puede pedir? Bueno, sí, yo podría pedir que el trabajo y la novia los tuviera al lado de casa, pero qué se le va a hacer, si él está bien, yo también. No está aquí el patio como para decirle que se quede. Aunque espero que venga dentro de tres o cuatro meses, como tiene intención, pero a saber, porque cambia de planes cada día...

La sorpresa es que también escribe y lee como un poseso ¡y en italiano!. Incluso ha publicado algún artículo en un portal universitario, www.http://60pezzi.it: "La vita sulla strada", que encierra su filosofía de vida. Aquí os lo dejo, por si lo queréis leer.

Y ahora que ya me he limpiado las babas y he presumido de hijo solo me queda desearos un estupendo fin de semana.

viernes, 9 de diciembre de 2011

El placer de la lectura

Hace un par de días me encontraba en la biblioteca de mi barrio curioseando entre las estanterías, hojeando los libros que me llamaban la atención, recordando algunos que he leído y tomando nota de otros muchos que tengo ganas de leer.
Después, en un banco del parque vi a una chica enfrascada en la lectura de un libro, relajada, ajena a cuanto ocurría a su alrededor. Siempre que veo a alguien concentrado en la lectura me produce una sensación de placidez, de envidia sana. Me trae a la memoria momentos impagables en los que yo también me he zambullido en una historia y me he olvidado del mundo. Algo parecido a lo que me ocurre cuando escribo, aunque sin esa tensión, entre el placer y la angustia, que produce escribir una novela.
Entonces me di cuenta de que, entre unas cosas y otras, hace mucho tiempo que no leo por gusto, que no disfruto de la lectura porque todo cuanto leo es por obligación: manuscritos de los que tengo que hacer un informe, libros de escritura creativa para preparar el taller, compromisos de amigos y conocidos que no tardarán en preguntarme qué me ha parecido su novela y mil ocupaciones más que reducen al mínimo mi tiempo para leer lo que de verdad me apetece.
Es paradójico que cuando más inmersa estoy en el mundo literario no me quede tiempo para disfrutar de la lectura...
Así que he decidido que tengo que ponerle remedio a esto y será uno de mis propósitos para el año próximo: reorganizarme, reservarme un tiempo para mi, darme permiso para disfrutar de uno de mis mayores placeres, precisamente el que me llevó a escribir.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Tardes del laberinto

En los últimos días de noviembre ha visto la luz la segunda antología de poesía y relatos de la Asociación Cultural El Laberinto de Ariadna, editada por  Parnass.

Lleva por título, Tardes del Laberinto, y han participado en ella 52 autores, entre los que me cuento, ya que el presidente de la asociación, Felipe Sérvulo,  tuvo a bien invitarme.

Elegí los relatos Rita y Bruce y Cosas de chiquillos.

El libro se podrá adquirir en algunas librerías y a través de Internet. Os daré más detalles en cuanto los tenga.

El 26 de enero celebraremos el natalicio en un local de Barcelona con toda la pompa y boato que merece.

El Laberinto de Ariadna se reune todos los viernes en el Atenueu Barcelonés para leer poemas o realizar presentaciones de libros. El año que viene presentaremos allí Nunca fuimos a Katmandú, que todavía tiene que dar mucha guerra.

Y con esta buena noticia os dejo hasta la próxima semana.

¡Sed felices!

(Fotos: la portada del libro y mi menda con Felipe Sérvulo en uno de los encuentros semanales).

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