viernes, 25 de febrero de 2011

Un mes de marzo movidito


 
Aunque ya no os dé "la paliza" cada día con mi novela, que sepais que sigue gozando de buena salud y dando  frutos que se traducen en varios eventos en los que participaré durante el mes de marzo (y sucesivos, que todavía no quiero adelantar).

El lunes pasado dí mi primera charla en una escuela de escritores. Estaba esperando que me enviaran fotos para contároslo, pero como no me las envían...En fin. La sala estaba a tope y yo me lo pasé genial contando mis experiencias como escritora novel. Mola eso de estar de "ponente" cuando hasta hace muy poco estaba  sentadita en una silla y escuchando con interés al "profesional" de turno.

El próximo día 3 de marzo participaré en una mesa redonda en la Librería Bernat de Barcelona con dos compañeras escritoras de la Agencia Sandra Bruna: Mireia Arrate (El año de los mil cafés) y María Catalá (Urpes de seda). Otra nueva experiencia a la que estáis invitad@s si andáis por Barcelona y os apetece venir.

El 7 de marzo acompañaré a otra amiga escritora: Griselda Martín Carpena, que presentará su novela Mujeres en la sombra, en Mataró y me ha pedido que lea algunos fragmentos.

El dia 17 Nunca fuimos a Katmandú vuelve a ser protagonista y la presentaré en la biblioteca de mi barrio, la Joan Miró, y ahí sí que espero que me acompañeis los amigos y amigas de Barcelona.

La última semana de marzo haré una nueva presentación en la librería Laie a través del Club de Ocio y Cultura Catacultural.

Y el 29 de marzo ¡estaré en MADRID en el Ámbito Cultural! Así que, amig@s bloguer@s y feisbooker@s de Madrid, ya podéis ir anotándolo en vuestra agenda, que espero conoceros a tod@s.

De momento, ya está. ¡Uff! ¡Qué de cosas! Más que nada os lo cuento por aclararme yo un poco, jeje.

¡Buen finde!

domingo, 20 de febrero de 2011

Dublinesca, de Enrique Vila-Matas


 Samuel Riba es un editor retirado que para paliar el vacío en el que transcurre su existencia desde que cerró su editorial y huir del amenazador fantasma de   recaer en el alcoholismo  que a punto estuvo de costarle la vida, se inventa un viaje a Dublín en el que pretende celebrar el Bloomsday (recreación del día en que transcurre el Ulises, de James Joyce) y ya de paso, organizar un funeral por el fin de la era Gutemberg, o lo que es lo mismo, por la muerte de la literatura, tal y como él la entiende.

Dublinesca es, a mi entender, un homenaje a la literatura en general, y al Ulises de Joyce en particular, ya que, como es bien sabido, Vila-Matas es un gran admirador del autor irlandés y miembro de la Orden del Finnegans, una sociedad dedicada a honrar la memoria y la obra del insigne escritor.
Tanto el Ulises como el propio Joyce están presentes a lo largo de toda la novela, en la que también se menciona a Samuel Bequett, a Brad Stoker e incluso a Paul Auster,  así como a algunos autores más.

Sé que Vila-Matas no es un autor para todos los públicos, o te entusiasma o te aburre soberanamente. Yo solo había leído de él El viaje vertical, y la verdad es que ni fu ni fa, pero he disfrutado mucho con Dublinesca, es un festival literario, una clase magistral, el tipo de literatura que admiraría el mismísimo Samuel Riba.

Me alegro de haber llegado a Dublinesca después de haber leído el Ulises (que me costó lo suyo, las cosas como son), y de haber viajado a Dublin. Ambas circunstancias me han permitido disfrutarlo más, si cabe.

Le recomendaría esta novela especialmente a los escritores y a quienes de una manera o de otra están vinculados al mundo literario, y también a todos aquellos lectores que aman la LITERATURA, así, con mayúscula.

Feliz semana.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Mujeres y literatura


Como os comentaba en la entrada anterior, con esto de que el 8 de marzo es el día de la mujer y que mi novela, Nunca fuimos a Katmandú, habla de mujeres, me están saliendo muchos actos en los que participar durante todo el mes en torno al tema de la mujer.

Preparar alguno de ellos me ha llevado a reflexionar sobre el papel de las mujeres en la literatura actual, tanto desde el punto de vista de las escritoras como de las lectoras.

Da la sensación de que la literatura escrita y protagonizada por mujeres está de moda. ¡Qué lejos estamos de aquellos tiempos en que las mujeres tenían que adoptar seudónimos masculinos para poder publicar! Ahora parece que las editoriales se interesan especialmente por las escritoras.

¿Por qué ocurre esto?

 Una de las razones podría ser que, al parecer, las mujeres leemos más que los hombres, y como consecuencia de esto, las historias de mujeres interesan porque a tod@s nos gusta sentirnos de alguna manera identificados con lo que leemos.

Pero no solo tienen éxito novelas del género "women fiction" o "chick lit"; también triunfan las de género negro, las de vampiros, las de niños magos, o las históricas.

Bien mirado, a mi todo esto me parece de lo más natural. Las mujeres siempre hemos sido más "de letras"; en el cerebro femenino está más desarrollada la zona correspondiente al lenguaje (vamos, que siempre hemos sido comunicativas); también somos más detallistas (no sabemos leer un mapa pero sí que en el kilómetro X de tal carretera hay un almendro florecido), y en general, prestamos más atención a los sentimientos.
¡La literatura debería haber sido nuestro reino desde la noche de los tiempos!

Pero como en todo, hemos tenido que conquistar nuestro lugar con sangre, sudor y lágrimas.

Como quiera que sea, es nuestro momento.

¿Qué opináis?  ¿Leeis indistintamente libros de escritores y escritoras? ¿Les dais el mismo valor y credibilidad? ¿Considerais que hay literatura masculina y femenina?

¡Hala! Ahí queda eso.

viernes, 11 de febrero de 2011

¿Y que tal todo?

Pues mira, chica, que yo no sé, pero tengo la sensación de que el tiempo pasa cada vez más deprisa; los días no me dan de sí. No me explico como antes perdía medio día trabajando para otros...claro que entonces aprovechaba las tardes para escribir como una loca y ahora me disperso más.
Bueno, no es que me disperse, es que en teoría escribo por la mañana y por las tardes acudo a eventos, ya sabes: presentaciones de libros, teatro, conciertos, fiestas, en fin, esas cosas.
Pero trabajar, trabajo. De hecho estoy haciendo la última lectura-revisión de mi tercera novela, así que...
¿Que cuando se publica la segunda? Bueno, en la Agencia ya la han leído y le han dado el visto bueno, ahora tiene que pasar a la Editorial, pero ya se sabe que estas cosas van despacio.
De momento parece que a  Nunca fuimos a Katmandú todavía le queda mucha vida por delante. Sí, sí, se está vendiendo bien y está gustando, hasta en la Editorial están sorprendidos,  ¿que no la encuentras? pues pídela y te la traerán. Es la eterna guerra con las librerías: llegan un montón de novedades cada semana y no les caben, así que si no eres Ken Follet o similar, te van arriconando hasta que desapareces :/
Sí, eso es lo que digo yo: lo que no está, no se vende, pero así son las cosas.
De todas formas yo estoy contenta porque siguen pasando cosas alrededor de la novela y me sigue dando alegrías. La semana próxima, sin ir más lejos, me estreno como conferenciante, sí, sí, como lo oyes: voy a dar una charla en el  Aula de Escritores de Barcelona. Y el mes que viene, con eso de que el 8 de marzo es el día de la mujer, que ya se extiende a la semana y al mes entero, tengo varias presentaciones, charlas y mesas redondas. Y alguna cosita más de la que todavía no puedo hablar, jeje.

Sí, ya iré dando noticias.

Pues nada, que me ha encantado charlar un rato contigo. Hablamos otro día y me cuentas que tal.

¡Besos!

viernes, 4 de febrero de 2011

El tiempo entre costuras, de María Dueñas


Mi primera lectura del año 2011 ha sido El tiempo entre costuras, de María Dueñas. Sí, ya sé que a estas alturas todo el mundo la ha leído y solo faltaba yo, jeje. Pero bueno, haremos un pequeño resumen por si queda algún/a despistad@.

Sira Quiroga es una joven y sencilla modista con un futuro previsible hasta que se cruza  en su camino un  seductor del que se enamora locamente. Deja al novio con quien estaba a punto de casarse y sigue a su amante a Tanger donde planean montar un negocio juntos. Pero el nuevo novio le sale rana (ya se veía venir) y la deja tirada, embarazada y con deudas, llevándose todo su dinero.
La pobre Sira pierde al hijo que esperaba y se las ve y se las desea para salir adelante entre un severo comisario de policía que la persigue y una buena amiga que la ayuda. Con su amiga Candelaria monta un taller de costura y las cosas empiezan a irle bien, mientras, en España estalla la guerra civil, y Sira, que se codea con la flor y nata de Marruecos, consigue sacar a su madre de Madrid y se reunen en Tetuán.
Finalizado el conflicto en España se inicia la Segunda Guerra Mundial y Sira, desde su taller de costura al que acuden las esposas de los oficiales alemanes, colabora como espía con los aliados, lo que la lleva primero a Madrid y más tarde a Portugal y a vivir grandes aventuras y peligros.

Es una novela de aquellas que te enganchan y no encuentras el momento de dejarla. María Dueñas sabe llevarnos de la mano acompañando a Sira Quiroga en sus vicisitudes; sufrimos con ella, pasamos miedo, nos alegramos cuando le va bien, paseamos por los exóticos paisajes de Tanger y Tetuán, vemos los colores, olemos los aromas, nos angustiamos ante un Madrid destruido, disfrutamos de la luz de Lisboa...en una palabra: es una novela que se vive intensamente (bueno, son unas cuantas palabras más). Bien documentada, nos mete en los entresijos de ambas guerras, en los tejemanejes políticos, en el mundo del espionaje; realidad y la ficción se entremezclan con  habilidad y el resultado es una novela redonda, digna del éxito que ha logrado.

No hace falta que os diga que se la recomiendo a quien no la haya leído todavía.

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