jueves, 24 de junio de 2021

Añorando las viejas verbenas de Sant Joan


 "Verbena" es una de mis palabras favoritas, me parece preciosa, evocadora, me trae recuerdos de ilusión infantil, como canta Joan Manel Serrat en "Per Sant Joan", de nostalgia por las ilusiones perdidas, de fiesta, fuego, magia.

Recuerdo las verbenas de cuando era niña, la excitación de estar en la calle hasta altas horas de la noche acompañada de la familia, claro está, contemplando, extasiada, la hoguera en la que se quemaban muebles viejos. Aquella noche los mayores también se volvían un poco niños, reían, charlaban, bailaban, tenían la mirada brillante y se olvidaban de las preocupaciones por unas horas.


En la adolescencia se añadía la excitación de ponerme guapa, ver al chico que me gustaba, tal vez bailar con él, o conocer a alguien que me llenara el corazón de ilusión. Sí, entonces en las verbenas se bailaba. En esa época el fuego cobraba un valor mágico, le pedíamos deseos (casi siempre de amor), podíamos probar el cava.

En la juventud las fiestas eran de azotea con farolillos o de recorrer calles en busca de la fiesta más divertida. Música, baile, coca y cava, ya podíamos beber y lo hacíamos con vehemencia con los consiguientes estragos mañaneros, en ocasiones, contemplando la salida del sol, antes de rendirnos al sueño.

Y en la edad adulta llegaron los petardos... Tal vez ya estaban antes, pero no los recuerdo, o no me molestaban, o no eran tan excesivos como ahora (se nota que me hago mayor), ciudades bombardeadas durante toda la noche, niños que no pueden dormir, gatos asustados que no saben dónde meterse.

Recuerdo la novela de Juan Marsé, "Últimas tardes con Teresa". Los protagonistas se conocen en una verbena en la parte alta de Barcelona, una verbena tradicional con música y baile en la que todo puede suceder, los corazones están abiertos a la magia y a dejarse sorprender. Una novela maravillosa que os recomiendo si no la habéis leído.


Ahora ya no hay magia, solo ruido, a ver quien hace más. Cuando mi hijo era pequeño ya no era lo mismo, claro, él quería tirar petardos y yo que se terminaran y poder volver a casa, hasta le escondía algunos para que se acabaran antes.

En los últimos años he huido del ruido y los petardos escapando de la ciudad para refugiarme en algún pueblo, en alguna casa tranquila en la que también hubiera música, coca y cava, viendo los fuegos artificiales con el sonido de los petardos de fondo, pero lejos de mí. El año pasado fue estupendo gracias a la pandemia (sí, también tuvo cosas buenas). No había fiestas en la playa, no había aglomeraciones ni casi petardos, solo el mar como paisaje y los fuegos artificiales llenando la noche de color.

Sea como sea, espero que lo hayáis disfrutado.

domingo, 13 de junio de 2021

"Come, reza, ama" (la novela) Elizabeth Gilbert


Hace tiempo que no comento mis lecturas... Bueno, en realidad no lo he hecho desde que empezó el año,
prácticamente. Pero leer, leo, eso sí, y lo último que he leído es la novela que os traigo hoy porque me ha impactado de manera especial. 

Seguro que a todos os suena la película del mismo título, interpretada por Julia Roberts hace unos años. Yo la vi en su momento sin  demasiado interés, pero de pronto hace poco me vino a la cabeza y me apetecía volver a verla. Al final opté por el libro en el que está basada y no hay color... La novela, pese a tener un cierto tono humorístico es mucho más rica y profunda que la película (que también he visto al final).

Para quien no la conozca, se trata de una historia en la que la protagonista, tras un doloroso divorcio y una relación posterior fallida, decide tomarse un año sabático para encontrarse a sí misma. Se va primero a Italia (donde se dedica a comer), esa es la parte menos interesante para mi gusto; después a un ashram de la India donde reza y medita y finalmente  a Bali para acabar de encontrar el equilibrio y lo que encuentra es el amor (Javier Bardem en la peli).


La verdad es que con el "mono" que tengo de viajar me han entrado unas ganas locas de hacer lo mismo
que la protagonista; al fin y al cabo yo también estoy buscando el equilibrio y creo que un año sabático lejos de mi ambiente habitual me vendría muy bien (aunque sin Javier Bardem para rematar).


En la novela hay algunas frases que son perlas de sabiduría: 

"Somos lo que pensamos. Los sentimientos son esclavos de los pensamientos y uno es esclavo de sus sentimientos".

"Hay almas que son un espejo, te sacan todo lo que tienes reprimido, te hacen volver la mirada hacia adentro para que puedas cambiar tu vida, te tiran abajo todos los muros y te despiertan de un porrazo. Llega a tu vida para quitarte un velo de los ojos y luego se marcha".

"La felicidad es consecuencia de un esfuerzo personal. Luchas por conseguirla, te la trabajas, y cuando la encuentras tienes que seguir luchando para conservarla".



"Los yoguis dicen que toda la tristeza de la vida humana la producen las palabras, y toda la alegría también".

Todo esto no está en la película. Yo por mi parte os recomiendo la novela.


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